miércoles, 6 de enero de 2016

Excepcional diálogo sobre Dios entre Tariq Ramadan y Edgar Morin


 

Excepcional diálogo sobre Dios entre Tariq Ramadan y Edgar Morin

 

Traduzco lo que, a mi juicio, es un excepcional diálogo entre Tariq Ramadan (creyente musulmán y profesor de estudios islámicos en Oxford) y Edgar Morin (agnóstico, mundialmente reconocido sociólogo) sobre la cuestión Dios. Se encuentra en este libro, que recomiendo vivamente, y cuya lectura me acompaña estos días: Tariq Ramadan y Edgar Morin en dialogue. “Au péril des idées”. Presse du Chatelet (Edition de poche 2015, original 2013). Lo que traduzco está en las páginas 51 y ss.

 Al final de la traducción se puede consultar el texto original en francés


Edgar Morin. “Le voy a decir mi postura: yo no creo en un ser antropomorfo llamado Dios, yo no creo que haya un creador externo para el mundo y que lo habría formado. Creo mucha más en una creatividad en el mundo o en la naturaleza. Soy un poco spinozista, si se quiere, un spinozista que identifica a Dios con la naturaleza (Deus sive Natura). Creo que es evidente que existe una fuerza creativa en la evolución biológica; pienso sobretodo que hay un Misterio en el universo, en la realidad, en el surgimiento del hombre, en la historia de la vida. Pienso que, en ese Misterio, están relacionados el caos, la creatividad, la dialéctica del orden, del desorden y de la organización. Es misterioso – todo es misterioso para mí - y pongo una "M" mayúscula al Misterio. Dicho esto, yo soy hijo de un proceso de laicización. De hecho, cuando yo era un adolescente, yo quería creer, aunque mi familia era muy laica...

Pensaba que tenía esa necesidad. Fue sobre todo la lectura de Dostoievski lo que me empujó a creer, pero yo no alcanzaba a creer. Además, el propio Dostoievski dudaba de su fe. Incluso los grandes creyentes, como Pascal, dudan. Digo esto para aclarar mi posición, que también es parte de un proceso histórico en el que se examinan los textos (fundantes de lo religioso, añado yo), contextualizados, considerados en el entorno más amplio de la pluralidad de las religiones que, todas, se piensan como verdades absolutas. Sin negar su importancia histórica, ya que no hay sociedad sin religión, al final se llega a un escepticismo. Pero no hay que negar el hecho de que responden a una necesidad. En este sentido, Marx fue más lúcido que Voltaire, que veía en la religión una invención de los sacerdotes. Marx, al menos, vio en la religión la expresión del suspiro de la criatura desgraciada, vio una necesidad humana, una aspiración humana.

Desde que existen sociedades históricas (sobre si había en las sociedades arcaicas e incluso homínidas, una especie de anarquía pacífica, no sé nada) que se caracterizan por la dominación, la limitación, la especialización, el sufrimiento, una aspiración atraviesa la Historia, una aspiración a un mundo mejor. Esta aspiración se ha expresado en el paraíso del cristianismo, así como en el Islam. Después es el socialismo, una sociedad feliz. Todas estas revueltas en todo el mundo no son simplemente revueltas contra la injusticia; no es solamente una necesidad de dignidad. Aspiramos a otra vida, a otro mundo. Reconozco esta necesidad, yo también la tengo, pero yo no me adhiero, sin embargo, a una religión y a Dios. Bueno, ¡acabo de hacer mi profesión de fe!”.


Tariq Ramadan: Una vez más, se puede discernir lo similar en la aspiración y lo diferente en la respuesta. Tomo el final de su camino: el reconocimiento de una aspiración hacia el Misterio, o lo divino, o el ideal. Mircea Eliade, habiendo viajado por el mundo y estudiado las espiritualidades y religiones, observa y escribe que dondequiera que iba, se encontró con mujeres y hombres que, cualquiera que fuera su religión o cultura, estaban en búsqueda de sentido, del porqué, animados por una aspiración, en si misma religiosa. Añadió que la creencia religiosa, por tanto, forma parte de la estructura de la conciencia humana.

