(Publicado en "El Correo" el 29 de marzo de 2009)
No es bueno gobernar a tenor de lo que digan las encuestas.
Hay que tener convicciones y proyectos y no ser una veleta según venga la
dirección del viento. Un político de altura debe ser capaz de poner proa a lo
que lleve madurado, y considere bueno para su país, incluso defendiéndose de
sus propios partisanos. Se lo he escuchado varias veces a Jordi Pujol y a
alguno más. Creo que tienen razón.
Pero así mismo me parece un contrasentido querer gobernar al
margen de lo que, una y otra vez, está solicitando la mayoría del pueblo. Me
temo que es lo que puede suceder si, como parece, al final se conforma un
gobierno PSE-PP en Vitoria - Gasteiz. Sostengo que este gobierno, no solamente
es legal y legítimo sino que tiene una serie de virtualidades positivas que no
se le pueden, ni deben, negar. Pero, en mi modesta opinión de simple ciudadano,
y más allá de mis opciones políticas bien conocidas, sostengo también que hay
otra formula de gobierno notoriamente mejor. Es lo que intento mostrar en estas
líneas.