¿Qué mundo después de Amazon?
En el mundo
actual el “homo economicus” suplanta al “homo politicus”. Tener es más
importante que saber. Un saber en 144 caracteres. Por otra parte, la emoción
(los emoticones) es más importante en las tomas de decisiones que la reflexión.
Son muchos los que piensan que vivimos una americanización de la sociedad
occidental, de una Europa declinante, a punto de convertirse en el museo del
mundo, en una especie de geriátrico que acabará sumergido por la mano de obra
de otros países que necesitará para mantener su opulento bienestar.
Recientemente Régis Debray, en su publicación “Civilisation” reflexiona cómo
hemos devenido americanos. (Gallimard, París, 2017), aunque es cierto que estos
pronósticos se llevan haciendo desde hace décadas. Recuerdo cómo lo repetía el
sociólogo Alberto Moncada, viniera o no a cuento, quién llegó a escribir dos
libros sobre el tema, “La americanización de los hispanos” (1986) y “España
americanizada” (1995), ambos editados en Plaza y Janés. Sin olvidar al ya
clásico estudio de Oswald Spengler, “La decadencia de Occidente”, cuyo primer
volumen se editó en 1918, hace casi un siglo.
En todo caso es
evidente el peso del imperio americano. No solamente por la supremacía
armamentística con 700 bases militares en los cinco continentes y con un
presupuesto de defensa que se acerca a la suma de los de los demás países del
mundo reunidos. Es que, además, en la era digital, EEUU controla el mundo
tecnológico con lo que algunos denominan GAFA (Google, Amazon, Facebook y
Apple). Así piensa, entre otros muchos,
Yann Moulier-Boutang, economista nacido en Francia
pero que enseña en Shanghái. Moulier-Boutang,
que acuñó el concepto de renta básica universal, declara en una
entrevista que “yo veo muchos de mis alumnos
sin empleo, pero están todo el día trabajando gratis para las GAFA. Todos
trabajamos para las GAFA sin cobrar y algunos hasta pagan por trabajar para
ellas.”.
Millones de humanos dedican gran parte de su vida a generar
dividendos para las GAFA. Les damos, gratis, lo que necesitan: nuestra vida y
milagros, nuestros deseos, nuestras apetencias. Cada minuto que pasamos en
pantalla es dinero para las GAFA. Se van apropiando de todos los signos que los
humanos generamos en la pantalla: del presupuesto de una empresa al cumpleaños
de la abuela. Cuanta más atención les prestamos, más datos les damos y más
rentables son. Lo convierten en dinero, acompañándolos de publicidad
viralizada, en información mercancía para su provecho o para venderla a otras
empresas.
En Silicon Valley se
encuentra, en realidad, el centro del poder del mundo que lo manejan, cada vez
menos personas. Peter Berger escribe que “no es algo accidental que el Cinturón de
la Biblia se solape con el Cinturón del Sol; la región más conservadora a nivel
religioso de los Estados Unidos coincide en parte con una de las más dinámicas
del punto de vista económico”. ¡Ah, la ya más que centenaria tesis de Max Weber
sobre la relación entre la ética del protestantismo y el espíritu del
capitalismo, resurge en plena era digital! Y, en ese Cinturón, está Silicon
Valley.
De todos los GAFA, es Amazon el que tiene las perspectivas más
halagüeñas a medio y, sobre todo, largo plazo. La empresa, que se introdujo en
Bolsa en 1997, cuando su actividad se limitaba a la librería, ha subido desde
entonces al rango de indiscutible número uno del comercio online, llegando
incluso a convencer a sus competidores de que utilicen sus servicios. A esto ha
sumado otro importante pilar de crecimiento al convertirse en una de las
compañías líderes en nube, del mundo (cloud computing) y siempre busca nuevas
actividades para imponer su liderazgo.
Según los expertos sus perspectivas de
crecimiento son inmensas, sabiendo que el comercio electrónico sólo pesa 8% del
comercio mundial. Todo lo contrario de Apple, Facebook y Google, cuyo negocio
principal - los teléfonos inteligentes para el primero, la publicidad de los
otros dos - muestran perspectivas de crecimiento limitado. Amazon puede laminar
no solamente todo pequeño comercio (prácticamente ya no quedan librerías ni
tiendas que vendan música grabada en EEUU) sino también grandes superficies de
distribución. Desde
enero 2017 se han cerrado, en EEUU, 138 boutiques de JC Penney, 68 en Macy, 54
en Sears. Amazon pretende convertirse en la "tienda de todo", la
tienda que vende todo. Harrods planetario y a domicilio.
No quiero derramar lágrimas de cocodrilo, ni ser hipócrita. Yo
también compro libros y música en Amazon. A veces porque es más barato, muy a
menudo más cómodo, sobre todo cuando quiero hacer un regalo: en un click, sin
moverme de casa, al día siguiente puedo poner un libro, a mil kilómetros de
distancia. Además, todavía entre nosotros, sin cobrar nada el envío (En EEUU
parece que ya hay que pagar si el producto cuesta menos de 35 Dólares). Pero
hay más: muchos libros descatalogados me los encuentra Amazon. Un ejemplo: un
libro de un profesor mío en Lovaina, que lo tenía perdido, editado el año 1954,
lo encontré en Amazon. Pero no solo libros. Amazon acaba de comprar, el 28 de
agosto pasado, por 13.700 millones de dólares
(calderilla para Amazon), Whole Foods (la cadena de supermercados reputada por
sus productos orgánicos). Y lo ponen, muy bien empaquetado, en la puerta
de casa. ¿Quién puede seguir ese ritmo?