Yo me inscribo en la tradición musulmana. Creo en un Dios único y, en mi tradición, hay una noción que se une a la intuición que Usted manifiesta: es la fitrah, la aspiración natural hacia el sentido, el ideal, lo Trascendente (su Misterio, con "M", ¿reenvía a la trascendencia?). Es la chispa de una luz presente en el corazón de cada uno. Es la razón por la que señalo que, según la tradición musulmana, el ser humano está en búsqueda de una respuesta, está en estado de necesidad, busca, espera. La fe es otra luz que viene como una respuesta: la luz divina que se encuentra con la luz de lo humano - "Luz sobre luz", dice el Corán. Cuando estas dos luces se encuentran, se casan y se funden, el corazón y el espíritu acceden a la paz interior: la pregunta existencial ha encontrado la respuesta esencial. Esta es una concepción del hombre que enuncio y que afirma que nacemos inocentes, pero estamos en búsqueda, en la necesidad, y que buscamos la paz más allá de la cuestión que perturba nuestro ser, nuestra inteligencia y nuestra conciencia. Usted lo dice con sus palabras, no postulando a Dios, sino al Misterio. En la tradición musulmana, también existe la ghaib, es decir, lo invisible y el misterio: una noción vinculada a "lo que está más allá de lo perceptible" y que es el Misterio mismo. Se trata de una similitud entre nosotros, determinar lo que nos sobrepasa, a pesar de esta diferencia fundamental que consiste, en efecto, en la fe en Dios. La fe, iman en árabe, también se refiere a un horizonte de paz, de seguridad, el bienestar, y sin perturbaciones, cuando la pregunta se reconcilia con la respuesta. Nuestras respuestas son diferentes, pero nuestro caminar parte de la misma fuente ...
Edgar Morin: Usted tiene una respuesta y yo, yo no la tengo.

Tariq Ramadan: No, usted tiene una respuesta, pero no es la misma.

Edgar Morin: ¡Mi respuesta es un gigantesco signo de interrogación!

Tariq Ramadan: Eso sigue siendo una respuesta - una respuesta que asume o no sus incertidumbres y establece que la búsqueda continúa. Lo que no es necesariamente más fácil o más difícil porque, incluso con una respuesta, incluso con Dios, la búsqueda continúa para cada uno, para el conocimiento, para la cercanía, para el amor. Dios es siempre el ser y el objeto de una búsqueda.

 

Texto original en francés

 

Edgar Morin. Je vais vous dire ma position : je ne crois pas en un être anthropomorphe appelé Dieu, je ne crois pas qu’il y ait un créateur extérieur au monde et qui l’aurait façonné. Je crois beaucoup plus à une créativité qui se trouve dans le monde ou dans la nature. Je suis un peu spinozien, si vous voulez, un spinoziste qui identifie Dieu à la Nature (Deus sive Natura). Je crois qu’il y a, de toute évidence, une force créatrice dans l’évolution biologique ; je pense surtout qu’il y a un Mystère dans l’univers, dans la réalité, dans le surgissement de l’homme, dans l’histoire de la vie. Je pense que, dans ce Mystère, sont liés à la fois ce chaos, la créativité, la dialectique de l’ordre, du désordre et de l’organisation. C’est mystérieux – tout est mystérieux pour moi –, et je mets un « M » majuscule au Mystère. Cela étant, je suis l’enfant d’un processus de laïcisation. Ainsi, quand j’étais adolescent, je voulais croire, bien que ma famille fût très laïque…

 

Je pensais que j’avais ce besoin. C’était surtout la lecture de Dostoïevski qui me poussait à croire, mais je n’y arrivais pas. D’ailleurs, Dostoïevski lui-même doutait dans sa foi. Même de grands croyants, comme Pascal, doutent. Je dis cela pour préciser ma position, qui s’inscrit par ailleurs dans un processus historique où les textes sont examinés, contextualisés, envisagés dans l’environnement plus large de la pluralité des religions qui, toutes, se pensent comme vérité absolue. Sans pour autant nier leur importance historique, car il n’est pas de société sans religion, on en arrive toutefois à un scepticisme. Mais il ne faut pas non plus nier le fait qu’elles répondent à un besoin. À cet égard, Marx était plus lucide que Voltaire, qui voyait dans les religions une invention des prêtres. Marx, au moins, voyait dans la religion l’expression du soupir de la créature malheureuse, il voyait un besoin humain, une aspiration humaine.

 

Depuis qu’existent des sociétés historiques (régnait-il dans les sociétés archaïques, voire hominiennes, une sorte d’anarchie tranquille, je n’en sais rien) caractérisées par la domination, la limitation, la spécialisation, la souffrance, une aspiration traverse l’Histoire, une aspiration à un monde meilleur. Cette aspiration a trouvé son expression dans les paradis aussi bien du christianisme que de l’islam. Après, c’est le socialisme, une société heureuse. Toutes ces révoltes, partout dans le monde, ne sont pas simplement des révoltes contre l’injustice ; il ne s’agit pas seulement d’un besoin de dignité. Nous aspirons à une autre vie, à un autre monde. Je reconnais ce besoin, je l’ai aussi, mais je n’adhère pas pour autant à une religion et à Dieu. Voilà, je viens de faire ma profession de foi !

