sábado, 29 de noviembre de 2014

Un olvido injustificable: “El abrazo de los muertos” de José de Arteche


Un olvido injustificable: “El abrazo de los muertos” de José de Arteche

 
José de Arteche es un escritor injustamente olvidado. Publicó más de veinte libros, de historia y de ensayo. Nació en Azpeitia el año 1906 y murió en Donosti el año 1971. Hasta un año antes de fallecer no pudo publicar el original de su obra “El abrazo de los muertos”, que es, en realidad, su propio diario de la guerra civil. Para él el más importante de sus libros.

Un amigo “xagutarra”, a propósito de mi último libro, “Tras la losa de ETA…” me envía algunos de los párrafos finales del libro de José de Arteche. Son escalofriantes. Léanlos, por favor:

“A los veinte años del comienzo de la guerra, asisto a una violenta discusión entre personas que militaron en un mismo campo en aquel entonces, pero ya profundamente separadas en la apreciación  de la tragedia.

Impresión desoladora. Nadie tiene ojos sino para considerar los crímenes ajenos; nadie tiene ojos para considerar los crímenes del campo propio. Es inútil hablar a estas alturas de cómo hubieran sucedido entonces las cosas si éstos, aquellos o los de más allá hubiesen obrado de esta, de la otra  o de aquella forma; la verdad más simple y pura es que la guerra civil del 36 al 39, es la guerra civil más espantosa de todos los tiempos.

Y es esto lo que los hombres de mi generación no quieren ver de ningún modo. Los hombres de mi generación no tienen remedio; se extinguirán sin querer confesar su tremendo pecado de cainísmo. Todos permanecen instalados en sus criminales puntos de partida. Nadie dice que hay que rectificar, nadie dice que hay que pedir perdón. (…)”

Duras palabras. Comprobarán que Arteche añoraba la reconciliación, nada más terminar la guerra civil. Tardó 31 años en poder escribir lo que pensaba. ETA, justo había comenzado su cruel estadística. Antes de la publicación del libro de José de Arteche ya tenía en su mochila tres asesinatos. ¿Nihil novo sub sole?. No creo. Estaban peor que ahora hace setenta, sesenta, cincuenta y cuarenta años…aunque sin la losa de ETA y lo que ello supuso. Gracias, aunque demasiado tarde ,al menos por mi parte, a José de Arteche por su lucidez.

jueves, 20 de noviembre de 2014

Mis notas en la presentación del libro “Tras la losa de ETA"


Notas de Javier Elzo para la presentación del libro “Tras la losa de ETA. Por una sociedad vasca justa y reconciliada”

(Ed. PPC. 2014 a quien agradezco, sinceramente, que lo haya publicado)

 
Objetivo central del libro:


-        Este libro está pensado en clave de futuro. Cómo abordar la situación que se ha generado tras tantos años de dolor, desde la existencia de ETA particularmente, en los últimos cuarenta años. Mi punto focal, mi mayor preocupación en la reflexión, es cómo abordar la memoria justa, la memoria obligada de lo sucedido, para no caer ni en el olvido ni en la repetitiva rememoración paralizante del dolor padecido.

-        Cómo dar cuenta de esta realidad, cómo proyectar, en consecuencia, un futuro de concordia, reconciliación y convivencia, sin caer en equidistancia injustas, pero sin caer tampoco en la dinámica de vencedores y vencidos.
 

Tres partes en el libro, como si de una opera u oratorio se tratara:

 
1er Acto. La trama. Contiene dos capítulos

-        Un breve repaso a los cuatro actores globales de la sociedad actual:

o      la gran mayoría de la sociedad,

o      ETA, la izquierda abertzale y su mundo;

o      las victimas;

o      los reconciliadores

-        Seis actores individuales

o      José Mª Portell

o      Miguel Ángel Blanco

o      Txema Auzmendi

o      María Teresa Castells

o      Dos jóvenes

2º Acto. El personaje central de la trama: ETA. Contiene 4 capítulos

-        Del MLNV al EH Bildu, pasando por Sortu

-        La actitud de la sociedad vasca ante ETA

-        La actitud de la juventud vasca ante ETA

-        Cómo se han legitimado ETA y sus componentes a si mismos.