Algunas empresas lo intentan. Doy dos ejemplos de librerías que es
lo mío. La Casa del Libro en Madrid intenta ofertas (no cobrar el IVA un día,
no cobrar el gasto de envío otro, etc.) en un intento desesperado de no
sucumbir al envite de Amazon. Otras abren los días de fiesta, en las zonas de
marcha, donde anda la gente, cuando disfruta del ocio de los findes.
Recientemente buscaba mi mujer un libro en euskera editado hace cuarenta años y
lo encontró en Iberlibro, una franquicia internacional a la que se han adherido
librerías de medio mundo. El libro en cuestión llegó desde Barakaldo, en una
librería que lleva el delicioso nombre de “Almacén de los libros olvidados”.
Les invito a que lo visiten.
No entiendo porque las autoridades mundiales permiten (aún en lo
poco que pueden) semejantes monopolios que arrasan la vida ciudadana. Sin
comercio de proximidad no hay vida social. Entre tanto solo se me ocurre que
los pequeños comercios pongan el acento en el servicio: buen género, llevar las
compras a casa, estar disponibles cuando el cliente lo requiera, unirse entre
varios etc., y no sigo pues, con razón, me pueden decir aquello de “zapatero a
tus zapatos”. Pero el mundo después de Amazon se me antoja muy triste y
peligroso. ¡Donde ha quedado aquello de Schumacher, “small is beautifull”,
frente al gigantismo que nos invade, nos destroza, y en el que, por unos
céntimos de euro, caemos como tontos, y nos hacemos voluntariamente esclavos de
los amos del mundo que saben todo lo que quieren de nosotros! Para su provecho,
claro.
Texto
publicado en DEIA y en Noticias de Gipuzkoa el 16 de septiembre de 2017
ES VERDAD QUE LA RELIGIÓN ES MENTIRA
ResponderEliminar...viaje interestelar aceleración constante (sin religión, bandera Tierra◙◙): 2 circunferencias tangentes, derecha: Europa, África, América...izquierda: Asia, Oceanía... continentes en marrón, mares en azul claro iridiscente, contra el fondo azul oscuro del Universo con estrellas en blanco)... 1 solo Planeta Unido sin naciones sin guerras y sin fronteras (solo ciudades)... con 1 solo Gobierno Mundial, 1 solo Idioma, 1 solo Ejército, 1 solo Himno y 1 sola Bandera.
ResponderEliminar¿que mundo después de Amazon?, lo mejor Amazon escaparate mundial de todo lo que se puede comprar aunque estés en el ultimo rincon del planeta, lo peor que propietarios obligan a trabajadores/as a trabajar como máquinas para "optimizar" el rendimiento, eso no hay quien lo aguante mucho sin volverse loco. Lo peor Tesla/Amazón olvidados y bailando encima, de los 8,500 niños que mueren de hambre cada día en el mundo, millonarios esbirros del pontífice de turno del Vatic-ano que mantienen intencionadamente, ¿por los siglos de los siglos?, el Horror del "3er Mundo" porque SIN POBRES Y SIN IGNORANTES NO HAY RELIGIÓN
ResponderEliminar...viaje interestelar aceleración constante (sin separatismos)... es "muy humano" (hasta ahora) querer separarse de los demás (para vivir mejor que los demás), querer hablar diferente para no entenderse llamando a la proliferación de jerigonzas del terruño "riqueza cultural". No se puede seguir consintiendo a los separatistas catalanes, vascos y demás congéneres que sigan con su cuento del "derecho a decidir". Ese "derecho" ya no existe. La Humanidad va hacia la Unión Global preparando el salto a las estrellas.
ResponderEliminar...viaje interestelar aceleración constante (Universal Union)... UU... las naciones y los nacionalistas y los patriotas deben quedar en el pasado como algo malo y superado. O es que la Humanidad va a ir a los Exo-planetas con una bandera nacionalista cualquiera, en vez de con la Bandera definitiva acordada en un Mundo de territorios adheridos a la UU con 1 solo Gobierno Mundial y 1 solo Idioma.
ResponderEliminarLos distintos gobiernos solo sirven para mantener legiones de políticos piojos que comen al mundo por todas partes a impuestos contra el pueblo que los mantiene. Los distintos idiomas "riqueza cultural" solo sirven para no entenderse y ahí empieza el dominio de los autóctonos contra los que llegan. Los distintos ejércitos solo sirven para la destrucción, el crimen gubernamental contra otros pueblos, como se sabe y se ve desde el comienzo del mundo. Los distintos himnos nacionalistas "de quienes se ponen la mano en el corazón cuando lo oyen" solo sirven para enaltecer el odio hacia quienes no son del mismo. Las diferentes Banderas lo mismo. Fuera todas las Banderas de una vez. Solo 1 Bandera para La Humanidad con Futuro. ¿Eliminar? el qué.
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