Un paso en falso del Papa Francisco
El papa Francisco canceló, por sorpresa, el sábado pasado, su asistencia a un concierto, con motivo de un "compromiso urgente e improrrogable", según leo en Religión Digital. La presencia del papa Francisco estaba prevista con anticipación, tanto que
El comentarista de “
Dos reflexiones y un apunte final:
1. Obviamente es más importante trabajar con los nuncios que escuchar la 9ª sinfonía de Beethoven. Nadie lo puede poner en duda. Pero, ¿es que el papa se enteró de esa reunión el mismo día que tenía ya apalabrado asistir al concierto?. No sé que es peor si reponder afirmativamente, lo que supondría un grave problema en quienes le llevan la agenda, o negativamente lo que supondría una forma de actuar precipitada e imprevisible.
2. Pero, no dar ninguna explicación oficial supone, como poco, una desconsideración, a los músicos, en primer lugar, a quienes habían organizado el evento, a continuación y, en general, a quienes se habían desplazado al mismo. Pienso que es el primer paso en falso que da este papa, a quien hasta ahora he aplaudido a dos manos. Un paso en falso menor, cierto, pero no lo es tanto, que dos días después no se haya dado explicación alguna.
Un apunte a Frederick Mounier: Escuchar la 9ª Sinfonía de Beethoven no es una “mundanidad”. Otra cosa es que, todavía, sigan poniendo al papa un butacón blanco para que la escuche en un auditorio público. Un gesto profético de Francisco hubiera sido pedir que quitaran el butacón blanco y asistir al concierto (dura unos 80 minutos) en la misma butaca que los demás asistentes.
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