domingo, 30 de junio de 2013

Fauré en el Auditorio Nacional


Fauré en el Auditorio Nacional

Ayer, sábado 29, levitamos en el Auditorio Nacional con el Réquiem de Fauré, la Filarmónica de Berlin, con Rattle a la batuta, y el Orfeón Donostiarra de los mejores días. ¡Qué gozada!. Alfonso Aijón (para quien no lo sepa, alma mater de Ibermúsica que se merece el aplauso de todos los melómanos) me decía, justo antes del concierto, que el ensayo había sido soberbio y que Rattle así lo había manifestado. Pero que a veces los ensayos salen mejor que los conciertos, añadió. Al termino del concierto volví a encontrármelo y, a mi interrogación, respondía que el concierto fue soberbio (y dos críticos musicales con quienes conversé eran de la misma opinión) pero que el ensayo fue aún superior. Y añadió Alfonso: con tanto público es difícil controlar el volumen sonoro. Personalmente, sin sus conocimientos, también percibí que en la primera parte, en algunos momentos, la orquesta tapaba un tanto los increíbles pianísimos de las voces blancas del Orfeón para, a partir del Sanctus, conjuntarse plenamente. Para la anécdota, quiero señalar que Rattle se acercó al coro y los levanto en medio de una ovación de gala. Sany (para los que no sepan, José Antonio Sainz Alfaro, director del Orfeón) se paseaba nervioso al inicio (le transmití la opinión de Rattle tras el ensayo) y feliz y relajado al final recibiendo las felicitaciones de todos.

Las opiniones de Aijón sobre las bondades de las interpretaciones en los ensayos y en el concierto me traen a la memoria una anécdota de Mravisky que pretendió anular un concierto pues, aducía, que no lograrían alcanzar el nivel del ensayo.  

Un comentario al paso. Fauré era agnóstico y, salvo error, compuso el Réquiem menos tremendista de entre los más escuchados. Una meditación de menos de 40 minutos. Una oración laica. Maravillosa obra.

Más controlados y vigilados, y más inseguros


Más controlados y vigilados, y más inseguros
 

Una redacción más breve de estas líneas se publicó el sábado 29 de Junio en El Diario Vasco, bajo el título de “¿Qué privacidad nos queda?”. (Accesible solamente previo pago)

No hace muchos años dando una conferencia en San Sebastián (creo que era en la meritoria asociación Eresbil) me posicioné en contra de la acumulación de controles de todo tipo a los que nos vemos sometidos los ciudadanos: video vigilancias por doquier, en la calle y en los establecimientos públicos y privados, la estupidez histérica que domina los accesos a los aviones y ahora también en la estación del Norte en Donosti, (pero no en Vitoria, por ejemplo, vaya Usted a saber por qué), que en Alsa te pidan el carnet de identidad si has sacado tu billete por Internet para ir de Donosti a Bilbao (por cierto, ¿cuando la todopoderosa PESA va a implantar la venta de billetes por Internet con selección de asientos), y podría seguir con los ejemplos. Pues bien, una señora en la sala de conferencias me dijo que ella agradecía que hubiera esas cámaras de video vigilancia pues así andaba mas tranquila por la ciudad. Además, añadió, que recientemente (en aquellas fechas) se había podido detener a un violador gracias a una cámara de vigilancia. Obviamente, - creo recordar bien -  recibió el aplauso de los asistentes a mi conferencia.

Traigo este tema, una vez más a esta columna, y sospecho que no será la última, por el revuelo que se ha montado tras las revelaciones sobre el espionaje de la Agencia Nacional de Seguridad de EE.UU, realizadas por el ex empleado de la CIA Edward Snowden. Después, también por revelaciones del mismo Snowden, hemos sabido que la Sede de Comunicación del Gobierno Británico había interceptado el tráfico internacional de llamadas de teléfono e Internet a escala masiva. El Presidente Obama, ante las cuerdas por este tema, máxime cuando criticó a su predecesor por implantarlo, afirmó que “no se puede tener un 100% de seguridad y un 100% de privacidad. Hay que hacer concesiones y estas pequeñas concesiones nos ayudan a prevenir ataques terroristas”. ¡Vamos!, el mismo argumento que la señora que me interpeló en la conferencia solo que a gran escala. Obama para proteger a su país del terrorismo. La señora para protección de los violadores.

