miércoles, 8 de junio de 2016

El velo islámico, el Che Guevara y la Coca Cola



El velo islámico, el Che Guevara y la Coca Cola


En la portada, formato papel del diario “El País” del 1 de Junio de 2016 leo que “la abogada general de la UE, Julianne Kokott, concluyó ayer que las empresas europeas pueden prohibir a sus empleadas llevar velo (islámico) porque ese símbolo vulnera la neutralidad religiosa”. En la página 19 del mismo diario, del mismo día, veo una foto del Sr. Josep Garganté, edil de Barcelona, donde contemplo, indubitablemente, que lleva tatuada una foto del Che Guevara. Me entra una duda. Llegado el caso, ¿la abogada general de la UE, Julianne Kokott, aceptaría que su empresa expulsara al Sr. Ganganté porque su símbolo vulnera la neutralidad política?. Y si lo hiciera, ¿se imaginan el follón que se organizaría en España por vulneración, esta vez, de la libertad de expresión?.


En efecto cabe preguntarse porqué tantas reticencias a mostrar públicamente, de forma absolutamente pacífica, símbolos religiosos y no (determinados) símbolos políticos. Por ejemplo, no se pueden mostrar cruces gamadas, se retiran denominaciones de calles de militares o personas de signo franquista, pero no hay problemas para ir vestidos con camisetas con la efigio de Mao o del Che Guevara.

Pero creo que hay que ir más allá. Mucho más allá. En la televisión y en los medios de comunicación social podemos ver publicidad de grandes empresas cuyo único objetivo es vender lo más posible, fomentar, cuando no crear, el consumo por el consumo, importando a nuestro jueces y comentaristas un comino lo que pueda suponer de vulneración de “neutralidad” social o financiera. Señalemos a Coca Cola más como símbolo que como empresa concreta. Cuestión que casi nadie se plantea. Además, en el plano individual, una persona puede andar por la vida haciendo publicidad de esta o aquella marca (prenda de vestir, complementos, bebidas, bolígrafos, etc., etc.) a veces de empresas (capitalistas o no, poco importa) que no tienen reparo alguno en vulnerar los derechos fundamentales de las personas sin que ningún Tribunal de Justicia, ni medio de comunicación y casi ningún intelectual se pregunte la razón de ser de tamaña discriminación.

En efecto, ¿por qué una chica no puede llevar el velo islámico en su centro docente o en su lugar de trabajo, cuando un chico puede lucir una camisola del Che, poco importa quién y en qué condiciones la fabrique?. Pero más aún y más importante a mi juicio. Sentado lo anterior, ¿por qué todos puedan comprar Donuts, Coca Cola, larga y libremente publicitados y, los más ricos, los últimos modelos de smartphones, sin cortapisa alguna?

¿Qué supone mayor peligro para la ciudadanía (peligro, sí, pues se trata de prohibiciones), llevar el velo islámico, un tatuaje del Che o publicitar orgullosa (e impunemente) el logo de tal o cual empresa que solamente piense en ganar dinero, al precio que sea?. ¿Están Ustedes seguros de que es más peligrosa la vulneración de la neutralidad religiosa o política que la de la  financiero - económica - social?. ¿Qué incitación es, socialmente hablando, más peligrosa?. Por favor, pónganse en la piel de un chaval en una barriada depauperada de nuestras ciudades. O, digamos, del África subsahariana.
Creo que hemos perdido el Norte.

P.D. Revisando unas notas de mis lecturas recientes, encuentro esta reflexión de Tariq Ramadan en el libro en el que se nos transcribe su conversación con Edgar Morin, "Au péril des idées" Presses du Chatelet, 2014, que ya he comentado en este blog. Dice así Tariq Ramadad (p.168): "Se quiere hacer de la escuela un santuario donde ciertas influencias o representaciones no tengan cabida en la transmisión neutra del saber. En los hechos hay un problema: nada de signos religiosos en la escuela, pero bienvenidos los signos de la publicidad, las marcas, las etiquetas, etc. ¡Como si estas últimas fueran ideológicamente neutras!. Regis Debray, en esta lógica, propuso que se prohibieran todos los signos: Coca Cola, como el velo (islámico) o la kipa (judía). Por supuesto, no le hicieron caso. En ultima instancia, ¿cual es el sentido, la esencia e incluso la finalidad de un espacio neutro que permita la entrada de signos publicitarios como Nike o Coca Cola, pero que rechaza los signos religiosos como el velo o la kipa?. Estamos ante una elección ideológica que no es, en nada, neutra. Los signos del poder ideológico del dinero entran en el santuario de la escuela, pero los signos religioso están proscritos" (La traducción es mía). Verdades como puños que no serán tenidas en cuenta, claro está.