3er Acto: La sociedad vasca tras la losa de ETA

-        Sobre las víctimas y sus tipologías

o      El Informa base promovido por el Gobierno Vasco

o      El Mapa del Terror de Covite

o      La tortura en Euskadi

-        Sobre la reconciliación

o      ¿Tiene sentido hablar de reconciliación?

o      Condiciones para la reconciliación

o      Reflexiones sobre el perdón, sobre pedir perdonar y perdonar 

-        Mirando al futuro

o      Un terrorista habla con su hijo

o      Sobre la memoria justa, la memoria obligada.

o      Sobre las relaciones entre la identidad “idem” e “ipse” de lo vasco, como clave de futuro

o      Los agentes de reconciliación, hoy en Euskadi

 
Algunas ideas básicas del libro

-        ETA no representa al pueblo vasco. La expresión “ETA herria zurekin” es falsa

-        La violencia de ETA, el terrorismo de ETA, no es la consecuencia inevitable del conflicto vasco, sino la constatación, por parte de ETA y quienes la apoyan, de que no lograrían sus objetivos por medios pacíficos y democráticos. Su violencia es originaria y consecuencia de ser un movimiento totalitario de signo nacional-revolucionario, el MLNV. No estamos ante una violencia secundaria.

-        La violencia de ETA no es subsumible, diluible, en el magma de la violencia existente en el País Vasco.

-        La violencia de ETA no es la única violencia injusta que hemos padecido en el País Vasco, los últimos 40 años: el GAL, el Batallón Vasco Español, sin olvidar las innumerables torturas y malos tratos de algunos miembros de Fuerzas de Seguridad. Pero la violencia de ETA es la más grave, la más prologada, la que más víctimas mortales ha causado.

-        Además ETA se ha atribuido la representación del pueblo vasco y ha asesinado, aterrorizado, extorsionado etc., en nuestro nombre, en nombre del pueblo vasco. Así ETA ha escrito la página más negra de la historia del pueblo vasco. Pues, para colmo, lo ha hecho en su nombre y pretendiendo liberarnos.

-        Hay diferentes etapas y niveles en el “vivir con”: la coexistencia, la convivencia incompleta con zonas de sombra (no se habla del pasado en el tema de la violencia), la convivencia plena (asumiendo cada uno su historia personal). No otra cosa es el ejercicio o la apuesta de la reconciliación, poniendo en común diferentes historias y relatos del pasado, para compartir el dolor de los otros, sin recrearse ni retenerse en ese dolor, y así dar paso a la convivencia plena y auténtica.

-        Este libro está dedicado a los hacedores de concordia, convivencia y reconciliación. Cual manchas de aceite en diferentes puntos de la geografía vasca quizás consigan que la era post ETA no pueda equipararse a la era post-franquista donde triunfó el silencio del olvido. Olvido de victimarios y de víctimas.

-        Hay una memoria individual, como tal intransferible, una memoria colectiva que muchas veces corresponde a la memoria de una parte de la población y, por último, la memoria histórica, la que construyen con el tiempo los historiadores, aunque rara vez llegan a un mismo relato. Por eso en Euskadi es imposible pensar en único relato, pero sí en un relato compartido, en el sentido de que hemos sido capaces de escuchar el relato de los que piensan de forma diferente a la mía, a la de los “míos”.

-        Hay que buscar la memoria justa, el deber de memoria por la deuda contraída con los que más han sufrido, particularmente las víctimas de violencia injustas. Hay que superar la “memoria impedida”, la memoria que nos impide ver lo que hemos mal hecho o han mal hecho los “míos” tratando de ocultárnosla en la recámara de nuestra memoria para que no salga a flote, así como la “memoria manipulada”, la memoria con la que se pretende construir una identidad, por lo que magnificaremos lo que nuestros antepasados han hecho de positivo y ocultaremos lo negativo.