Julian Assange, fundador y redactor jefe de WikiLeaks publicó en medio mundo, coincidiendo, en fechas, con las revelaciones de Snowden un artículo con este titulo: "El avance de las tecnologías de la información anuncia el fin de la vida privada". Razón no le faltaba cuando leemos esta misma semana (DV 25/06/13) que, según el abogado general del Tribunal de Justicia de UE, el gigante Google no está obligado a borrar unos datos personales, incluso cuando venían solicitados a través de la Agencia Española de protección de datos. Assange y Snowden son productos de las posibilidades del espionaje de nuestro tiempo tecnológico. Debe hacernos reflexionar que EEUU y Gran Bretaña o Suecia (Assange) les persigan y Ecuador, Venezuela y Rusia les protejan.

En todo caso, nuestra sociedad occidental ha priorizado la seguridad y la información colectivas (máxime si hay morbo por medio) sobre la privacidad y la libertad personal.

Para que, al final, estemos cada vez más controlados, más vigilados, hayamos perdido libertad y privacidad a raudales y, me temo, que también seguridad. Pero tenemos morbo hasta en la sopa. Me pregunto cuantos de los que lean este texto habrán retenido alguna información - que fuera relevante para el bien común- de todas las que nos suministraron los medios de comunicación en las “revelaciones” de WikiLeaks.

En todo caso la seguridad es una de las cosas que más preocupan a nuestros conciudadanos. Tanto que en Radio 5 de RNE a las 13,35, acaban de poner un nuevo programa que lleva por titulo “arroba seguridad”, donde todos los días (supongo que los laborables pero no estoy seguro) nos dan normas y consejos sobre cómo debemos comportarnos (en Internet, en la conducción  vial, en la calle, etc…) para tener una vida lo más segura posible y, concretamente en Internet, sin sorpresas desagradables. Que un programa así exista, justo antes de las noticias de las 14,00 es un indicador de que, pese a tantos controles, vigilancias, castigos y reprimendas, estamos más inseguros que nunca. Y con miedo, por desconfianza en el vecino (no solamente en el extranjero) a quien muchos ni conocen..

Me viene a la cabeza que siendo crío, por un agujero de la puerta de mi domicilio, salía una cuerda con la que, tirando de ella, la puerta de abría y cualquiera podía entrar en casa. Ahora nos recomiendan que cerremos con la mejor cerradura del mundo nuestros pisos, que dejemos alguna luz o la radio encendida para dar a entender que hay alguien en casa. Nos lo hemos ganado a pulso.

viernes, 28 de junio de 2013

¿Es posible ser rico y cristiano?


¿Es posible ser rico y cristiano?

Un sociólogo lee a un escriturista

 
Es obvio que hay, y ha habido siempre, muchos ricos que se dicen cristianos. Así como cristianos que han sido ricos. Incluso a algunos la iglesia los ha canonizado. Sin que falten los que han visto en la riqueza un signo del buen hacer. Recuérdese la histórica tesis de Max Weber, “la ética del protestantismo y el espíritu del capitalismo” que todavía hoy es mentada para explicar porqué los nórdicos protestantes, con su laboriosidad y apego a lo material, sortean mejor la crisis que padecemos, que los católicos del sur de Europa, siempre sospechosos del adinerado.

Sea lo que sea de la tesis de Weber, que ha ocasionado montañas de libros, la pregunta de la incompatibilidad de la riqueza con el cristiano auténtico o, si se prefiere, con la radicalidad del cristianismo ha atravesado los veinte siglos de la historia de la Iglesia. Ciertamente más la católica.

