Cuando no hay proyectos colectivos
En enero de 1967 (reténgase la fecha), el filósofo Paul
Ricoeur pronunció unas conferencias en Amiens. Se han publicado, por primera
vez este año 2016. Este es el libro “ Plaidoyer
pour l'utopie ecclésial”. Ed. Labor et Fides. Ginebra 2016. Entresaco,
de la página 42, esta idea
Tras afirmar que
vivimos en una sociedad (se refiere a la francesa y a la capitalista de Europa)
donde hay ausencia de proyectos colectivos, escribe esto: “Pienso que es una de
las razones profundas de la crisis entre China y la Unión Soviética. La Unión
Soviética va a entrar también en este ciclo de sociedades sin proyectos
colectivos, más allá del consumo, y el aumento del consumo para cada uno. Los
chinos recogen la antorcha estableciendo un proyecto colectivo qué, es
justamente, el de la revolución permanente.
Tenemos a
los chinos de un lado y a los beatniks
del otro; son fundamentalmente la misma cosa; de una parte, una contestación
interna de una sociedad sin proyectos, y de otra, una contestación externa por
personas que trata de mantener la pureza de un proyecto revolucionario,
mientras que en el resto del mundo no hay más que un proyecto de consumo
masivo”.
Recuérdese que en 1967 se vivía los inicios de la revolución
cultural china y que los beatniks
darían lugar a los hippies, la revolución contracultural, sexual etc.,
principalmente en California, y que después pasaría a Europa, particularmente
el “mayo del 68” parisino.
Pero, actualmente, en 2016, ¿no estamos también ayunos de
proyectos colectivos para el conjunto social? Los hubo, en España, por ejemplo,
tras el franquismo que daría lugar a la restauración democrática y, en Euskadi,
el Estatuto de Autonomía y el Concierto Económico. En Europa, tras la segunda
guerra mundial, surge la idea de la Unión Europea. ¿Cuál es ahora nuestro
proyecto colectivo en Euskadi, en España, en Francia, en Europa? No hay tal
proyecto colectivo desde la globalización (con el imperio de las finanzas que
todavía mandan en el mundo) y el derrumbe del mundo soviético. Así están
surgiendo substitutos parciales con pretensión de totalidad: los
fundamentalismos y los populismos de derechas, izquierdas y medio pensionistas.
Entre tanto, como premonitoriamente ya escribiera Ricoeur en 1967, “en el resto del mundo no hay
más que un proyecto de consumo masivo”, a salvo, hay que decirlo, de minorías
concienciadas que también tuvo en cuenta Ricoeur.
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