sábado, 23 de mayo de 2015

¡Aupa Eibar!


¡Aupa Eibar!.

22/05/15

No tengo ninguna relación particular con Eibar. Algún amigo que frecuenta Eibar y poco más. Pero siempre he admirado su espíritu emprendedor que les llevó a ser una localidad puntera en la industria. Es lo que he apreciado con su efímero paso, por ahora, en la primera división del futbol. Es por eso que, esta tarde, en casa con mi familia, mi mujer, mi hijo y su hija, Maren, obviamente mi nieta, de poco más de 14 meses, cada día más despierta y descubriendo la vida, esta tarde decía, mi hijo y yo mirábamos en Internet cómo iba el final de la liga. Parecía que con el 2-0 del Barcelona y los 3.0 del Eibar la permanencia estaba asegurada. Hasta que vino el segundo gol del “Depor” y el Atlético no pudo con el Granada. No quise ver en la tele la desilusión de los eibarreses. Hubiera aumentado la mía. Mi cena ha tenido un sabor amargo. Aunque “realista de la Real” y del Beasain, me hubiera gustado que el Eibar hubiera seguido en primera.

Escribo y subo a mi blog estas líneas como homenaje a un pueblo mediano, con muy modestos recursos, y que ha peleado por llegar a estar en primera y luchar por su permanencia. Eibar tiene, al menos, una afición de primera. Lo ha mostrado a lo largo de esta temporada. Hago votos para que no sea la última en primera división.

Con un abrazo, ¡aupa Eibar!.

viernes, 22 de mayo de 2015

Entrevista de Évole a Rekarte, Silvia Gómez, y una experiencia de relato compartido


Entrevista de Évole a Rekarte, Silvia Gómez, y una experiencia de relato compartido

Apenas visioné unos pocos minutos la entrevista de Évole a Rekarte el domingo 10 de mayo. Creo que estas entrevistas son necesarias pero a mí se me revuelven las tripas y se me achica el alma. Son cuarenta años de mi vida bajo la losa de ETA. Lo que tenía que decir, mejor o peor, ya lo he dicho y ahora debo escuchar a otros. Pero la carta de Silvia y la respuesta de Évole, así como una reciente experiencia apenas conocida, me animan a escribir estas líneas.

Entiendo la reacción de Silvia, comparto su dolor y agradezco el tono de su carta, particularmente el más que encomiable final. Gracias, Silvia. Como comparto la razón de ser de la entrevista de Évole así como su respuesta a Silvia. Creo que son un ejemplo de la realidad tras el alto el fuego de ETA y que hay que asumir de cara. En Euskadi tenemos dos caminos: que cada cual siga su camino rememorando “su” historia personal de estos últimos cuarenta años, o que estemos dispuestos a escuchar el relato del “otro”.

Sostengo una reconciliación (o convivencia, o concordia)  basada en los valores básicos del respeto a los derechos humanos de todas las personas y al reconocimiento del daño injusto e injustificable causado por todos los victimarios a sus víctimas (porque hay daños justos: los ocasionados por la Fuerzas de Seguridad en el cumplimiento de su misión, obviamente respetando los DDHH, lo que no siempre ha sido el caso). Solamente así podemos mirar el futuro de Euskadi en la pluralidad de relatos, una Euskadi que no se desangre simbólicamente en la acumulación usurera de los solos relatos de los “míos”.

Hay diferentes etapas y niveles en el “vivir con”, tras la losa de ETA: la coexistencia pacifica (“buenos días”, “buenas tardes”, y cada cual sigue su camino entre los “suyos”); la convivencia incompleta con zonas de sombra (no se habla del pasado en el tema de la violencia) y la convivencia plena (asumiendo cada uno su historia personal y escuchando la del otro). No otra cosa es el ejercicio o la apuesta de la reconciliación, poniendo en común diferentes historias y relatos del pasado, para compartir el dolor de los otros, sin recrearse ni retenerse en ese dolor (el proceso de reconciliación debe ser relativamente breve), y así dar paso a la convivencia plena y auténtica.

Hay una memoria individual, como tal intransferible, una memoria colectiva que muchas veces corresponde a la memoria de una parte de la población y, por último, la memoria histórica, la que construyen con el tiempo los historiadores, aunque rara vez llegan a un mismo relato. Piensen en la guerra civil y la experiencia de la “memoria historia” que abrió Zapatero. Por eso, también en Euskadi es imposible pensar en un único relato, pero sí en un relato compartido, en el sentido de que hemos sido capaces de escuchar el relato de los que piensan de forma diferente a la mía, a la de los “míos”. Por eso defiendo, con fuerza, que se escuchen y recojan todos los relatos.

Pero el horizonte debe ser el de la memoria justa, el deber de memoria por la deuda contraída con los que más han sufrido, particularmente las víctimas de violencias injustas. Para ello hay que superar la “memoria impedida”, la memoria que nos impide ver lo que hemos mal hecho o han mal hecho los “míos” tratando de ocultárnosla en la recámara de nuestra memoria para que no salga a flote, así como la “memoria manipulada”, la memoria con la que se pretende construir una identidad, por lo que magnificaremos lo que los “nuestros” han hecho de positivo y ocultaremos lo negativo.