Acabo de leer un librillo de menos de cien paginas, resumen de otros trabajo suyos muy amplios, firmado por un reputado profesor de Nuevo Testamento de la Universidad de Lausana, Daniel Marguerat, pastor de la iglesia protestante, sobre un tema de su especialidad: el análisis de los orígenes del cristianismo en general y del estudio del libro de los Hechos de los Apóstoles en particular (“Un admirable christianisme. Relire les Actes des apôtres” 2ª edición en Cabética, Suiza, 2013). El último capítulo del libro aborda la cuestión del dinero en las primeras comunidades cristianas. Como es sabido el libro de Hechos es la continuación del evangelio de Lucas.

Marguerat muestra la radicalidad máxima de Lucas en el famoso Sermón de las Bienaventuranzas cuando pone en boca de Jesús la terrible frase de “malditos vosotros los ricos, pues ya tenéis vuestro consuelo” y en la parábola de Lázaro y el rico, donde martiriza a este ultimo, en la otra vida, pues en esta, no atendió al mendigo Lázaro. Pero, señala Marguerat que entre las primeras comunidades cristianas había ricos entre ellos y, seguían siéndolo, aunque también se puede leer que debían vender todas sus propiedades y ponerlas, en su integridad, a disposición de los apóstoles. Es la famosa comunidad de bienes de los primeros cristianos. De tal suerte que, si hacían trampas, morían fulminantemente, como le debió suceder a un matrimonio, Ananías y Safira, que se quedó, sin declararlo, con parte de sus bienes, como nos relata Lucas en el capítulo 5º de los Hechos de los  Apóstoles.

Los textos de Lucas son rotundos y muy conocidos y citados por doquier. Están en el segundo y cuarto capítulos del libro. Helos aquí: “Todos los creyentes se mantenían unidos y ponían lo suyo en común: vendían sus propiedades y sus bienes, y distribuían el dinero entre ellos, según las necesidades de cada uno(He 2/44-45) y en He 4/34-35, podemos leer esto:Ninguno padecía necesidad, porque todos los que poseían tierras o casas las vendían y ponían el dinero a disposición de los Apóstoles, para que se distribuyera a cada uno según sus necesidades. Marguerat señala que de siempre ha habido sospechas sobre estos textos y la exégesis se pregunta si Lucas no habría idealizado un tanto la vida de los primeros cristianos.

Marguerat, aún asumiendo la comunidad de bienes de los primeros cristianos (de los que hay indicios, pero curiosamente, solo fuera de los textos canónicos) piensa que, en libro de los Hechos, se atenúa la radicalidad del Evangelio, y “la exhortación a la limosna substituye a la llamada perentoria a la entrega de los bienes” (p.80). Marguerat piensa que, a veces, Lucas exagera y embellece en demasía la práctica de los primeros cristianos (“la practica de la comunión total de bienes fue probablemente realidad en el caso de un grupo  limitado, por un tiempo limitado, en Jerusalen”, escribe en la p. 82). La Iglesia, al darse cuenta de que el fin de los tiempos no llegaba, (los textos de Lucas están datados en torno al año 80, luego 50 años después de los acontecimientos pascales) se pliega “al principio de realidad pues los cristianos se tienen que acomodar con la sociedad existente” (p.81).

Pero, de lo anterior no habría que concluir que la comunión de bienes entre los primeros cristianos fuera una ficción o que solamente se limitase a algunos grupos de lo que hoy denominaríamos, “radicales cristianos”. Aunque, exige otra lectura, parece ser. En todo caso, Marguerat escribe “que quien quiera poner sus dinero al abrigo de la interpelación del Evangelio sería mejor que dejara a un lado la lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles” (p.82).

Marguerat razona así. Subraya que los profetas de Israel, y con ellos Lucas, no condenaban la posesión de bienes materiales y añade que “su ética económica se apoya sobre la convicción, enraizada en la fe hebraica, que los bienes concretizan la bendición con la que Dios colma a los humanos (Gn 26,12-14; Lv 26,3-5; Dt 28, 1-8)”. Y concluye Marguerat, afirmando que “la Biblia no destila ninguna vergüenza a poseer bienes” (p.83). Sin embargo la cólera profética se manifiesta ante la gran desigualdad de bienes. Marguerat escribirá que “la maldición del rico no radica en poseer, sino en ignorar que el pobre muere a su lado (Lc 16,19-31). Ya en el libro del Deuteronomio se podía leer la conminación de Dios: “no habrá indigentes entre vosotros” (Dt 15,4) texto que recogerá Lucas al escribir (He 4,34) que “no había, en efecto, indigentes entre ellos” en las primeras comunidades cristianas.   