-        Para algunos la reconciliación contraviene a la justicia, y

o      la consideran innecesaria. La reconciliación es cosa de personas individuales. Se trata de algo privado e intersubjetivo.

o      la reconciliación es imposible, pues exige ir a la raíz del conflicto y llegar a una interpretación compartida de su origen, lo que la historia muestra que parece inviable

o      La reconciliación es una infidelidad a las víctimas que se pierden en el olvido.

o      La reconciliación es un sinsentido en el caso vasco donde nunca ha habido dos bandos sino uno que ha agredido y el otro que se ha defendido.

o      Algunas víctimas siente la reconciliación como una imposición humillante.

o      Para otros, reconciliación equivale a impunidad.

-        La reconciliación exige

o      Aceptar la totalidad de los hechos violentos. No limitarse a subrayar lo que “los nuestros”, “los míos” han padecido. También lo que “los otros” han sufrido.

o      No solamente reconocer el daño causado sino la afirmación de que nunca más se volverá a utilizar la violencia terrorista o la injusta violencia antiterrorista. La reconciliación exige una promesa de futuro. No se puede asesinar ni torturar en nombre de una idea.

o      La reconciliación exige, como condición “sine qua non”, la superación de la dialéctica “nosotros” y los “otros”.

o      La reconciliación exige reconocer, reparar y ayudar a las víctimas.

o      La reconciliación presupone una justicia justa

o      La reconciliación entre victimario y víctima exige del primero que pida perdón y de la víctima que esté dispuesta a aceptar su demanda de perdón

-        Para lograr la reconciliación a nivel social, hay que tener presente y superar el riesgo de la intolerancia. Me limito a dos citas:

o      A) Antony Beevor .(“El País” 26 de Junio de 2006) “Después de que Franco muriese en 1975, el mundo entero admiró el paso de España a una monarquía constitucional y a la democracia. Pero el proceso requirió que se llegase a lo que después se llamaría el pacto de olvido. Ningún general o torturador fue sometido a juicio. Ninguna comisión de la verdad analizó el pasado de España. (…..) Lo que España necesita ahora es un pacto de recuerdo, no de olvido, pero debe enfocar la memoria de un modo que evite los fantasmas propagandísticos del pasado que se alimentan a sí mismos; que reconozca libremente las peligrosas consecuencias de negarse a transigir. Los españoles tienen muchas y grandes virtudes, especialmente la generosidad, la imaginación, el sentido del humor, el valor, el orgullo y la determinación. Pero no suelen distinguirse por intentar comprender el punto de vista del adversario. Es un vicio infravalorado. La tragedia de la Guerra Civil es sin duda el recordatorio más fuerte del peligro de despreciarlo”.

o      B) Más cercano en el tiempo. Javier Cercas (“El País” Babelia 15/11/14). “Yo creo que , desde hace siglos, el mayor problema de este país (piensa en Catalunya y en España) es la intolerancia: nuestra incapacidad para mantener un diálogo civilizado sobre las cosas para aceptar la discrepancia….la catástrofe de nuestro país (consiste en que) si tu no piensas lo mismo que yo, cojo un garrote y te lo parto en la cabeza”

o      Hago mías las palabras de Beevor y de Cercas y las aplico, “mutatis mutandis” a Euskadi. Este libro es un esfuerzo para, en Euskadi, superar la intolerancia y propugnar la escucha del adversario. Sin menoscabo de la justicia, simplemente, justa.

-        En Euskadi la reconciliación ya tiene camino andado: lo expreso con detalle en las últimas páginas del libro. Baste recordar aquí los nombres (pidiendo de entrada excusas por los olvidos) de Gesto por la paz, Bakeaz, Gernika Gogoratu, Denon Artean, Lokarri, Fundación Fernando Buesa y los dos organismos dependientes del Gobierno, liberados uno por Maixabel Lasa con el apoyo constante de Txema Urkijo y en la actualidad por Jonan Fernández. Todo ello sin olvidar los encuentros restaurativos, el Plan Nanclares, la experiencia Gleencree…

-        A lo que hay que añadir un número importante de pequeños grupos de personas, repartidos a lo largo de la geografía de la CAV y de Navarra que, desde historias y relatos personales distintos, han decidido compartirlos en un ejercicio de encuentro, concordia y, si fuera preciso, reconciliación. En mi libro señalo, explícitamente, trece grupos. Ya el libro cerrado he sabido que hay bastantes más.