Por eso me alegré mucho leer en “Noticias de Gipuzkoa” (23/04/15) que tras un año de reuniones discretas, once azpeitiarras, víctimas de distintos tipos de violencia, logran un relato compartido. Aquí lo tienen. http://javierelzo.blogspot.com.es/2015/05/relato-compartido-del-proceso-vivido.html. Y no es el único caso ni mucho menos, como mostré con algunos ejemplos en mi último libro que lo concluyo con estas palabras: “todavía quedan muchas heridas que sanar, muchos odios que desterrar, muchos encuentros que propiciar pero creo que vamos avanzando. Aunque con lentitud, por el freno que oponen las cúpulas de las sensibilidades extremas. Como siempre ha pasado en la historia. Pero el cauce central del río es el que marca la corriente”. ("Tras la losa de ETA. Por una sociedad vasca justa y reconciliada", pagina 299. ED. PPC . Madrid, 2014)

Quiero terminar con un interrogante. ¿Por qué la entrevista de Évole a Rekarte ha tenido una repercusión infinitamente superior a la de la experiencia del “relato compartido” de los once ciudadanos de Azpeitia, y la carta de Silvia Gómez?

P.D. Cerrando esta nota leo que el Congreso da marcha atrás y suspende el acto conjunto de víctimas de ETA y los GAL que se iba a celebrar en una de sus salas. Un paso atrás en el camino de la concordia y reconciliación.

Enviado el día de hoy al email de amigos de Gesto: AmigosGesto@googlegroups.com<amigosgesto@googlegroups.com>;

Donostia- San Sebastián 19 de mayo de 2015
Javier Elzo

P.D. Enlaces:

Entrevista de Évole Rekarte:


Carta de Silvia Gómez, hija de víctima de Rekarte comentando la entrevista.


Respuesta de Jordi Évole a Silvia Gómez

martes, 19 de mayo de 2015

Relato compartido del proceso vivido por el Foro Ciudadano de Azpeitia


Relato compartido del proceso vivido por el Foro Ciudadano de Azpeitia

Marzo de 2014 - marzo de 2015

La mayoría de nosotros acudimos a nuestro primer encuentro entre nerviosos y muy nerviosos. Otros se sentían inseguros, o temían que la experiencia pudiera agravar sufrimientos en vez de curarlos, o eran escépticos, pensando que pudiera tratarse de una cuestión política. Ninguno de nosotros sabía claramente a qué veníamos, por qué nos habían invitado, con qué clase de personas nos encontraríamos y cómo se desarrollaría la experiencia. Pero la curiosidad en la mayoría, la necesidad de tales foros y la motivación personal en algunos, así como la seriedad de la convocatoria –pues habíamos recibido una carta del Ayuntamiento– nos animaron a asistir a la reunión y a aceptar la invitación. Al llegar, pudimos percatarnos que conocíamos a varias personas, lo cual tranquilizó a algunos, pero, aunque no nos conociéramos, vimos que nos encontrábamos en un espacio de diferentes vivencias, origen, edad y formas de violencia.

El proceso vivido ha sido para todos mejor y más fecundo de lo esperado. Lo vivido durante este año ha superado, entre otras cosas, el recelo inicial de que los partidos políticos, al invitarnos a participar en este Foro, quisieran utilizarnos para lavar su imagen. Pero no ha sido así; todos y todas hemos sido protagonistas del proceso. Nos hemos encontrado aquí como personas, ha sido un proceso personal, se ha impuesto la humanidad. A pesar de que nuestras vivencias y las lecturas de lo sucedido no eran iguales, nos hemos sentado juntos una vez al mes, compartiendo las propias vivencias y escuchando con respeto las ajenas. Cada uno, cada una, ha expresado a fondo sus sufrimientos, reconociendo los del otro, escuchándolos con respeto. La transparencia de la palabra y la sinceridad han destacado.

Hemos detectado los temas y los nudos de dificultad ligados a la convivencia, pero hemos visto  también que todavía queda mucho por profundizar y trabajar.

Hemos sido un grupo, un grupo de personas en el que la palabra de una no tenía ni más importancia ni menos que la de la otra. El nivel personal del grupo ha sido impresionante; todas personas de grandes valores, tanto a nivel grupal como a nivel individual. En las reuniones nos hemos sentido a gusto y cada vez más relajados, gracias al apoyo de todo el grupo. Con todo, no dejábamos de notar cierto nerviosismo al comienzo de cada reunión. A veces, el miedo a ser mal interpretados o a que nuestras palabras pudieran herir ha hecho que nos sintiéramos incómodos o que hayamos callado ciertas cosas. Además, eran historias que nos removían por dentro, y que había que digerir; no siempre resultaba fácil escuchar; luego había que seguir reflexionando. Además, el hecho de hablar y desahogarse suponía revivir ante desconocidos experiencias dolorosas; es un ejercicio muy duro. Pero, al mismo tiempo, las situaciones de sufrimiento compartidas y vividas nos han unido más.