En definitiva, Lucas escribiendo en los años 80, no puede no ver la realidad sociológica de las primeras comunidades cristianas donde había cristianos con dinero y que vivían en grandes casas y mansiones donde, a veces, se hacían las eucaristías. Pero Lucas no quiere dejar pasar la interpelación bíblica y evangélica de erigir el dinero/Mamon, en refugio de los fantasmas de poder. Y cita de nuevo Marguerat, en la página 84, el evangelio de Lucas (Lc 16,13) para sostener que “el dinero debe ser medio pero no fin. Hay que desacralizar el dinero, añadirá, privarlo de su poder de fascinación, y restituirle su papel de vector de relaciones y de reparto – participación (Lc 16,9)”.

¿Qué puede decir un mero sociólogo de provincias tras la lectura de estas páginas?. Dos cosas. Que Marguerat es protestante y, obviamente está influenciado por la lectura que el mundo protestante realiza de las posesión de bienes materiales, como bien mostró la tesis de Weber. Todavía hoy se apela a este texto y, como ya he indicado al comienzo de estas líneas, a la lectura que los protestantes (gentes del Norte de Europa) hacen de la relación de Dios con el éxito económico, en comparación con la tradición católica que insiste en las virtudes de la pobreza, hasta el punto que, algunos en su radicalidad, se preguntan si un rico puede ser buen cristiano, para explicar la crisis financiera-ética actual. Tesis atrayente, por global y sencilla, pero que, obviamente exige afinación y matización. Aunque ahí está.

Mi segunda consideración, como sociólogo obviamente, es la constatación de la enorme importancia del dato social, del contexto concreto en el que los textos evangélicos fueron escritos, y a quienes iban dirigidos, para bien entender el alcanza de los mismos. El hecho de la inerrancia de los textos canónicos aceptados por la iglesia católica exige una puesta entre paréntesis contextualizadora que impide un traslado literal de sus contenidos a la sociedad de hoy. Pero de todos sus textos. No solamente de los que vengan a confirmarnos en nuestras pre-tesis, nuestras convicciones previas. Dentro de un fondo básico inmutable desde los orígenes del cristianismo (Dios es amor y el amor al otro es la quintaesencia del cristiano) el resto está al albur de las contingencias históricas y de la tradición, esto es, cómo los cristianos a lo largo de los cerca de veinte siglos de su existencia en la tierra han ido formulando y concretando la encarnación de Dios en Jesús de Nazaret y la ética de la fraternidad universal que destila su vida y su mensaje. Y así será hasta el final de los tiempos.

lunes, 24 de junio de 2013

Un paso en falso del Papa Francisco


Un paso en falso del Papa Francisco


El papa Francisco canceló, por sorpresa, el sábado pasado, su asistencia a un concierto, con motivo de un "compromiso urgente e improrrogable", según leo en Religión Digital. La presencia del papa Francisco estaba prevista con anticipación, tanto que la Radio Vaticana la anunció ese mismo sábado con una mención especial en su noticiario del día. Todos hemos podido ver una imagen con la butaca del Papa vacía en el auditorio Pablo VI donde se iba a interpretar la Novena Sinfonía de Beethoven por parte de la Orquesta Sinfónica de la RAI y el Coro de la Academia Nacional de Santa Cecilia.

El comentarista de “La Croix” Frederick Mounier al dar la noticia  (23/06/13) escribe que “para el papa hay claramente una jerarquía de mundanidades (hiérarchie des mondanités)”. Entre asistir a la escucha de la 9ª sinfonía de Beethoven y “trabajar con los nuncios apostólicos todos presentes en Roma por la primera vez desde hace más de diez años” (que parece ser el “compromiso urgente e improrrogable”, el papa optó por lo segundo.