9 comentarios:

  1. La cuestión es, por desgracia, más espinosa que lo que aparenta. Hasta ahora yo he defendido que las mujeres culturalmente islámicas (es un asunto más cultural (o incluso antropológico), que religioso, en mi opinión), lleven el velo si así lo desean -y no lo lleven si así lo quieren- y más o menos por las mismas razones que usted presenta en su texto. Sin embargo, estoy temiendo ahora que una llegada masiva de extranjeros, islámicos o no; termine de alguna forma por alterar negativamente, en un futuro próximo, el equilibrio precario (un equilibrio siempre es dinámico, precario) del que gozábamos en España y en Europa. Debemos de convenir de que las iglesias católicas vascas y españolas están vacías; en los barrios de Deusto o de San Ignacio en Bilbao, por ejemplo, o en Urduliz o en otros pueblos de Vizcaya (lo sé porque he ido a verlo y a oír la misa, de cuando en cuando); y que la pujanza del islamismo y de una inmigración masiva de sujetos islámicos y/o externos a nuestra cultura y religión, termine alterando nuestro modo de ser; nuestro equilibrio. Más aún, si son canalizados por esta nueva ¿"izquierda"? neo comunista de ¿"podemos"? (¿neo comunistas o social demócratas, como se define ahora su cínico jefe? ¿O mejor dicho veletas que sólo quieren alcanzar el poder por cualquier medio? -y no quieren nada más; todo su discurso es una falsedad completa-; que ya sabemos que se dedican profesionalmente a la arenga entre los inmigrantes, que una vez nacionalizados españoles, agradecidos les darían los votos necesarios para la dictadura miserable estilo venezolano o cubano que nos quieren ir imponiendo. En este sentido, hay que ir diciéndoles a todos los inmigrantes que vienen aquí; que deben de aceptar las reglas de nuestra cultura, de nuestro juego, de las leyes vigentes, por supuesto y de nuestras democracias imperfectas -pero democracias al fin-; que no pueden venir aquí a imponer sus reglas. Los domingos por la mañana, muy temprano, existe un espacio en Radio Nacional de España que dedica un tiempo a las cuatro religiones más cercanas a nosotros, el catolicismo, el protestantismo, el islamismo y el judaísmo. Y está muy bien que haya este espacio para religiones en RNE. Pues bien, mientras las otras tres religiones, se dedican en ese espacio radiofónico, a cuestiones de teología propia o simplemente a dar esperanza positiva a la gente, los islamistas están reivindicando, prácticamente; lo he estado escuchando con mis oídos; que somos nosotros los que tenemos que adaptarnos a ellos. Que los velos, decían las mujeres islamistas invitadas al programa, se los deberíamos de estar vendiendo nosotros en cualquier tienda de Madrid o de Bilbao...

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  2. (Sigue de lo anterior)

    Para dar un símil con el arte -y el testimonio periodístico- de la fotografía; que a mí me gusta; pongamos el caso reciente del famoso y muy buen fotógrafo estadounidense cuyo nombre no puedo ahora recordar, fotógrafo de revistas tan excelentes como National Geographic; que alteraba de una manera fuerte sus fotografías; quitando cosas y personajes, pero también añadiendo cosas; de tal manera que yo recuerdo haber dicho alguna vez, que yo no creía que pudiera jamás hacer fotografías de calle o de situaciones, tan buenas como las publicadas por la revista National Geographic. Y es que las composiciones eran tan excelentes que no eran ciertas, eran composiciones foto periodísticas (descriptivas de una situación) alteradas por medio de Photoshop digital, por ordenador, ahora, o de técnicas sofisticadas de laboratorio analógico, antes.
    La cuestión es si el fotoperiodismo tiene derecho a alterar la realidad, a añadir o quitar personas o cosas en una escena, quizás fugaz, como todas las escenas temporales, que ha estado retratando. Mi tendencia primera, yo que he hecho bastante fotografía amateur, es pensar que sí se puede alterar esta realidad si esa alteración no es significativa, sólo atañe al dinamismo, al color, al tono y a la belleza general de la composición, aunque se quiten personajes que no añadían nada al dinamismo global de la composición. Esto sería un caso de fotografía-pintura. Pero algo en el fondo de mí mismo me alerta del peligro de esta práctica de manipulación fotográfica-periodística a corto plazo. Lo mismo ocurre en el caso del velo de las islamistas. En un segundo momento hay que pensar que los que están en nuestra casa son ellos; que la cortesía no le corresponde al anfitrión, sino al invitado. Y ello aunque la ¿¿"izquierda"?? mienta lo contrario. Y precisamente por ello.