Tenemos muchas cosas que resaltar en el proceso vivido.  Hemos compartido momentos difíciles, emotivos, también buenos y divertidos. Nos hemos contado las vivencias más duras, sin suavizar ni mitigar nada de modo artificial, pero siempre sin dureza de ningún tipo, sin odio ni resentimiento. Ha sido un ejercicio de sinceridad. En el grupo se percibía el deseo de relatar vivencias y ello nos ha llevado a vivir momentos tan emotivos como duros. Ha sido duro expresar los propios sentimientos, pues eso conlleva volver a recordar lo sufrido. Aun así, nos hemos contado lo vivido y hemos escuchado las vivencias del otro con interés, con curiosidad, con respeto, y sin juicios. Ésa ha sido la característica principal del grupo: el respeto. Este proceso nos ha enseñado que también los otros han sufrido como nosotros; nos hemos puesto en el lugar del otro, hemos ejercitado la empatía, hemos afirmado y reconocido el dolor del otro como parte de nuestra realidad más amplia.

Todos y todas hemos realizado un gran esfuerzo, máxime teniendo en cuenta que somos personas que hasta ahora han estado bastante alejadas entre sí: nos hemos acercado mutuamente, hemos mostrado cuidado y respeto mutuos.

El grupo ha sido reflejo de lo vivido en Azpeitia y en el País Vasco en general; ha sido un verdadero proceso. A pesar de que no estaban representadas todas las realidades, ha albergado una gran pluralidad, tanto de género como de edad, experiencias, itinerarios ideológicos y trayectorias sociales.

No obstante toda la diversidad, nos hemos comprendido y acercado los unos a los otros; quienes hemos estado tan alejados hemos sido capaces de juntarnos, de hablar, de estar presentes sin ánimo de hacer daño. Hemos visto que las barricadas no son inevitables. Hemos tenido la oportunidad de conocer y de respetar las razones y las conductas de personas que en otro tiempo considerábamos “enemigas”, la oportunidad de percibir que la verdad de cada uno es una parte de toda la verdad. El proceso no ha sido fácil, pues ha puesto de manifiesto nuestros límites, y hemos tomado conciencia de las dificultades que tenemos ante determinadas palabras o puntos de vista. Sin embargo, hemos concluido que podemos vivir juntos, sin renunciar cada uno a su punto de vista, siempre que no imponga el suyo a los demás. Hemos de asimilar una nueva cultura política, mirar el pasado de manera crítica y cambiar las actitudes que tengamos que cambiar.

Este proceso nos ha brindado una ocasión, nunca tenida a nivel personal, para hablar sobre tantos temas y sentimientos que llevamos dentro, para sentir que alguien tiene interés en escucharlo, y para saber que sobre esos temas se puede hablar. Más todavía, que de esos temas hay que hablar y que, a pesar de que tengamos enfoques distintos y desacuerdos sobre muchas cuestiones, a cada uno se le debe respeto.

Por nuestra parte, he aquí el mensaje que quisiéramos hacer llegar a toda la gente de Azpeitia: que si nosotros, que no somos los mejores, hemos sido capaces de hacer lo que hemos hecho, también lo es toda Azpeitia, también lo es toda Euskal Herria. Que, para encontrar una salida a la historia de violencia que ha vivido y vive nuestro pueblo, es más importante la responsabilidad que la culpa, es más importante el sufrimiento que la ideología, es más importante el empeño por construir un futuro mejor compartido que la asignación de las culpas del pasado. Y que para ello es imprescindible caer en la cuenta de que hay que confiar tanto en una misma como en el otro, y mostrar la humanidad que nos une. Hemos de mirar adelante, sin necesidad de olvidar el pasado y sin odio. Las nuevas generaciones han de conocer lo sucedido, para que no se repita.

22 de abril de 2015

Miembros del Foro Ciudadano de Azpeitia: Alaitz Aguado, Jexux Aizpurua, Eneritz Albizu, Miren Alcedo, Jabier Altuna, Joxe Arregi, Felipe Murillo, Miren Odriozola, Manoli Uranga, Eneka Urbieta eta Mertxe Urtuzaga Otaegi.

sábado, 9 de mayo de 2015

Del final del Anillo de Wagner a la Ofrenda Musical de Bach


Del final del Anillo de Wagner a la Ofrenda Musical de Bach


¡Too much!. Hace un rato en la butaca de mi casa. ¿Cómo pasar de Brunilda a lomos de Grane lanzándose al fuego que ella misma provoca para destruir el Walhala de los dioses, con esos acordes finales, decididamente luminosos, de Wagner, tras sus 14 horas de música maravillosa, cómo transitar casi sin solución de continuidad, digo, a la sofocante y serena belleza de la flauta iniciando y dando entrada al clave de la Ofrenda Musical del Juan Sebastian Bach?. Pues agarrándose al sillón mientras veo pasar, con el alma encogida, en el canal Mezzo los créditos de tanta belleza. Un teólogo que ejerce de tal actualmente en la Gregoriana me dijo, mientras se despachaba su segunda Franziskaner en el sofá de mi casa, que esa (o similar) música era una manifestación de la trascendencia. Quizás. Dejémosla en minúscula para una Música que se merece la mayúscula.