 

Tariq Ramadan: Ici aussi, on peut discerner le similaire dans l’aspiration et le différent dans la réponse. Je reprends la fin de votre propos : la reconnaissance d’une aspiration vers le Mystère, ou le divin, ou l’idéal. Mircea Eliade, ayant parcouru le monde et étudié les spiritualités et les religions, observe et écrit que, partout où il s’est rendu, il a rencontré des femmes et des hommes qui, quelles que soient leur religion ou leur culture, étaient en quête de sens, du pourquoi, animés d’une aspiration en soi religieuse. Il ajoute que la croyance religieuse fait donc partie de la structure de la conscience humaine.

 

Je m’inscris dans la tradition musulmane. Je crois en un Dieu unique et, dans ma tradition, il est une notion qui rejoint l’intuition que vous exprimez : c’est la fitrah, l’aspiration naturelle vers le sens, l’idéal, le Transcendant (votre Mystère, avec un « M », renvoie-t-il à la transcendance ?). Il s’agit d’une étincelle, d’une lumière présente dans le cœur de chacun. C’est la raison pour laquelle j’ai relevé que, selon la tradition musulmane, l’être humain est en quête d’une réponse, il est dans le besoin, il cherche, il espère. La foi est une autre lumière qui vient comme une réponse : la lumière du divin qui rencontre la lumière de l’humain – « Lumière sur lumière », nous dit le Coran. Quand ces deux lumières se rencontrent, se marient et se confondent, le cœur et l’esprit accèdent à la paix intérieure : la question existentielle a trouvé la réponse essentielle. Il s’agit là d’une conception de l’homme qui énonce que nous sommes nés innocents, mais que nous sommes en quête, dans le besoin, et que nous cherchons la paix au-delà de la question qui trouble notre être, notre intelligence et notre conscience. Vous le dites avec vos mots, en ne postulant pas Dieu mais le Mystère. Dans la tradition musulmane, on trouve d’ailleurs le ghaib, c’est-à-dire l’invisible et le mystère : une notion liée à « ce qui est au-delà du perceptible » et qui est le Mystère lui-même. C’est une similarité entre nous, déterminer ce qui nous dépasse, malgré cette différence fondamentale qu’est bien sûr la foi en Dieu. La foi, iman en arabe, fait également référence à un horizon de paix, de sécurité, de bien-être sans trouble, quand la question est réconciliée avec la réponse. Nos réponses sont différentes, mais notre cheminement part de la même source…

 

Edgar Morin: Vous avez une réponse et moi, je ne l’ai pas !

 

Tariq Ramadan: Non, vous avez une réponse, mais ce n’est pas la même.

 

Edgar Morin: Ma réponse est un point d’interrogation gigantesque !

 

Tariq Ramadan: Cela reste une réponse – une réponse qui assume ou non ses incertitudes et qui stipule que la quête est continue. Ce n’est pas forcément plus facile ou plus difficile car, même avec une réponse, même avec Dieu, la quête se poursuit pour soi, pour la connaissance, pour la proximité, pour l’amour. Dieu reste toujours l’être et l’objet d’une quête.

 

1 comentario:

  1. Tengo una cultura media aprehendida en Francia; en la época en que se aprehende, pre-adolescencia y adolescencia, en que allí me tocó vivir; sin decidirlo yo. Por otra parte creo que leí este diálogo, en francés, hace algún tiempo en alguna página del Internet gratuito -que ya nos están quitando esa asombrosa gratuidad, aquí, El Correo y El Mundo- de "Le Nouvel Observateur" o "L´Express" o bien "Le Monde". La traducción es buena; sólo he pedido encontrar un fallo leve; casi más un fallo de tipo tipográfico que de traducción. Donde dice :

    ""Esta es una concepción del hombre que enuncio y que afirma que nacemos inocentes, pero estamos en búsqueda, en la necesidad, y que buscamos la paz más allá de la cuestión que perturba nuestro ser, nuestra inteligencia y nuestra conciencia.""

    Debe de decir :

    ""Esta es una concepción del hombre que enuncia que nacemos inocentes, pero estamos en búsqueda, en la necesidad, y que buscamos la paz más allá de la cuestión que perturba nuestro ser, nuestra inteligencia y nuestra conciencia.""

    Conocí este blog por casualidad, buscando en Google Javier Elzo; después de haber leído un artículo suyo, creo que en el periódico Deia; que coincidía en buena parte con mi idea; sé que soy un invitado forzoso; incluso acaso intempestivo; pero es la única manera; y lo bueno de Internet; de que personas -e ideas y proyectos- cuya trayectoria vital no coincide; se puedan a veces encontrar. Y ya que me estoy aprovechando, sólo en parte , de la situación; no quiero despedirme sin hacer notar que este diálogo de ateo marxista con creyente monoteísta; en Francia; es el que no quiere tener, con temas más sencillos, con el PP; el equivocado y desmedido secretario general del psoe. ¿ Será porque los franceses tuvieron su cruenta guerra civil, que mal llaman revolución, en 1789, olvidada casi ya, unos 150 años antes de la cruenta por ambos bandos, nuestra del 36 ?

    ResponderEliminar