sábado, 2 de marzo de 2013

Por una Democracia Global


Por una Democracia Global

(2 de Marzo de 2013)


Asistí el 1 de marzo de 2013 a la presentación en San Sebastián del Manifiesto por una Democracia Global (http://globaldemocracymanifesto.wordpress.com/espanol/)

Intervinieron:

Fernando Adolfo Iglesias. Coordinador del Manifiesto por una Democracia Global, Buenos Aires.
Emilio Lamo de Espinosa. Presidente del Real Instituto Elcano, Madrid.
Daniel Innerarity. Investigador Ikerbasque y director de Globernance, San Sebastián (que ejerció de moderador).
Nerea Magallón. Profesora de Derecho en la Universidad de Deusto e investigadora de Globernance, San Sebastián.
Gurutz Jauregui. Catedrático de Derecho de la UPV, San Sebastián.

Las ideas básicas que retuve de las intervenciones de los oradores las trasladaría asÍ:

-        La globalización exige la cosmopolitización, superando loa actuales límites (de los estados naciones) a la acción política.

-        Una cuestión clave reside en saber si los gobernantes actuales están en condiciones de responder a los retos globales, mundiales, planetarios. La respuesta es negativa, obviamente.

-        Las actuales instituciones financieras globales son las que tienen más poder en el mundo. De hecho el comercio internacional lo controlan las empresas y no los Estados.

-        El principal problema es que teniendo una sociedad mundial, no tenemos instrumentos de gobernanza mundial, cuando ya todo está conectado con todo.

-        Algunos intervinientes (particularmente Emilio Lamo) señalaron que las Naciones Unidas (la ONU) no son, ni serán nunca, un germen de democracia mundial pues representan a Estados, no a sociedades o pueblos. Además cada Estado tiene un voto, independientemente de su número de habitantes, excepto cinco que tiene derecho de veto. Dos de ellos europeos, Francia y Gran Bretaña que, además no están dispuestos a ceder ese derecho, ni siquiera a Europa.

-        La Unión Europea, pese a sus defectos y limitaciones, aparece al conjunto de intervinientes, como el ejemplo y la practica en el mundo actual que más se asemeja a su proyecto de “Democracia Global”.

-        Un aspecto positivo a la situación actual es que nadie propugna un sistema alternativo al de la democracia representativa. Las democracias populares ya demostraron suficientemente su fracaso.

-        Aun siendo Europa la “esperanza” para todo el planeta no es menos cierto que los ciudadanos que habitan en Europa tiene escasa conciencia de su europeidad. Las más bajas tasas de participación electoral lo conforman las elecciones al Parlamento Europeo.

-        La globalidad está exigiendo cambios importantes en el derecho internacional privado que todavía está en mantillas. Por ejemplo en el tema de las migraciones, en la privacidad en Internet, etc.

-        Hasta ahora la política se limitaba a gobernar el presente y el espacio del Estado nación. En adelante la gobernanza exigiría ampliar el espacio y prever el futuro.

-        No hay que olvidar que además de organismos estatales globales (ONU) también los hay de ámbito privado y con gran influencia: Las agencias de calificación (Modys, S&P,) algunas ONG´s, sin olvidar el FMI, los G-8, G-20 etc.

-        Los DDHH pueden ser escamoteados por los Estados. Pero también por las instancias de la sociedad civil: trata de blancas, trabajos de niños, prostitución transnacional, terrorismos, etc. Hay un control difuso de estas instancias o acciones de carácter mundial y de ámbito civil.


Mi opinión:

-        Creo que es una excelente iniciativa que hay que apoyar. Yo ya lo he hecho con mi firma.

-        Europa, la vieja Europa aparece, también en el tiempo y en el acento puesto por los intervinientes, como la gran excepción mundial en democracia, bienestar y, sobretodo, teniendo en cuenta los objetivos del Manifiesto, en un ensayo ultra-etático, la Unión Europea.

-        Pienso sin embargo que, pese a una alusión en el capítulo de ruegos y preguntas de Emilio Lamo, no apareció la dimensión intra-etática. Creo que el concepto de pluri- nacionalidad, pluri- .  identidad, en el respeto, apoyo y defensa cuando sea preciso, de la diversidad cultural y lingüística, vale para la dimensión ultra como intra –etática. Es la única forma de librarnos de los soberanismos en su forma etática como social. Etática: soberanía vasco y catalana no. Soberanía española, francesa, alemana, etc., etc., tampoco. Social: exige proscribir lo de “primero los españoles, los franceses, los vascos etc.” 

-        Pienso que el Manifiesto está demasiado occidentalizado, y ya el centro del mundo no está en el Atlántico sino en el Pacífico.

Pero quiero terminar reafirmando mi primer comentario: es una excelente iniciativa al que deseo el mejor de los desarrollos. Para lo que sugiero, como lo he hecho en mi adhesión al mismo, que se involucre, particularmente, a los jóvenes no europeos en el Proyecto.        

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