Una mirada rigurosa al planeta de 2050
(Una redacción bastante abreviada de este texto se ha publicado en DEIA
y en Noticias de Gipuzkoa el 02/12/17)
En un libro excepcional, todavía no traducido al castellano,
- pero ¿lo traducirán? - , del bearnés afincando en Baiona, Michel Camdessus,
quien fuera director general del FMI y gobernador del Banco de Francia,
titulado “Vers le monde de 2050”. Fayard 2017, traigo aquí lo que él considera (en
reflexión con un grupo de trabajo planetario de primer nivel) las grandes
tendencias del mundo con la vista puesta en 2050. Son estas:
La cuestión
demográfica: un mundo de viejos (Europa), un continente de jóvenes (África).
Las previsiones demográficas son formales. En Europa, de 738 millones de
personas en 2015 pasaremos a ser 640 en 2100, y muy envejecidos. África de
1.200 millones en 2015 se prevé que tendrá 4.400 millones en 2100, en una
población mundial estimada en 11.200 millones de personas. Será la reserva
juvenil del planeta. Y el mar Mediterráneo es el “rio Grande” que nos separa de
ellos. Y no hay, ni habrá, muro ni Trump que impida que los tengamos entre
nosotros. Camdessus lo dice así: “de la forma como gestionemos en los próximos
35 años la caída demográfica de Europa y el doblamiento de la población
africana, dependerá el futuro de la humanidad”.
Un mundo en
crecimiento continuado. El escenario más probable habla de un crecimiento
medio anual del 4%, en el periodo 2016-2050, en los países emergentes y en
desarrollo. El mundo será mucho más rico. La renta media mundial por persona
habrá pasado de 15.000 euros en la actualidad a 35.000 Euros en 2050. Insisto
que las cifras hablan de rentas medias, pues la desigualdades sociales irán en
aumento, aunque, salvo bolsas de pobreza, hasta los más pobres, serán menos
pobres. Pero, insisto en ello, en valores absolutos, no en comparación con los
más ricos. Los índices de pobreza son relativos, relacionados con los niveles
de bienestar del conjunto poblacional de referencia.
El gran avance de las
economías emergentes. Los países llamados emergentes (China, India, Brasil,
Indonesia, México, Rusia y Turquía) pesarán más del 50 % del PIB mundial,
mientras que los del G7 (Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña, Francia,
Alemania, Italia y Japón) disminuirán al 20 %, cuando en 1980 representaban el
52 % del PIB mundial. El centro del mundo ya ha basculado del Atlántico al
Pacifico. Sin embargo, el PIB por cabeza será de 78.700 dólares en los países
del G7, mientras que en los países emergentes se quedará en 29.000. Camdessus
señala, y será una de sus ideas básicas, que una nueva gobernanza mundial se
impone. También apunta, con datos, que ningún país europeo en 2050, tendrá peso
suficiente para sentarse en el Club de dirigentes del planeta, salvo que se
unan en una Europa fuerte. Lo que exige, añado yo, acabar de una vez por todas
con la pretendida soberanía de los Estados-Nación. Actuales o futuros.
Una urbanización galopante.
Peor aún, si todo sigue igual, vamos a un gigantismo de grandes urbes: Tokio 38
millones de habitantes, Shanghái 35, Yakarta 31, Delhi 25…. Gigantismo de
empresas, con poderes en pocas manos, desertización rural de personas que van a
mal vivir en inmensas concentraciones urbanas. En 2050, en una población
mundial de 9.700 millones de personas, 2.000 millones corren el riesgo (según
Naciones Unidas) de vivir en bidonvilles, en favelas, ciudades de miseria…¡Y se
organizan Congresos millonarios, a 990 € la entrada, sobre los “Smart city”!.
¡Ciudades inteligentes!
Globalización de las
finanzas: mercados financieros más integrados y estables. Este es un tema
en el que Camdessus invierte, en la segunda parte de su libro, bastantes
páginas. Por algo fue director del FMI. Dos de sus ideas retengo aquí: la
absoluta necesidad de regular los mercados financieros si no queremos car de
nuevo en otra crisis mundial (hipótesis que no descarta y que apunta en varios
momentos del libro) y la absoluta necesidad de que las finanzas estén al
servicio de la economía, luego de la sociedad. La fluctuación endogámica de las
finanzas, en busca de aumentar los números en las pantallas del ordenador, destruyendo
las economías de algunos países, sin regulación alguna, es un potente factor
criminógeno, todavía no controlado.
La explosión de las
clases medias en las economías en desarrollo. Nada de eso ocurre entre
nosotros (en Euskadi como en España), donde, como consecuencia de las crisis de
2008, parte de la clase media baja ha descendido hacia la clase baja. Pero,
nosotros, formamos parte de las economías ya desarrolladas y no de las
“economías en desarrollo”, en las que, según prospectivas que aporta Camdessus,
en 2050, el 82% de la población mundial pertenecerá a las clases medias o
altas. El gran salto se producirá, sobre todo en América Latina y en Asia.
Camdessus es rotundo: “por primera vez en la historia, la mayoría de la
humanidad la conformará la clase media” (p.62). Claro que habrá que ver tener
en cuenta para ello el aspecto que refiere a continuación.