Dos reflexiones y un apunte final:

1. Obviamente es más importante trabajar con los nuncios que escuchar la 9ª sinfonía de Beethoven. Nadie lo puede poner en duda. Pero, ¿es que el papa se enteró de esa reunión el mismo día que tenía ya apalabrado asistir al concierto?. No sé que es peor si reponder afirmativamente, lo que supondría un grave problema en quienes le llevan la agenda, o negativamente lo que supondría una forma de actuar precipitada e imprevisible.

2. Pero, no dar ninguna explicación oficial supone, como poco, una desconsideración, a los músicos, en primer lugar, a quienes habían organizado el evento, a continuación y, en general, a quienes se habían desplazado al mismo. Pienso que es el primer paso en falso que da este papa, a quien hasta ahora he aplaudido a dos manos. Un paso en falso menor, cierto, pero no lo es tanto, que dos días después no se haya dado explicación alguna.

Un apunte a Frederick Mounier: Escuchar la 9ª Sinfonía de Beethoven no es una “mundanidad”. Otra cosa es que, todavía, sigan poniendo al papa un butacón blanco para que la escuche en un auditorio público. Un gesto profético de Francisco hubiera sido pedir que quitaran el butacón blanco y asistir al concierto (dura unos 80 minutos) en la misma butaca que los demás asistentes.

miércoles, 19 de junio de 2013

El Informe imposible: hechos e interpretaciones


El Informe imposible: hechos e interpretaciones
 

Mi amigo José Luis Zubizarreta, en el artículo “Limpia y serena”  de El Diario Vasco (16/06/13), acaba su ponderado, al par que crítico texto, del Informe-base de vulneraciones de derechos humanos en el caso vasco (1960-2013), presentado el viernes 14 de Junio de 2013, con estas palabras: “Y, si desde la perspectiva de las víctimas el informe puede calificarse de impecable, desde el punto de vista de la ciudadanía en su conjunto resulta, en mi opinión, falto de la valentía interpretativa que cabría esperar de un producto encargado por una institución democrática”.

Algunas víctimas, particularmente las más publicitadas, no comparten, en absoluto su opinión, en lo que a la perspectiva de las víctimas se refiere. Bastaba ver algunas “tertulias” del viernes en el que se presentó el Informe. Según informa Europa Press (18/06/13) “el colectivo de víctimas del terrorismo del País Vasco Covite ha recordado al lehendakari, Iñigo Urkullu, que las víctimas de ETA no son "cifras", sino "personas inocentes con historias que en unos casos los terroristas alteraron de forma brutal". Y le pide que le detalle con nombres y apellidos todos los que aparecen en el Informe, pues es "imprescindible matizar quiénes forman parte de ese informe y por qué". "Para poder hacer un estudio exhaustivo del informe, de nada sirven cifras aisladas".

Respecto del punto de vista de la ciudadanía, mi pregunta es si es razonable pedir a un Informe-Base solicitado por el Gobierno Vasco una interpretación de unos hechos tan próximos en el tiempo. Creo que no. Creo que, precisamente porque es un Informe solicitado por el Gobierno vasco, es preferible asentar bien los hechos, antes de adentrarse en interpretaciones de los mismos. Interpretaciones que no pocos llevamos dando, públicamente, desde hace muchos años, entre otros, los redactores del Informe así como miembros del gobierno, comenzando por el propio Lehendakari.

Interpretaciones que los medios, lógicamente, han expresado a tenor de su propia lectura de la realidad vasca y que este Informe, me temo, no les ha movido un ápice.

El titular de Gara (15/06/13) es muy expresivo: “datos abrumadores que desmontan falsas premisas” siendo la principal, según el editorialista, que el elevado número de detenciones demuestra la existencia de un conflicto político. Nada nuevo. Para la izquierda abertzale, la violencia de ETA ha sido siempre la respuesta a una violencia anterior, la estructural de los estados francés y español que oprimen al pueblo vasco. Pero nunca se preguntarán si la existencia de ETA y sus 837 muertes, ha resuelto en algo el “conflicto político vasco”, por utilizar su terminología.