-        Es, en gran parte, en base a estas experiencias de encuentros de grupos de diferentes por lo que confío que la era “tras la losa de ETA” no se asemeje a la era “tras la losa de Franco”

Texto utilizado en

. Donostia el 18 de noviembre de 2014 en el Museo San Telmo, en Mesa redonda compartida con Iñaki García Arrizabalaga e Iñigo Lamarka, y José María Felices de la editorial SM-PPC.

. Bilbao el 19 de noviembre de 2014 en una sesión de Deusto Forum compartiendo Mesa con Galo Bilbao y Jesús Loza, y José María Felices de la editorial SM-PPC, presidiendo el acto José Luis del Val, Presidente de Deusto Forum de la Universidad de Deusto. En Deusto inicié mi intervención con estas palabras: No puedo comenzar, hoy, aquí, en Deusto Forum, sin recordar, con emocionado agradecimiento, los once años de trabajo, en mi querida  Universidad de Deusto, precisamente coordinando las labores del Forum. Eskerrik asko.

Ongi etorri, Mani!. Cuando nace un nieto


Ongi etorri, Mani
 

¿Por qué traer hijos a un mundo que se presenta, con frecuencia, hostil, inhóspito e incierto donde el futuro no está, en lo más mínimo, asegurado?. ¿Por qué traer hijos cuando se dice que será la primera generación que vivirá peor que sus padres?. ¿Por qué cuando ya no vale aquello de que vienen de penalty, por un descuido de sus padres, con la profusión de medios anticonceptivos que tenemos y, si a pesar de todo, descuido hay, la interrupción del embarazo está asegurada en las diez o doce primeras semanas del embrión?.

Ciertamente los estudios sociológicos, más aun los demográficos, muestran que las tasas de natalidad en casi toda Europa occidental no permiten la reproducción de la especie. Medio en broma, medio en serio, he solido decir y escribir que, si las actuales tasas de fertilidad entre los autóctonos en Euskadi siguen como están, en unas cuantas generaciones la cuestión vasca se difuminara pues ya no habrá vascos: nos diluiremos en el magma de Europa occidental. Puestas así las cosas Otegi no llegará a tiempo ni a plantear, menos aún pretender, “su” independencia para Euskadi. (Lo de la “ética revolucionaria” me ha impactado. ¿Todavía sueñan con los viejos tiempos del Iraultza ala hil?). Ciertamente no sería el primer pueblo que desapareciera en la historia. Pero, a mí al menos, eso me escuece.

Pues, en estas, aparece Mani. A mil kilómetros de Euskadi, pero su madre, nuestra hija, es vasca y orgullosa de serlo. Tanto que no solamente nos pide que nos dirijamos a Mani en euskera sino que su marido, un puro francés nacido en un lugar emblemático de la resistencia francesa al invasor nazi, ha decidido aprender euskera con un argumento tumbativo: quiere entender lo que su madre le cuente a Mani cuando se dirija a su hijo, obviamente en euskera. Tanto que, él solo, el padre de Mani, estudió el Bakarka 2 y durante quince días se encerró en un barnetegi. Y ya se expresa en euskera.

Y Mani vino al mundo un 16 de octubre en un hospital de Grenoble, en medio de cuidados mil, normas dos mil y atenciones infinitas. ¡Pobre criatura!: cuando le despertaban para ponerle el termómetro me permitió constatar que, ya con dos días de vida, tenía el nervio de su madre y el de su abuela, dos vascas de las de siempre. Mani es un crío determinado. ¡Cómo grita cuando tiene hambre buscando el pecho de su madre!. Su acusado mentón, la frente despierta, el moflete un tanto pronunciado me hizo pensar en el joven Whiston Churchill, quizás porque visioné un programa recientemente en la TV dedicado a la figura del premier británico. Cosas de abuelo. A mi no se me parece en absoluto, para tranquilidad de su madre: no tiene mi nariz.