La escasez creciente
de los recursos naturales. En efecto algunos bienes básicos como el agua,
fuentes de energía, ciertos minerales para las últimas tecnologías, terrenos
cultivables etc., etc., serán insuficientes si los nuevos miembros de las
clases medias, adoptan el modelo de consumo desenfrenado y el estilo de vida de
las actuales clases medias del mundo opulento. Esta situación nos lleva a una
“guerra” por el control de esos bienes. Para superar ese riesgo, Camdessus
aboga por una moderación en los hábitos de vida y una gobernanza planetaria.
Apuestas que desarrollará en la segunda parte de su libro.
El cambio climático:
es urgente actuar. La conferencia de Paris de diciembre de 2015 alcanzó un
consenso inaudito en 196 países, sobre las causas del cambio climático en la
que la acción humana, en gran parte con la fuerte emisión de gas carbónico, es
determinante. Si los compromisos de Paris se mantuvieran “la perspectiva de
aumento en los próximos cincuenta años, sería mas de tres que de dos grados, lo
que haría inhabitable parte del planeta, particularmente África” donde reside
la mayor concentración de población joven. Pero, con Trump en EEUU y con los
comportamientos de China, ya se puede decir que no se van a cumplir los
acuerdos de Paris de 2015. El 13 de noviembre de 2017, 15.364 científicos de
184 países publicaron un grito de alarma sobre el estado del planeta, apelando
a la acción de la sociedad civil. Proponen una serie de medidas concretas. http://abonnes.lemonde.fr/planete/article/2017/11/13/le-cri-d-alarme-de-quinze-mille-scientifiques-sur-l-etat-de-la-planete_5214185_3244.html
He aquí algunas:
•
Privilegiar las reservas naturales y. si es
posible, conectarlas
•
Suprimir toda deforestación en el planeta
•
Impedir la eliminación de animales en extinción,
particularmente los grandes depredadores para mantener el equilibrio ecológico
•
Reducir el despilfarro alimenticio y reducir el
consumo de carne animal y reorientarla hacia la alimentación de origen vegetal
•
Reducir la tasa de fecundidad en determinados
países.
•
Sensibilizar y educar a los niños en la relación
con la naturaleza
•
Promover fuentes de energía verdes
•
Reducir las desigualdades sociales en el planeta
Un progreso
tecnológico fulgurante. Los microprocesadores doblan su velocidad cada 18
meses, reduciendo el precio. En 2050, un solo ordenador tendrá la capacidad de
todos los actuales ordenadores de Silicon Valley. Las ventajas para la sanidad
parecen gigantescas. No pocos apuestan por el movimiento transhumanista, que no
solamente prolongará vida a los 200 y más años. Algunos sueñan con abolir la
muerte. Además, ya estamos en la era eugenésica. Ya es posible manipular el
embrión para que salgan “chicos rubios con ojos azules” o producir Bill Gates
en cadena, esto es, personas super - inteligentes. El mundo feliz de Aldous
Huxley. Entre tanto trabajamos gratis para las GAFA, siglas de G-oogle, A-pple,
F-acebook y A-mazon. Sin cobrar y algunos hasta pagamos por trabajar para ellas.
“La técnica incontrolada
sirve básicamente para esclavizar al hombre. La economía está igualmente
incontrolada” (Edgar Morin, Paris 21/09/14).
Las nuevas caras de
la violencia. Básicamente con esta expresión se está pensando en la
violencia terrorista de signo islamista que ha adquirido una dimensión
prácticamente planetaria. Esta violencia se caracteriza más por el miedo que
provoca (de ahí la apelación de terrorista) que por el número de muertos que
genera. No recuerdo quien dijo que la violencia tradicional, particularmente
las guerras entre países, matan estadísticamente, la violencia terrorista
simbólicamente. Actualmente hay pocas guerras entre países. Hay mas guerras
civiles en el interior de algunos países y la violencia terrorista. Quiero
añadir que, a menudo, la lucha antiterrorista no respeta los DDHH. Así, el 15
de noviembre de 2017, la Liga de los DDHH en Francia ha sometido al Tribunal
Constitucional de su país cuatro cuestiones acerca de una ley, muy
mayoritariamente aprobada, apenas 15 días antes en el Parlamento francés.
Mirando al futuro
Michel Camdessus dedica dos
terceras partes de su libro a presentar los 5 objetivos más urgentes para las
próximas tres décadas. En primer y principal lugar “erradicar la pobreza”. Estima
que es posible lograrlo en más del 80 % del planeta, previendo en 2050,
todavía, una gran bolsa de pobreza en África. 2º objetivo: unas finanzas
controladas y al servicio de la economía, luego de la sociedad, con los paraísos
fiscales ya eliminados. 3º Una nueva gobernanza para un mundo multipolar,
multiétnico para no caer en un G2: EEUU y China (con permiso de India). 4º. Aplicar
un poso de sabiduría ante los cambios climáticos y la escasez de recursos
energéticos y 5º, pero no el menos importante, otro estilo de vida más sobrio,
otra ética mundial, a nivel social y personal.
Libro magistral. Confío que lo
traduzcan pronto. Entre tanto, que traigan a Camdessus a Hegoalde para darnos
un par de conferencias en castellano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario