miércoles, 31 de diciembre de 2014

Tamames y Herrero de Miñón, el polo sur y el polo norte (de Iñaki Anasagasti)


Tamames y Herrero de Miñón, el polo sur y el polo norte


(Tomado del blog de Iñaki Anasagasti de un artículo que publicó en DEIA. De acuerdo con Iñaki. Miguel Herrero es un tipo fantástico. Más aún en la distancia corta. Una pega sin embargo. La respuesta que da Ruiz Soroa no vale. Y ¡ojo con ese tema!. Hasta la izquierda catalana estaría de acuerdo con Ruiz Soroa. JE)


Decía Gandhi que aquellos que no están dispuestos a pequeñas reformas, no estarán nunca con los que apuestan por cambios trascendentales.

Esta reflexión viene al pelo del lío que tienen en Madrid  Mariano Rajoy y Pedro Sánchez en relación con el cambio constitucional que unos  ven indispensable y otros que antes  de plantearlo se  dejan cortar un brazo. Pero tiene ahí dos problemas de envergadura, como Catalunya y Euzkadi, y no saben qué hacer con ellos pues como con una vieja y reseca piel de toro, si la pisas por un lado se te levanta por el otro. Y es que ahí está  también  Susana Díaz con la escopeta cargada y ahí está  asimismo la  derecha y la extrema derecha con la lupa puesta.

El lehendakari Ibarretxe escribió  el martes 16 de diciembre en El País  un lúcido  artículo muy explicativo de lo que somos titulado “La Dependencia”. Era muy claro y respetuoso. Se entendía a la primera. El  viernes  19, el abogado   J. M. Ruiz  Soroa lo rebatía   en el mismo Pais y lo   descalificaba  sin más. Dicen que es el cuco el animal que ensucia su propio nido. Y hay muchos cucos en la política española, aunque se jacten de su vasquidad.

En otro registro y en  el ABC, Ramón Tamames, antiguo miembro del Partido Comunista, escribía a raíz del 36 aniversario de la Constitución española lo siguiente:

   “A propósito del caso vasco, comentaré que el pasado verano asistí a la primera lección de un curso, en la UCM-Escorial, en el que disertó Iñigo Urkullu. Y al final de su intervención, me permití decirle al Lehendakari, más o menos lo siguiente: ”Has estado muy mesurado en la forma pero vuestros planteamientos soberanistas  están produciendo mucha fatiga entre la inmensa mayoría de los españoles, de forma y manera que no cabe descartar que un día se autorice un referéndum  para retirar de la Constitución  la disposición Adicional  Primera que es el sustento de vuestro régimen  hacendístico confederal  que tanto apreciáis .Sinceramente, estáis en lo mejor  de los dos mundos posibles  y por ello insistir  en la vía soberanista  podría ser una auténtica desgracia para todos”.

Sutil amenaza de El Padrino. Pero Tamames no está solo. Representa  con su rancio  pensamiento español  el 90% de la clase política e intelectual madrileña. No hay un liderazgo serio ético e institucional  en esta capital que  explore nuevas vías y las defienda. No hay hoy en día  los Marañón, Ortega y Gasset, o Fernando de los Ríos de tiempos de la República  que hicieron caer aquella corrupta monarquía con sus denuncias y claridad de ideas. Por eso hay que valorar a los pocos que se atreven a contradecir este pensamiento único y que siguen viendo el Concierto Económico como un “privilegio” con el que hay que acabar junto a la distinción constitucional de “nacionalidades “ y “regiones”.

Otra hubiera sido la historia si se le hubiera hecho caso estos años al constitucionalista madrileño Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, uno de los tres ponentes constitucionales vivos, jurista y estudioso del foralismo vasco que se ha atrevido a decir que Catalunya es una Nación y que el Estatut es constitucional.

 Conocí a Miguel Herrero siendo éste diputado en 1986. Era el portavoz de su grupo Parlamentario (1982-1987). Una oratoria brillante, antiguo alumno de Oxford, París y Lovaina,  trajes cruzados, gafas de niño repipi, grandes carcajadas, cultura oceánica, admirador de lo “british”, vivienda al lado del viejo ayuntamiento madrileño, conspirador nato, erudito, era el típico representante de la clase culta española y de esa derecha civilizada y positiva que cuenta con tan pocos líderes que den la cara. Sus tertulias en  la Ser con Santiago Carrillo y Pere Portabella en los últimos años (1998-2009) eran clases de buena política y mejor historia. Abandonó el programa debido a su nombramiento como miembro permanente del Consejo de Estado.

Nada que ver con un Aznar que le robó sus apoyos cuando, dimitido Hernández Mancha, asumió la jefatura de un PP que seguía manteniendo vivo el liderazgo de Manuel Fraga, aquel franquista que votó en contra del Título VIII y del estatuto de Gernika.