Añado, el día de hoy, domingo 10 de mayo, que la versión del Anillo era la del MET de Nueva York, bajo la batuta (un tanto insípida a mi juicio, de Luisi, pero la música de Wagner, con una buena orquesta y Deborah Voigt en Brunilda lo aguanta todo), y la de la Ofrenda Musical de Jordi Savall en la recóndita Abadía de Fontfroide con Pierre Hantai al clave.

El candidato ideal


El candidato ideal

Publicado en DEIA y en "Noticias de Gipuzkoa" el 08/05/15 y en "Noticias de Álava" el 09/05/15
 

Una periodista de ETB me sometió hace días a un amable “tercer grado” sobre mi opinión acerca del “candidato ideal”, opinión de la que quizás han conocido alguna pincelada en algún “teleberri” de ayer viernes, inicio de la actual campaña electoral. He reflexionado y, tras el estímulo de la entrevista, he redactado estas líneas que someto a la consideración crítica de los lectores de este artículo. Una advertencia de entrada: las condiciones que yo considero debe tener un “candidato ideal” no presuponen, en absoluto, que quienes no las tengan no puedan ser unos excelentes candidatos. Pero me piden que reflexione sobre “lo ideal” para un candidato. No es preciso añadir que mis ideas son absolutamente subjetivas. De ahí que no voy a repetir en cada momento, “según mi opinión”, “a mi parecer” etc., etc.

- Debe tener entre cuarenta y sesenta años, con experiencia en el trabajo (por eso digo que tenga al menos 40 años), con la plena fuerza de la edad, y sin haberlo visto ya todo y “estar de vuelta de todo” (como sucede a menudo en quienes hemos sobrepasado los sesenta años de edad). Esta primera nota me permite apuntalar la advertencia arriba expresada. Una persona de 35 años o de 70 años, también puede ser un excelente candidato.

- Es preferible que, en el momento de presentarse como candidato, no tenga hijos de corta edad (menos de cinco años) a cargo. Los niños necesitan, si se les quiere educar bien, mucho tiempo. No solamente las “sobras del tiempo”. Y ser un buen electo, también exige mucho tiempo.

- Es totalmente indiferente que sea hombre o mujer

- Sin embargo me parece crucial que tenga un trabajo asalariado al que puede volver al final de mandato. Esa situación es claramente preferible a la del joven afiliado a un partido político y que solamente ha hecho carrera dentro del partido. Todo sea dicho sin excluir, obviamente, a los parados.

- Su mandato no debe ser superior dos legislaturas. Pero deben estar mejor pagados que ahora y, al término de su mandato, quizás un tiempo de reciclaje pagado por la Administración. Necesitamos en la gobernanza a los mejores. Y eso se paga.

- Tiene que haber demostrado interés por la “cosa pública”, habiendo intervenido en el “dialogo social”. Debe ser conocido en el ámbito (local, territorial etc.) para el que se presenta. El ciudadano debe saber a qué persona en concreto vota y lo que piensa de las cosas de la vida en la circunscripción en la que se presenta: de la educación, de la sanidad, del ruido nocturno de los fines de semana, de la movilidad de los ciudadanos, de las basuras, del ocio y su cultura etc., etc. No se defiende, por ejemplo que un ciudadano que resida y haga su vida en Donosti, se presente, digamos, en Bilbao.

- No veo esenciales los estudios previos que tenga. Los geólogos pueden estar tan interesados y capacitados para el servicio público como, digamos, los sociólogos. Así mismo, un trabajador de base puede ser tan buen candidato como el más ilustrado de los ciudadanos. Particularmente en la gestión, más que en la labor legislativa.

- Puede ser autóctono o emigrante. En el segundo caso debe tener, al menos, cinco años continuados de residencia en su circunscripción, demostrando integración en la sociedad a la que ha emigrado, y manifestando interés por los problemas de su nueva sociedad.

- El candidato debe tener piel de elefante para soportar las puyas y dardos de la prensa de ideología opuesta a la del partido por el que se presenta, y desconfiar de los halagos de la prensa que sostiene su ideología. Debe leer (escuchar, visionar etc.) todo tipo de prensa para informarse, procurando no dejarse influenciar por los halagos, críticas o silenciamientos. Debe pensar y decidir con su propia cabeza y saber quedarse solo.

- Debe estar a disposición de la prensa pero sabiendo mantener distancia con sus urgencias, que lo quieren “todo, ya y lo más llamativo posible”. ¿No valoran acaso- y en demasía- al candidato que les da titulares?. Vivimos esclavos de la inmediatez y la prensa en mayor grado, que vive de venderse. Y al ciudadano, ¡helas!, le va lo llamativo.