Me preguntaba al comienzo de estas líneas por qué traer hijos a este mundo, tan incierto, en el que, digámoslo claramente, en Euskadi, en España y en gran parte de los países europeos la ayuda a la familia es sencillamente ridícula, siendo la excepción, precisamente, Francia. De ahí en gran parte que tengan casi asegurada la reproducción: 2,0 hijos por madre en edad fértil. En Euskadi debemos andar por 1,3 o 1,4.  

Hace varios años, en diferentes foros, reflexioné sobre el papel crucial de la educación en la primera infancia y, más en concreto, en el primer año de vida de un niño o niña. Lo hice, en parte, de la mano de Gösta Esping-Andersen, sociólogo danés mundialmente reconocido como uno de los grandes expertos en el modelo social europeo. Acababa de publicar un libro, corto y excelente, “Los tres grandes retos del estado de bienestar” (Ariel, Barcelona 2010). Señalaba estos: el cambio del papel de la mujer en la sociedad, promover la real igualdad de oportunidades de los niños y garantizar las prestaciones a los jubilados del futuro.

En la pagina 94 del libro podemos leer: “he tratado de sintetizar lo que sabemos a propósito del aprendizaje en la primera infancia. En primer lugar que hacer cuidar al niño fuera del domicilio durante el primer año de vida puede perjudicar su desarrollo futuro (aunque añadía inmediatamente que) si el cuidado exterior es de buena calidad (el autor piensa en las guarderías), sus efectos sobre los resultados escolares de los niños son manifiestamente positivos, sobretodo para los niños menos privilegiados. Positivos también, después de la escuela, ya en la edad adulta”.

El niño es un bien social de primer orden. No es fácil cuantificarlo con exactitud. Los pocos estudios realizados vienen de EEUU y es complicado trasladarlos a Europa. Así y todo es muy llamativo constatar que “el precio de un año de encarcelamiento en EEUU se mueve alrededor de los 50.000 dólares, precio que resulta ser equivalente al de un año de estudios en Harvard” o que “la pobreza infantil engendra en EEUU costes sociales equivalentes al 4% del PIB, resultado del vínculo entre pobreza, fracaso escolar y delincuencia social”. (P.60).

En otras palabras, invertir en la educación de los niños, particularmente en el primer año de su vida, no es solamente un asunto de solidaridad. Es también inversión social de futuro. Hay que ayudar a los padres más desfavorecidos, especialmente a las unidades familiares monoparentales que, en su gran mayoría, son mujeres con niños a cargo. Ayudar quiere decir un salario, al menos durante los doce primeros meses de vida de su hijo (si lo consagra a su educación), salario que se contabilice a la hora de su jubilación y pensión correspondiente, como año trabajado. Ayudar supone fomentar sistemas de guarderías con amplio horario, también los fines de semana pues, también los padres tienen que descansar para bien educar a sus hijos.

Si ustedes piensan que esto solamente lo pueden hacer los países ricos les diría que allí donde están en ello (no necesariamente los de mayor poder adquisitivo “per capita”) disminuyen las diferencias entre las clases sociales y se reduce la pobreza, la marginalidad y la delincuencia. Invertir en la educación de un niño de un núcleo familiar sin recursos, ayudando a sus padres, es invertir en el futuro de la sociedad.

Mani ha tenido la fortuna de nacer en una familia moderna, internacional, abierta a la globalización, con dos padres que se quieren, mucho, y que le adoran. Es un privilegiado. Está en buenas manos hasta que, ya adulto, con los valores que sus padres le hayan transmitido, decida su vida por sí mismo. Mani es un franco-euskaldun que lleva el nombre de una figura emblemática del siglo III d. c. al que el inmenso Amin Maalouf consagra el segundo de sus libros, “Los Jardines de la luz”, Alianza 2003). Mani buscó siempre la verdad sin querer imponerla a nadie. Era creyente por libre, respetuoso de las demás creencias. Mani es un nombre sanscrito, una lengua ya muerta, que se traduce por bijou en francés, joya en castellano, gem en inglés, bitxia en euskera. Eta, benetan, Mani, izugarrizko bitxi bat da. Ongi etorri gure mundua, Mani.

Grenoble 16 de octubre de 2014 - Donostia 30 de octubre de 2014

Publicado en DEIA y en Noticias de Gipuzkoa el 2 de noviembre de 2014