 Amigo de Ernest Lluch escribió un muy lúcido trabajo al alimón con el político asesinado en Barcelona por ETA. "Constitucionalismo Útil" es su titulo, quizás para diferenciarlo del Constitucionalismo inútil, retórico y prisionero de pueblos y naciones, que es el vigente y el que se estila. En el año 2004 se dio de baja del Partido Popular.

A Miguel Herrero siempre le han acusado de un pecado nefando en la capital del reino y es el de ser amigo de las gentes del PNV y de defender las posibilidades de encaje de lo vasco en la Constitución. Para colmo aceptó recibir el Premio que la Fundación Sabino Arana le otorgó el 31 de enero de 1999 lo que le convirtió en blanco preferido de Jiménez Losantos, Alfonso Ussia, Martin Ferrand y la carcundia mesetaria. En 1999 escribió un interesante libro “Idea de los Derechos Históricos”. Un tipo extraño en el Madrid oficial.

Pero este hombre hizo en la aceptación de aquel premio algo insólito y que no había ocurrido nunca. Declararse españolista y gritar ¡Viva España! en el Arriaga para lograr, al término de su intervención, un cerrado aplauso de todos los nacionalistas vascos allí presentes. Un sabio de la política.

Su breve discurso no tiene desperdicio. Conviene conocerlo y guardarlo. Dijo así:

“Unas palabras, nada más, de gratitud a la Fundación Sabino Arana por distinguirme con este galardón.

“Un galardón que premia mis esfuerzos, primero como constituyente, después como parlamentario, desde hace años, como analista político y constitucionalista en pro del pleno reconocimiento de los Derechos Históricos del pueblo vasco.

“En efecto, durante años me he dedicado a defender y difundir la idea de que el pueblo vasco, restaurado en su plenitud, debe ser el dueño de su futuro, a decidir democráticamente y con pleno respeto a lo que su identidad histórica y su actual pluralidad requiere.

“Tres son las razones por las que he defendido, defiendo y defenderé esta posición. Primero, porque creo que es lo que en justicia corresponde a la historia foral y a la identidad nacional del pueblo vasco.

“Segundo, porque creo que esta es la única vía para obtener la consolidación de la paz, la reconciliación de la sociedad vasca y la sublimación de su dolor para convertir un pasado tormentoso y dividido en un futuro lleno de comunes esperanzas.

“Tercero, porque, como todos sabéis, soy profundamente españolista y creo que sólo un pueblo vasco, restaurado en la plenitud de sus derechos, puede reanudar voluntariamente el secular tracto paccionado con el resto de la Monarquía española. Eso es lo que, en palabras del lehendakari Aguirre el 5 de diciembre de 1935, permitiría gritar a los vascos, nacionalistas incluidos, viva España.

“Yo comprendo que el empeño es difícil. Tanto de expresar aquí como de defenderlo donde yo lo hago. Por eso, el premio que me dais y por el que reitero mi gratitud es el mejor acicate”.

¡Ostras Pedrín!.

Catalunya es una nación

Diciéndose "absolutamente españolista" y al mismo tiempo identificado afectivamente con todos los movimientos nacionalistas, asimismo  defendió que "la Constitución da cabida" al renovado Estatuto catalán, antes de ser cepillado, tras recibir asimismo un galardón de la Fundación “Persona i Democracia Joaquim Xicoy” que reconoció su trayectoria política:

"En el marco de la Constitución, el Estatut cabe porque la Constitución que felizmente hicimos es elástica, en el mejor sentido del término, es una doctrina que tiene fórmulas no rígidas (...). El Estatut está funcionando durante años, y la vida en Cataluña y en el resto de España está siendo totalmente normal".

Miguel Herrero sostuvo en este sentido que Cataluña es una "nación" y que sus "derechos históricos y nacionales deben ser siempre reafirmados y conservados". Proclamándose él como "absolutamente españolista", aseguró al mismo tiempo sentirse identificado afectivamente con todos los movimientos nacionalistas que hay en España, entre ellos el catalán:

"Yo que soy un apasionado devoto de la España grande, que es el resultado fuerte y vigoroso de la libre adhesión de todos sus pueblos, creo que Cataluña es una nación"

En este sentido, defendió que hacía falta defender al individuo como sujeto acreedor de todos los derechos fundamentales, entre ellos el de la "identificación nacional".

Es evidente que no hay mucha gente en Madrid, como Miguel Herrero. Por eso es un hombre silenciado.

Y por eso conviene destacar su pensamiento. Se puede ser español y españolista y a la vez demócrata y un apasionado por la convivencia respetuosa tratando de no imponer una única visión de España. Pero desgraciadamente, la que  impera, es la de la España eterna, la de la Conquista de Granada y la de los Tercios de Flandes. ¡Qué  pena!.

 

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