- El candidato y, más aún el electo, debe mantener sus distancias cuando sobre un tema nuevo no tenga opinión formada. No es San-Dios. Un buen candidato-electo es aquel que ante los temas nuevos diga que necesita tiempo para informarse y para formarse una opinión. Y soportar ser perseguido por la alcachofa, hasta en la puerta de su casa y que digan, por ejemplo, que no quiere mojarse. En este mundo de aceleración continua cada día valoro más a la persona que diga francamente que no tiene opinión formada sobre un tema. Claro que, si es un electo, tiene que estudiar el tema y, en su momento, dar su opinión.

- Un buen candidato debe estar, sobre todo, a disposición del ciudadano, en particular del que le ha votado. Creo importante que, según la dimensión de su circunscripción, tenga una oficina o despacho con un horario para atender al ciudadano.

- Pero también debe preservar su tiempo libre. Para descansar, pensar, leer, conversar, informarse de los nuevos temas, etc., etc. En líneas generales, al menos un día libre a la semana. Con teléfono cerrado, salvo auténticas urgencias gestionadas, férreamente, por el partido o agrupación por el que se presenta. Necesitamos electos descansados.

- Se le presupone honrado. Aunque la “pena de telediario” está al orden del día.

- Debe tener fundamentadas convicciones (políticas, religiosas, sindicales, sociales etc.) desde las que defender sus posiciones, pero debe saber, también, que la única verdad no existe, tampoco en las filas de su partido o agrupación por el que se presenta. La verdad no está en un cajón depositado en la sede de su partido. La verdad la vamos construyendo todos días, cada cual desde sus convicciones que pueden ser firmes, y que deben ser flexibles. Como el junco.

Por último, lo repito: todas estas condiciones del candidato no son excluyentes. ¿Lo esencial?. Que viva, ocho años como mucho, “para la política”, pero no que haga “de” la política su continuado “modus vivendi”.

La pluralidad debe superar y vencer la uniformidad galopante.


La pluralidad debe superar y vencer la uniformidad galopante.

Comentarios a un libro importante.

Hubiera titulado este artículo “Elogio de las fronteras” si no lo hubiera utilizado ya Regis Debray en un librillo de menos de cien páginas (Gallimard 2011), consecuencia de una conferencia en Tokyo. Escribía Debray que “hay una idea idiota que encanta a Occidente, y que utilizan los aficionados que hacen del sin fronteras el complemento obligatorio de su carta profesional para parecer serio. Así reporteros, médicos, periodistas, futbolistas, banqueros, payasos, entrenadores, abogados de negocios, veterinarios, bomberos etc., etc. exhiben la etiqueta 'sin fronteras'". Ya solo nos falta la profesión de “aduanero sin fronteras” para completar las profesiones “sin fronteristas”. Debray, como es sabido proviene de la izquierda, luchó con el Che en Bolivia donde estuvo preso y de donde lo sacó Mitterand. Hoy se situaría en un espacio abierto de centro izquierda con serios trabajos sobre el papel de la religión en la sociedad actual.

Un gran libro. Pues he aquí que me topo, al azar de mis correrías por las librerías parisinas, no con un librillo de 100 paginas sino con un tomo de 388 páginas, (también en la prestigiosa editorial Gallimard, 2013) del que, según mi costumbre, he comenzado leyendo la introducción para saltar a la conclusión, antes de adentrarme en su interior. Es una de mis actuales lecturas, y relecturas, reposadas. Libro magistral. Libro de tesis, la misma que ya defendía de Debray, pero mucho más desarrollada. Claro que como toda tesis tiene su punto de exageración y unilateralidad. Pero, como dijera hace años Xavier Zubiri, “cuando se exagera lo importante es saber que se está exagerando”. Lo que vale sobre todo para el lector. Pero ya es hora de decir que el autor del libro es Hervé Juvin y el título del libro “La grande separation. Pour une écologie des civilisations”. H. Juvin había trabajado con Raymond Barre, fue empresario y defendió la moneda europea, contribuyó a la mundialización que juzgó positiva…hasta estos últimos años. Estamos, ya lo verán, ante un disidente que proviene de la derecha. Rara avis.

El individuo despersonalizado. El autor parte de la idea de que se ha reducido la población a una masa estadística, el individuo es separado de sus orígenes, de su historia, de su tierra y de todo límite, de tal suerte que un amor abstracto de los hombres (sujeto de derechos inalienables) ha conducido a la exterminación de las personas reales cuyo ejemplo mayor ve el autor en lo que denomina el genocidio de los indígenas en los EEUU, que deben escoger entre ser confinados en sus Reservas, u obligados a convertirse en el hombre nuevo, el hombre contemporáneo. En el mundo actual y, particularmente en los últimos treinta años vivimos la desaparición de los límites, de las singularidades que es, a la vez, un abismo de la política (que no ve fronteras a su actuación), la esperanza para el crecimiento (ilimitado) y una nueva aventura del individuo. Proclamamos la unidad del género humano, la universalidad de los derechos humanos, la globalización feliz. Sostenemos que la búsqueda por cada uno de nosotros de sus intereses crea las condiciones para un nuevo orden, más poderoso que las antiguas órdenes de reyes, dioses o maestros, nuevo orden capaz de disolver las naciones y los pueblos. Al hacerlo, asumimos la primacía del derecho en la sociedad, y la sumisión de todo para el crecimiento infinito.