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    1. Creo que mientras se diga, explícita y claramente, que se ha modificado la foto-pintura, la creación artística (la fotografía es un "arte menor", dixit Bourdieu) debe respetarse. Pero sin trampas.

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    2. El problema surge cundo se considera que hay fotografías que han sido muy alteradas en el ámbito mismo del foto periodismo, sin que ello se sepa en absoluto.

      http://www.elmundo.es/grafico/cultura/2016/06/01/574df213e5fdeae10b8b4600.html

      Bourdieu es un maximalista del que sólo tengo referencias de terceros; la fotografía es un arte menor; sí; pero yo estría orgulloso de haber hecho algunas de las fotografías que se exhiben por ahí.

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    3. Se suele comúnmente aseverar que una imágen vale más que mil palabras -ya que hablamos precisamente de fotografía. Y la *imagen testimonial* es la fotografía, no es la pintura en nuestros tiempos; pese a Bourdieu, es más importante que la pintura; pero no es arte mayor, es cierto.
      Y vale más esa fotografía-imagen que muchas palabras precisamente porque testimonia más: las palabras están repletas de *entropía*, de doble significado, cada cual las utiliza con el sentido particular, parcial, que más le favorece (en los falsos debates políticos de hoy en día, en los que los nuevos partidos surgidos de la nada, engañan aún más que los partidos más antiguos, con más solera) o en un debate de tipo filosófico en el que nadie quiera perder su posición, su estatus. Y en eso justamente, informándome por Internet de la famosa ocupación de la Place de la République por parte de los clones franceses de "podemos", llamada "nuit debout", encontré esta foto del primer ministro *socialista* francés Manuel Valls; de origen español; representado colgado de una cuerda, ahorcado, en esa misma plaza :
      http://www.bfmtv.com/politique/mannequin-pendu-et-apero-valls-la-cible-privilegiee-de-nuit-debout-965980.html

      https://es.wikipedia.org/wiki/Manuel_Valls_(pol%C3%ADtico)

      De tanto perderse en palabras vanas con la secta de "podemos", el secretario general de nuestro psoe debió de haber visto esta foto; hubiera entendido mucho antes que no hay nada que hacer ni que hablar con extremistas que ahorcan a sus amigos realmente valientes y realmente *socialdemócratas* (1). Como Manuel Valls..

      Yo estoy con Valls y con el gobierno francés; apoyo su resistencia, aunque no soy socialista ya.

      (1): Habría que cambiar la palabra socialdemócrata por la de *éticodemócrata* porque ¿qué significado tiene ya en nuestro siglo-milenio la palabra social ?

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  3. Muy telegráficamente:no creo que en nuestro contexto cultural puedan equipararse el ir con el rostro cubierto con un "burka" a la afgana ,que ir con la camiseta de la Real Sociedad.

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  4. Por supuesto. Pero una burka a la afgana no es el velo islámico. Pero si se prohíbe el velo no veo porqué no haya de prohibirse la camisola del Che. Y, la camiseta de la Real con la ikurriña. O dinamitar el Sagrado Corazón de Urgull.

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  5. https://mikelmancisidor.blogspot.com.es/2016/06/las-lenguas-de-francia.html

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  6. Estoy desbordado de textos para leer y para escribir. Y no llego a todo. Unas breves líneas sobre el tema.
    En un libro corto, denso, claro y muy estimulante, cuya lectura ya he terminado, Will Kymlicka. “Fronteras territoriales”. Ed. Trotta, Madrid 2006, en la página 47, en el contexto de la importancia que concede el autor al idioma como factor de identidad nacional escribe esto: “¿Quién habría imaginado que el idioma francés, cuyo uso se limitaba a una pequeña región alrededor de París en el tiempo de la Revolución, se convertiría en una característica paradigmática de la identidad nacional del pueblo de Francia?”
    Siendo lego en este tema me limito a aportar la cita de Kymlicka a la consideración de los lectores.

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