domingo, 17 de marzo de 2013

La incógnita del nuevo papa


La incógnita del nuevo papa

(Con este mismo título pero en una redacción algo más reducida me publicó El Diario Vasco un artículo, ayer sábado 16 de marzo de 2013)

Nunca llegué a hablar con el padre Bergoglio, como quería que se le tratara pero, en mis viajes a Argentina, trabajando el tema de las drogas, salia muchas veces en las conversaciones. La Universidad de Deusto mantenía una relación estrecha con la Universidad del Salvador en Buenos Aires. Entre otros con su anterior director de Drogodependencias, Juan Alberto Yaría,  quién fue también el responsable del tema drogas en la provincia de Buenos Aires. Sigo manteniendo contacto con Yaría y, al conocer el nombre del nuevo Papa, le mandé un correo.

Extraigo de su rápido mail de respuesta estas líneas: “es Bergoglio un gran sacerdote y un cristiano admirable. Cuando fui secretario (de drogodependencias) me dijo, para ayudarme, los enemigos que iba a tener porque estaban del lado del negocio de la droga. Admirable. Eso se cumplió al pie de la letra. Muchos de ellos parecían por fuera cristianos pero eran emisarios de sectores de la droga…..ayudo a muchos sacerdotes que trabajaban en barriadas e incluso uno de ellos, el Padre Pepe, fue amenazado de muerte y él lo protegió y denunció a sus victimarios con denuedo y valentía siendo arzobispo. Es un momento de esperanza”.

Esta papa cae bien. Los comentarios elogiosos. Quisiera participar de las afirmaciones de renovación, cambio, vuelco, terremoto eclesial etc., etc., que escuché ya en las primeras horas tras su elección en medios tan diversos como Intereconomía y “La Croix”, por ejemplo. Los titulares de la prensa del jueves, además de repetir que era jesuita y argentino, eran también positivos. Así el del editorial de “Le Monde”, firmado por su (excelente) nueva directora, Natalie Nougayrède: “Un papa del Sur, emblema de una nueva era”. ¡Ojalá!

Bergoglio es un hombre sencillo, austero, muy volcado en los más necesitados, hombre de oración (su salida al balcón del Vaticano tras ser elegido Papa ha sido magnífica) y tiene una legitimidad enorme al haber sido elegido tan rápidamente en una iglesia que se decía muy dividida y que se ha comprobado que no lo está tanto. En su cúpula cardinalicía quiero decir. Lo que, por otra parte era bien sabido. Y esa cúpula eclesial, por decirlo en términos coloquiales, es muy conservadora….y estaba buscando como enfrentarse a la todopoderosa Curia. De ahí surge el nuevo papa, muy al estilo de la iglesia argentina que, desde Europa, llamaríamos conservadora (en temas de contracepción, homosexualidad, la mujer en la iglesia etc.) y, ¡ay!, complaciente con la dictadura. Aunque, entre otros, el Nobel de la paz, el argentino Pérez Esquivel, en la BBC, acaba de declarar que "hubo obispos que fueron cómplices de la dictadura pero Bergoglio no". (Clarín, 14/03/13).

Al colega deustense Rafael Aguirre, le publicaron el día siguiente de la elección papal un artículo donde decía, entre otras cosas, que “la combinación del espíritu ignaciano- racional, preocupado por la eficacia, elitista- y el espíritu franciscano –sencillo y popular- puede ser ideal para un Papa que no puede ser ingenuo, dado lo que se va a encontrar pero que tiene que ser mucho más que un hábil diplomático. Francisco I tendrá que hacer suyas las palabras de Jesús: “Sencillos como palomas (Fracisco) y astutos como serpientes (Ignacio)”. (En “El primer Papa de América Latina”. El Correo/El Diario Vasco, 14/03/203) 

¿Será Francisco el Juan XXIII del siglo XXI?. Pero me pregunto si con 76 años de edad va a poder lidiar a la curia romana?. Bienvenido en mis recuerdos, se me aparece, hoy, como una incógnita para el futuro. Una duda que quiero esperanzada.

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