El editorial de “El Diario Vasco” (15/06/15), bajo el título de “Informe precipitado”, subtitula que “las víctimas de la violencia no pueden acabar desnudas y condenadas al anonimato en una fría estadística”. Claro que no. Pero es que, desde hace muchos años, no es así. Como poco, desde que se formó la Oficina de Atención a las Victimas del Terrorismo, precisamente desde la Lehendakaritza y cuya primera responsable fue Marixabel Lasa, nombrada por Ibarretxe y confirmada después por López. En muchas ocasiones he escrito que hasta que ETA asesinara a Gregorio Ordóñez las victimas del terrorismo de ETA no adquirieron el reconocimiento mediático y político exigible, salvo en contadas minorías sociales. En Euskadi y en España.

Algunas personas escriben que el Informe diluye el terrorismo de ETA entre las violencia habidas en Euskadi. Pero tampoco es cierto. El Informe diferencia y cuantifica nítidamente que en su mayoría (837) son asesinatos perpetrados por ETA, 94 los llevados a cabo por la violencia de las Fuerzas de Seguridad del Estado (FSE) y 73 asesinatos de grupos parapoliciales y extrema derecha.

Es muy probable que algunas de estas cifras, con sus desgloses correspondientes, hay que retocarlos. Nadie debiera extrañarse por ello. En el libro redactado bajo la dirección editorial de Francisco Espinosa Maestre titulado “Violencia roja y azul. España 1936-1950” (Ed. Critica. 2010), luego sesenta años después de los hechos, se ofrece, en la página 78, un cuadro, por comunidades autónomas, con el resultado de 130.199 personas que padecieron la represión franquista y 49.272 la represión republicana. Soy plenamente consciente que trayendo este ejemplo algunos dirán que el terrorismo de la ETA y las “otras” violencias que hemos padecido en Euskadi desde 1960, no son equiparables a las de la retaguardia de la guerra civil (pues el libro de Espinosa no cifra los muertos en combate) y las del franquismo tras el 39. Ciertamente, en Euskadi no estábamos en una guerra civil. Pero, con esa mencion, quiero significar, de entrada, la importancia y la dificultad de la estadística. Ya es esfuerzo meritorio del Informe-Base solicitado por el Gobierno Vasco haberlo intentado y ofrecido a la consideración y criticas públicas. Que las hay (ya en Gara) y las habrá. Bien venidas sean para clarificar lo más y mejor posible la realidad de los hechos violentos, en su singularidad propia.

Otra cosa es la interpretación. La mía la he dado en diferentes ocasiones. Traslado aquí lo esencial de una intervención mía de hace quince años: “La violencia de intencionalidad política y la violencia terrorista no son la consecuencia ineludible de una situación objetiva de injusticia social y nacional (…) sino la consecuencia inducida por una determinada lectura de esa situación social y nacional, propiciada por el MLNV, que se ha propuesto unos objetivos que, admitidos en su totalidad solamente por una minoría de la población vasca, se ven impelidos al uso de la violencia ante la imposibilidad manifiesta de alcanzarlos por las vías democráticas. La violencia de intencionalidad política no se justifica desde los objetivos nacionalistas e independentistas propugnados en los documentos y en los alegatos del MLNV. Otros partidos políticos en el País Vasco también tienen objetivos nacionalistas e independentistas. Son el Partido Nacionalista Vasco y Eusko Alkartasuna que triplican en número de votos los que obtiene Herri Batasuna. La especificidad de este último es la conjunción de sus objetivos nacionalistas y el modelo de sociedad proyectado lo que hace que el objetivo total sea minoritariamente sostenido, no solamente  por el conjunto de la sociedad vasca, sino también por los vascos que defienden posturas nacionalistas” (En “The Problem of violence in the Basque Country”  (pág 203-210) en “ Violence: From Biology to Society” J.S. Grisolía et al., editors. Elseviers Science, B.V.Amsterdam 1.997, 287 páginas.).  El lector interesado puede encontrar en este mismo blog una mayor explicitación de mis planteamientos sobre este tema, por ejemplo consultando en el tema de “la cuestión vasca” mi texto titulado “Notas por la reconciliación de los vascos”.