De este modo, algunas de estas categorías básicas de la vida como el próximo y el lejano, lo público y lo privado, el amigo y el enemigo son quebrantados o confundidos. En consecuencia la condición de la política, que es la autonomía en la toma de decisiones corporativas circunscrito en su espacio y en su historia, desaparece. De ahí el vértigo que nos invade y nos hace, a la vez, tan difícil, tan incómoda y tan necesaria la afirmación de una identidad, de un vínculo, de un “nosotros” común donde nos encontremos, nos reúna y nos distinga. Esto no es sólo debido a la victoria del individualismo, o al exceso del racismo (que también), sino a la incapacidad fundamental para establecer los límites, a dibujar las fronteras.

Nuestra condición de hombres de Europa, ¿nos habría condenado a lo universal, entregado al demonio del bien, primo hermano del pequeño diablo, la nada?. ¿Estamos condenados a este despojo, a la desposesión que hace que nada de lo que nos sucede sea propiamente nuestro, procedente de nuestra voluntad y de nuestras opciones? ¿Nuestra historia es ahora la de esta apuesta, hace poco insensata, la coronación de la soberanía individual contra todas las formas, vínculos, relaciones que le  colocarían dependiente de cualquier colectivo indiscriminado?.

Este es el desafío al que nos enfrentamos al entrar en un siglo XXI que habría terminado, realmente terminado, con la Europa del siglo XX. Uno y otro no tienen nada de mediocre, y la aventura que comienza es estimulante: cuestión de lo universal y lo singular, de lo mismo y del otro, del poder y de la libertad, etc., etc. No podemos olvidar, tampoco, la mundialización de las finanzas y los sistemas informáticos que son capaces de acciones tan rápidas, tan complejas y tan múltiples que escapan al control humano, como reconocen los altos responsables políticos…cuando pierden el poder.

Unas notas sobre el cuerpo humano Si pensamos en el cuerpo humano, en lo que queda en él de natural, constatamos que deviene la última frontera de la fábrica industrial de lo real pues la intrusión de la técnica en la procreación, en la mejora de las performances físicas, en la producción del deseo, del placer y de la larga vida (pretendidamente “buena vida” que no es lo mismo que la “vida buena”), promete cambiar todo lo que creíamos saber sobre el individuo, el destino y la carne. Una nueva estética, una nueva moral, una nueva espiritualidad, habría que decir una nueva mística, emergen en nuestras vidas. Después de la “salida de la religión” habrá que escribir quizás la “invención de la religión” pues, obviamente, lo que se entendía antaño como religión- el confesonario, las flores a María etc.- no permanecerá. Se diluirá. Desaparecerá.

La nueva condición política. Estamos entrando en una nueva condición política, y esta entrada no está precedida por ningún testamento. Pasamos una puerta que nadie antes había atravesado, la que separa lo próximo de lo lejano, los suyos de los otros, el "nosotros" de "ellos", la puerta a la confusión.  La utopía de un gobierno mundial es la tentativa de una dictadura mundial, obviamente no expresada de esta forma. (El término dictadura está mal visto. Su práctica cada vez más extendida y en más ámbitos. Pero este tema exige tratamiento propio) La sociedad abierta es nuestro peor enemigo cuando sostiene que todos somos los mismos y que no hay salvación ni descanso para quien lo niega y se reivindica a sí mismo. Esto es lo que nos hace pensar la ideología europea de los últimos treinta años, la ideología de la reducción de las fronteras que sería la condición de una democracia universal por la movilidad infinita, la libertad como indeterminación, la abundancia que desarmaría todo conflicto y toda pasión política. Pero la supresión de las fronteras de los estados no supone, en absoluto, el final de los conflictos de naturaleza económica, social, religiosa o étnica. Aquí encontramos el secreto peor guardado de la anunciada era post-nacional, post-moderna, post-social: la guerra de todos contra todos tiene todas las probabilidades de suceder a las guerras entre las naciones, que ya son imposibles; y la guerra de las civilizaciones, se convierte, de hecho, en miserables guerras de calle, de eliminaciones perfectamente determinadas y un odio de lo cotidiano que los dispositivos de obediencia y de pacificación forzadas por el imperio de la ley, (mas exactamente por la ley convertida en anónimo “dictat” imperial) bloquearán, por algún tiempo, algunas de sus manifestaciones más explícitas y duras pero sin reducir sus causas. ¡Bienvenidos a este edén de las ciudades cosmopolitas con sus zonas francas para los mayores detentores de poder!.
En definitiva una de las características de la civilización occidental actual reside en el rechazo del “otro” como “otro”, pero no por afirmación indebida del “nosotros”, excluyente de los “otros” (propio, por ejemplo de los nacionalismos etnicistas) sino por la voluntad de imponer la “mismidad” universal. Pero hay que añadir que esta obsesión de la uniformización es otra forma, más sibilina pero a la vez más real, de racismo (siempre a salvo de experiencias de exterminación en tiempos pasados, como, por ejemplo, el colonialismo, el periodo nazi o el estalinismo), pues es un racismo que niega al “otro” obligándole a fundirse en el magma de la “mismidad” universal. Como leo en un comentario al libro, la apuesta de Hervé Juvin es un alegato  a favor del “Otro”, de todos los “Otros”, una alegato por la diferencia y la pluralidad, pues si tu reconoce a los “Otros” reconoces, al mismo tiempos, otros “Otros”, una infinidad de “Otros” lo que, al mismo tiempo es una salvaguarda del “Nosotros”.

