Por una acción militar, limitada, en Siria
(Escucho en la TV francesa la propuesta de que haya un control internacional de las armas químicas y que los responsables de su lanzamiento sean juzgados por el Tribunal de "La Haya". Lo que, si se cumple, haría innecesaria la acción militar. Obviamente me alegro, pero dejo intacto mi texto de ayer. Mi texto de ayer, era de ayer. 10 de Septiembre de 2013 J. E)
Me he hecho con el libro
y además de los cuatro conceptos de culpa que plantea Jaspers al comienzo de su
libro (en base a dos conferencias pronunciadas al poco de terminar la segunda
guerra), me he dirigido, pensando en la actual situación, particularmente en
Siria, a los apartados “culpa y contexto histórico” y “la culpa de los otros”
que trata Jaspers casi al final de su breve libro. Aunque nunca, nunca, hay dos
situaciones iguales, de este segundo apartado, por su pertinencia con la actual
situación Siria, he copiado par este blog, estos párrafos del libro de
Jaspers.
“A comienzos de verano de
1933, el Vaticano firmó un concordato con Hitler. Von Pappen llevó a cabo las
negociaciones. Se trató de la primera gran sanción del régimen de Hitler, una
enorme ganancia de prestigio para Hitler. Parecía imposible de entrada, pero
fue un hecho. Nos invadió el espanto.
Todos los estados reconocieron el régimen de Hitler. Se oían voces de admiración.
En 1936 se celebró en
Berlín la Olimpiada. El
mundo entero acudió en masa. Llenos de rabia solo podíamos ver a cada
extranjero que aparecía por allí con el dolor de que nos dejaba en la estacada,
pero ellos eran tan poco conscientes de la situación como muchos alemanes.
En 1936, Hitler ocupó
Renania. Francia lo consintió.
En 1938 apareció en el Times
una carta abierta de Churchill a Hitler, en la que se podían leer frases
como estas:´si se diera el caso de que Inglaterra cayera en una desgracia
nacional comparable con la desgracia de Alemania de 1918, pido a Dios que nos
envíe un hombre de su fuerza de voluntad y de su espíritu´ (yo mismo lo
recuerdo pero cito según Röpke)
En 1935 firmó Inglaterra,
por mediación de Ribbentrop, el pacto naval con Hitler. Ello significaba para
nosotros que Inglaterra estaba dispuesta a abandonar al pueblo alemán, si con
ello podía mantener la paz con Hitler. Éramos indiferentes para ellos. No
habían asumido aún una responsabilidad a escala europea. No solo permanecían
quietos ante el crecimiento de la maldad, sino que se entendían con ella.
Dejaban que los alemanes se hundieran en un Estado militarista de terror. Claro
que se censuraba en sus diarios lo que estaba sucediendo pero no hacían nada
(….)
En 1939, Rusia firmó el
pacto con Hitler. Gracias a ello la guerra se hizo posible, en el último
momento para Hitler – y cuando comenzó la guerra, todos los Estados neutrales,
Norteamérica misma, se encontraban al margen -. El mundo no hizo en modo alguno
causa común para, mediante un único esfuerzo conjunto, extinguir rápidamente
aquel plan infernal”
(…..)
Es verdadero el reproche
de que – bajo el terror- hemos permanecido inactivos mientras se cometían los
crímenes y el régimen se iba afianzando. Pero podemos recordar que también los
otros – sin encontrarse bajo el terror- dejaron igualmente que sucediera,
fomentando incluso involuntariamente aquello que no podían considerar como un
asunto que les afectara, puesto que sucedía en otro Estado.
¿Tenemos que reconocer
que solo nosotros somos culpables?”
Hasta aquí Karl Jaspers, páginas 106- 108.¿Qué añadir viendo lo que pasa, hoy, en Siria?. Y no solamente en Siria. Me acuerdo de Corea del Norte, de Arabia Saudita y de otros regímenes teocráticos musulmanes, de Al Qaeda cuando tuvo el poder en Afganistán, del asentamiento del franquismo al ganar su guerra, prácticamente hasta la muerte del dictador, de los cincuenta años de Fidel, de Libia, Egipto, de Israel con los palestinos, de Marruecos con los saharianos y muchos mas. Cada día veo más necesaria la gobernanza mundial. Unas Naciones Unidas con capacidad de decisión allá donde haya una violación colectiva y continuada de Derechos Humanos. Evidentemente
Entretanto, de nuevo,
¿qué hay que hacer en Siria?. ¿Acciones diplomáticas contundentes contra el
dictador sirio y ponerse, ya en serio, a cambiar la ONU ?. Ciertamente pero, ahora,
solamente eso no basta. Cada día me inclino más hacia una acción militar
inmediata y limitada en el tiempo, con el único objetivo de destruir el mayor
número posible de armas químicas en territorio sirio. Estoy de acuerdo con los
planteamientos de Obama y Holande aún sabiendo que no tienen tras de si, la
mayoría del pueblo americano y francés respectivamente. Consciente de la
gravedad de lo que voy a escribir, sin embargo afirmo que “no siempre el pueblo
tiene razón”.
9 de Septiembre de 2013.
Javier Elzo
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