 
Los ciudadanos vascos hace tiempo que han hecho la interpretación de lo que ha sucedido en Euskadi. Claro que cada uno a su manera y desde sus presupuestos. De ahí la existencia de los relatos múltiples de los mismo hechos. De ahí la enorme dificultad - imposibilidad diría- de alcanzar una “Memoria Única”. A lo sumo, en un primer tiempo, podemos pretender llegar a una “Memoria Compartida”, siguiendo la reflexión de Jordi Ibañez. Sería también importante que no olvidáramos los trabajos de Todorov sobre “los abusos de la memoria” y la importante distinción de Ricoeur en su último trabajo “Memoire, l´histoire, l´oublie” sobre la “memoria impedida”, la “memoria manipulada” y la “memoria obligada”, la memoria que busca la justicia, memoria a la que debiéramos tender. Estoy absolutamente seguro que es a esta última memoria, “la memoria obligada” a la que se apela, con razón, cuando se dice que no podemos dejar que el terrorismo etarra (y su mundo) construya su relato de lo sucedido, olvidando, dejando en sordina o diluyendo la verdad de sus crímenes. Pero para que este relato no se imponga en la ciudadanía vasca (que no se impondrá, porque aquí, en Euskadi, nos conocemos todos), en mi modesta y personal opinión es preciso comenzar por la fría estadística de lo sucedido. De todos los hechos violetos sucedidos. Juntos pero no revueltos. Que es lo que supone, la gran aportación del Informe Base.

Siguiendo con mi personal visión del momento en el que nos encontramos considero que sería muy importante que el Instituto o Centro de la Memoria, cuando se constituya, entre sus primeros trabajos incluya la recogida del mayor número posible de “historias de vida”, directamente de las personas que han padecido la violencia o de alguno de sus familiares hayan sido víctimas de la misma. Pero también sería extremadamente importante que este Centro recogiera las “historias de vida” de personas que han ejercido la violencia. Es sabido que uno de los textos capitales para aprehender, desde dentro, el horror nazi son las memorias del comandante del campo de concentración Rudolf Hoess, titulado “Yo, comandante de Auschwitz”, que cuenta, en la edición española, con un prólogo de Primo Levi. (Ediciones B, Barcelona 2009)

Leía el día pasado en un entrevista realizada a Jonan Fernández que “ponerse de acuerdo sobre las causas del conflicto es tarea imposible y hay que aceptarlo. Cada tradición política tiene derecho a hacer su análisis de las causas, pero pretender que las cuatro familias de este país, se pongan de acuerdo en cuales han sido las causas es tarea imposible” (en Noticias de Gipuzkoa 16/06/13). Y tanto que es imposible. Seria bueno que revisáramos, la lectura que la ciudadanía española sigue haciendo de las “causas” de la guerra civil española, lo que se refleja muy bien en la forma como se aborda en los diferentes medios de comunicación, en los tertulianos y, no digamos, en los evacuatorios de resentidos anónimos que facilita los nuevas tecnologías. Pero esta diferente lectura de las causas de la guerra civil española todavía sigue latente en la historiografía, incluso universitaria, aunque, setenta años después parece que la “memoria justa” se va imponiendo. Basta asomarse a algunos libros que se han publicado este mismo año 2013 para comprobarlo. Cito los que están en mis actuales lecturas, alguna ya concluida: Ángel Viñas et alíi,  “Los mitos del 18 de julio”. Critica 2013; Julián Casanova. “España partida en dos”. Planeta 2013 y Julián Marías. “La guerra civil, ¿cómo pudo ocurrir” (Prologo de Juan Pablo Fusi). Editorial Fórcola, 2012 (texto original de 1980). La lectura de los dos primeros me obliga a volver a Payne y Preston, cuando saque tiempo para ello. Por mi personal interés en el tema señalo también dos libros sobre la cuestión religiosa y la guerra civil: el de Hilari Raguer: “La pólvora y el incienso: la Iglesia y la guerra civil española (1936-39”), Barcelona, Península, 2001 (que también participa en el libro de Viñas et alíi, arriba citado)  y el de Vicente Carcel Orti: “La persecución religiosa en España durante la Segunda República (1931-1939)” Ed. Rialp (1999), de bien distintas lecturas, lo que me obliga a volver, esta vez, a Álvarez Bolado.

Quiero concluir esta nota señalando que los autores del Informe (Manuela Carmona, Jon Mirena Landa, Ramón Múgica y Juan María Uriarte) son personas competentes, de talante moderado y con opciones políticas diversas, personas habituadas al diálogo social y lejos de posiciones extremas del abanico político vasco. Si estas personas han recibido una acogida tan crítica en la mayoría de las editoriales y artículos publicados en los medios de comunicación de ámbito vasco, me temo que en Euskadi se va a reproducir, durante decenios, respecto de ETA y las violencias que en su entorno se han generado, lo que ha sucedido con la rebelión franquista y la guerra civil que, setenta años después, sigue suscitando tantas controversias interpretativas. En la ciudadanía y, aunque en menor medida, también en la historiografía.

Cuadro Resumen del Informe

 

 

Cuadro resumen de conculcaciones de derechos humanos
1960-1975
1 9 7 6 - 1 978
1979-1982
1983-2013
1960 a 2013
Cómputo total
Por ETA, ETA(pm), ETA(m), ETA VII, ETA VIII, CCAA, DRIL, IK, Iraultza y otros
Personas muertas
837
 En atentados
24
99
244
444
811
 Secuestradas y muertas
-
2
8
5
15
Desaparecidas aún
3
-
-
-
3
Aparecidos sus cadáveres
2
-
-
-
2
Por kale borroka
-
-
-
2
2
Otros
1
1
-
2
4
Personas heridas
2.365-2.600
En atentados
103
132
347
1597
2179
Secuestradas y tiro(s) en la pierna
-
3
12
-
15
Secuestradas y luego liberadas
3
6
18
14
41
 Secuestradas y liberadas por las FSE
-
-
2
4
6
Secuestradas para robar vehículo
?
8
44
45
97
Por kale borroka
27
Otros datos
Número de atentados
Alrededor de 3.600
Personas extorsionadas económicamente
Miles de personas
Personas con guardaespaldas
1.500 a 2.000
Número de actos de kale borroka
4.500 aprox.
Por las Fuerzas de Seguridad
Personas muertas
94
 Bajo custodia policial
3
-
3
3
9
En controles policiales o similares
9
5
6
-
20
Confusiones, errores, abusos u otros
7
3
5
2
17
Altercados de policías fuera de servicio
1
4
7
4
16
En manifestaciones y movilizaciones
4
18
3
5
30
 Por la pena capital
2
2
Personas heridas
746
 En controles policiales
6
15
17
9
47
Confusiones, errores, abusos u otros
3
14
7
16
40
Altercados de policías fuera de servicio
1
4
4
9
18
Heridas graves en manifestaciones
71
351
40
179
641
Otros datos
 Tortura
Sin datos suficientes, 5.500 denuncias públicas
Por parapoliciales y de extrema derecha
Personas muertas
73
En atentados y agresiones
2
3
28
28
61
En movilizaciones
-
3
-
-
3
Tras sufrir secuestro
-
-
2
2
4
Desaparecidas aún hoy
-
1
1
1
3
Mujeres violadas y muertas
-
-
2
-
2
Personas heridas
426
En atentados o agresiones
16
87
119
101
323
En manifestaciones y movilizaciones
?
22
8
2
32
Mujeres violadas
-
?
12
1
13
Personas secuestradas
(Interrogadas, golpeadas y amenazadas)
3
6
12
37
58
Otros datos
 Atentados contra bienes y/o con amenazas de muerte
138
217
204
394
953