Universalismo versus pluralidad

El dilema en este momento se sitúa entre universalismo versus pluralidad y es la apuesta por la pluralidad lo que supone una auténtica bocanada de aire fresco en este mundo globalizado. La humanidad ha constatado estos últimos decenios que la globalización nos ha llevado- es ya una banalidad decirlo- a un individualismo despersonalizado e incapaz de oponerse a sus fundamentos básicos que Juvin describe en estos términos: “la proclamación de una era post-nacional, las agresiones organizadas contra las naciones europeas y los pueblos del mundo tienen un mismo objetivo: asegurar a la revolución capitalista. Aunque no hay que olvidar, me permito añadir, que el capitalismo no es uniforme. Recuérdese el importante estudio de Michel Albert “Capitalismo contra capitalismo” Paidós. Barcelona. 1992. Hoy lo trasladaríamos a la distinción entre el capitalismo productivo en un Estado de Bienestar y el capitalismo financiero, desgraciadamente imperante (por el momento) que es en el que piensa Juvin cuando escribe que “los índices macro económico-financieros son los que dictan las decisiones y los comportamientos sin que su verdadero fundamento sea jamás examinado”. No otra cosa decía, el gran sociólogo Edgar Morin a sus 93 años de edad, en septiembre de 2014 en una conferencia en Paris: “La mundialización es un movimiento totalmente incontrolado pues está propulsado por la ciencia a su vez incontrolada. La técnica incontrolada sirve básicamente para esclavizar al hombre. La economía está igualmente incontrolada”.

De ahí, sostendrá con fuerza Hervé Juvin en las conclusiones de su libro, la necesidad de trabajar por una ecología humana, una ecología de la diversidad de civilizaciones que es lo contrario de la pretendida unidad del género humano. Una ecología, que tenga en cuenta las fuerzas de separación, las lógicas de la distinción y de las pasiones y gustos discriminantes que conforman el honor y la vida de las sociedades humanas. “Una nación que no decide las condiciones de acceso a la nacionalidad y a la residencia sobre su suelo no es una nación libre. Se pueden criticar esas condiciones, juzgar que unas son mejores que otras…pero no se puede impedir a una nación que las tenga”. En efecto, unas son mejores que otras me permito apostillar. Hay pueblos y naciones que acogen al diferente, al emigrante más precisamente; otros quieren construir cada vez más muros de contención y más exigencia para permitir la residencia del “otro” en su suelo. Lo estamos viendo estos meses en los estados de Europa.

Nación invadida o guetizada. Pero es cierto, también, que “una nación que se ve dictar del exterior las condiciones de acceso a la nacionalidad, de residencia sobre su suelo, no es una nación libre. Es una nación abierta a la invasión. Es una nación cuya lengua, leyes y costumbres no son ya las propias sino la de los movimientos de población que ella constatará, en su suelo, sin haberlos escogido, soportará sin haberlos querido, y que decidirán, lengua, leyes y costumbres, en su lugar”. Pero, afortunadamente Juvin puntualiza estas afirmaciones para no caer en el gueto. En efecto, escribe que “no se trata de encerrarse unos y otros en un peligroso esencialismo iletrado, que atribuya caracteres definitivos a la religión, el origen, la raza o la nacionalidad (de cada nación). No se trata, ni muchos menos, de encerrarse cada uno en su etnia, en su fe o en sus orígenes en un determinismo absoluto. Pero, menos aun, identificar a los pueblos en un modelo único, reducirlos a lo mismo, a la conformidad y a la regla de lo único”. Aplaudo a dos manos.

Como se ve estamos en plena confrontación entre lo singular y lo global, lo local y lo planetario. El autor apuesta claramente por lo primero. Lo dice así: “la ecología de las civilizaciones se desarrolla en la expresión política de la primacía de la diversidad cultural e identitaria sobre la unidad operacional de las técnicas y de las reglas (el autor piensa en la nuevas TIC y en la preponderancia abusiva, a su juicio, del derecho)”. Aplaudo de nuevo. OK. ¡Excelente!. Y pone algunos ejemplos.

Una ley en Texas difícilmente funcionará en Grecia y un modo de “gobernanza” en Munich no tiene ninguna posibilidad de funcionamiento en Luanda. Y concluye afirmando que “nuestra tarea histórica es considerable: debemos hacer renacer la diversidad colectiva. Redescubrir que la historia, el origen, la raza, la lengua, la fe, la cultura tienen un sentido, y que ese sentido no es el de las jerarquías actuales, el de los niveles o estados de desarrollo y el de las barreras sucesivas en la escala del progreso”.


Como ven estamos ante un libro de tesis. Un libro que hay que leer pues rompe con muchos clichés sobreentendidos, obliga a pensar, a violentar nuestras propias convicciones, lo que no quiere decir en absoluto que haya que desecharlas. Yo etiquetaría al autor como un “disidente liberal” y, como tal, rechazaría la aceptación acrítica de sus planteamientos pues daría en la línea de flotación de su tesis: la defensa de los individuos como personas libres (autónomas y responsables) en sociedades y comunidades, también libres en relación y reconocimiento del “otro” como “otro”.

 
Publicado en la web ssociólogos el 06//05/15 en este enlace: http://ssociologos.com/2015/05/06/la-pluralidad-debe-superar-y-vencer-la-uniformidad-galopante/

Javier Elzo

Catedrático Emérito de Sociología. Universidad de Deusto

La soberanía popular acorralada por el Tribunal Supremo

 

La soberanía popular acorralada por el Tribunal Supremo

“El Tribunal Supremo (TS) ha avalado que las escuelas catalanas impartan un 25% de las clases en castellano y ha fijado, además, que deben darse en este idioma no sólo las asignaturas correspondientes a esta lengua, sino también alguna de las materias troncales. El porcentaje fue recurrido por dos padres de alumnos, que solicitaban que se fijara en un 50% y por la Generalitat de Catalunya que entendía que el TSJ, cuando fijó ese criterio, estaba suplantando una potestad que le correspondía a la administración catalana”. (La Vanguardia 09/05/15)

He aquí un ejemplo claro de cómo la Administración de Justicia, una vez más, complejiza y politiza un problema que afectaba a una ínfima parte de ciudadanos. Solamente dos padres recurrieron en justicia el modelo educativo aprobado por la soberanía popular, expresada, legalmente, por el Parlament catalán, donde, por cierto, se sientan parlamentarios que no están de acuerda con lo que la mayoría decide pero, democráticamente lo aceptan. Lo que al Tribunal Supremo parece no importarle nada y no respeta la mayoría del pueblo catalán.   

Parece que es mucho pedir que el Tribunal Supremo aplique el principio de proporcionalidad, ya en la admisión a trámite de una denuncia, y más aún en la sentencia. El problema que plantean los dos padres que presentan la denuncia se puede resolver, muy fácilmente sin necesidad de modificar una ley, insisto fuertemente en ello, legítima y democráticamente adoptada. Pues ¡no!. Hay que modificar la ley.
 
Me dirán que lógica judicial no tiene porqué adaptarse a la lógica democrática de las decisiones de la gobernanza. Así parece en efecto. Pero entonces tenemos un problema, no con la gobernanza democráticamente ejercida sino con la Justicia que, una y otra vez, se la salta. Así nos va.

sábado, 2 de mayo de 2015

Une fraude en France via PasseTonBillet, mineur mais significatif


Une fraude en France, mineur mais significatif

Texto en castellano abajo

Manifestement pendant 10 jours j´ai fait l´objet d´un système organisé de fraude pour l´achat de mes billets pour deux concerts de musique classique à Paris pour le 4 mai à la Philharmonie, et le 5 pour le TCE. Ils n´ont pas réussi à obtenir ni mes billets ni mon argent. Mon portefeuille me permet de ne pas encaisser les 90 € des mes deux billets proposés à la vente avec une réduction du 40 %, a traves la web de « passetonbillet » qui n´a pas répondu à mon premier courrier. Il y aura un deuxième que j´envoie cet après midí.

C´est triste. Très triste. ¿Ou va la France ?.

Adressé a « passetonbillet »: Courriel envoyé le 2 mais, dans l´après midi, à 58 adresses emails (souvent les mêmes) reçus pour l´achat de mes billets, via « passetonbillet ». Je vous est envoyé il y a une semaine un autre courriel en vous explicant la situation. Pas de réponse de vôtre parte. Répondrez vous cet fois-ci ?.

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Aujourd´hui, 10 mai, je constate que PasseTonBillet. n´a pas repondu à mes deux courriers. Pour vôtre informatión.

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Texto en castellano

Un fraude francés de poca monta pero significativo

Esta tarde he enviado 58 emails como este a otros tantos correos recibidos, vía “passetonbillet”.

Manifiestamente durante 10 días he sufrido un sistema organizado de fraude pretendiendo comprar dos billetes para dos conciertos en Paris, el día 4 en la Philharmonie y el día 5 en el Teatro de los Campos Eliseos. No han conseguido ni los billetes ni el dinero. Afortunadamente puedo permitirme no vender fraudulentamente dos entrados por 90 €, con una reducción del 40 % al no poder desplazarme a Paris. Me parece muy grave que la web “passetonbillet” no haya respondido a mi correo, hace una semana, cuando ya atisbé que estaba ante un fraude organizado. Les enviaré otro correo.

Es triste. ¡Pobre Francia, en decadencia total!

He enviado copia de este texto en francés esta tarde a “passetonbillet”

Hoy, 10 de mayo, constato que PasseTonBillet no ha respondido a ninguno de mis dos correos. Para su información.