domingo, 30 de octubre de 2011

Alivio e irritación (tras el cese armado de ETA)


Alivio e irritación, de Javier Elzo en La Vanguardia


La sociedad vasca, en su inmensa mayoría, nunca ha justificado la violencia etarra. Incluso en los tiempos de Franco, la cifra porcentual no llegaba a los dos dígitos. Lo que quiere decir, entre otras cosas, que nunca la totalidad ni, en la mayor parte de los casos, la mayoría de los votantes a Batasuna, en cualquiera de las denominaciones con las que se presentó a las diferentes elecciones, defendía la violencia de ETA. De ahí que la denominación “ETA-Batasuna”, para designar a un colectivo determinado, denominación tantas veces utilizada en estos los últimos años, sea falsa. Pero, además de falsa, explica uno de los ingredientes que tanto han irritado, a mí también, en esta semana en la que hemos vivido la conferencia de Aiete, su aquiescencia posterior por la izquierda abertzale y el comunicado de ETA declarando el “cese definitivo de su actividad armada”, observando cómo los miembros de esa izquierda abertzale aparecían en sus ruedas de prensa como los más felices del final de ETA, incluso dando a entender que este final hubiera llegado gracias a ellos. Parecería que gracias a la izquierda abertzale hubiéramos alcanzado la paz, en realidad el final de la violencia terrorista.