viernes, 29 de enero de 2010

Nuevas Tecnologías y valores: los retos educativos del Siglo XXI




 Nuevas Tecnologías y valores: los retos educativos del Siglo XXI
 

Texto para la intervención de Javier Elzo en el V Congreso Internacional Multidisciplinar sobre Trastorno por Déficit de Atención y Trastornos de la Conducta, organizada por la Fundación CONFIAS, en Madrid, el día 29 de enero de 2010



Introducción
 

Se ha insistido, con razón, en la incapacidad para asumir el límite como consecuencia de una ideología dominante en España que ha privilegiado ciertos valores sobre otros. Quiero decir que se ha hecho hincapié, felizmente, en los valores inherentes a los derechos de la persona humana pero se ha olvidado, desgraciadamente, que esos valores no son traducibles en la práctica si no llevan el correlato de determinados deberes y responsabilidades.


Así se ha instalado en la conciencia colectiva un rechazo a toda jerarquización de valores bajo el sacrosanto principio de que cada cual puede decir y pensar lo que quiera con tal de hacerlo sin violencia (y no siempre) y sin dar cuenta alguna del porqué de su razonamiento. Este modo de comportamiento se ha visto peligrosamente aumentado con la proliferación de los dominios de las nuevas tecnologías de intercomunicación en los que impera la opinión anónima, como en muchos blogs y comentarios online de la prensa digital. Es lo que he denominado muchas veces con la expresión en euskera de la “lógica del nahi dut”, la lógica de hacer lo que apetece sin mas explicación arrinconando la “lógica del behar dut”, la lógica del deber hacer, la lógica de la solidaridad. Es el imperio del individuo, pretendidamente libre y autónomo frente al ciudadano, sumatorio de la persona libre en su individualidad al par que solidaria con el otro. 

En España hemos pasado muy rápidamente de una moral religiosa que, en su peor vertiente, basaba la salvación en el sufrimiento (y aún quedan secuelas preocupantes), a una moral centrada en el bienestar, en el disfrute del momento presente a lo que Paul Valadier ha denominado, no recuerdo donde, la moral libertaria, con un corto periodo de tiempo, el del tardofranquismo y la primera década de la transición, en el que se apostó por una moral de la salvación a través del cambio político, el cambio de estructuras políticas, pensando ilusa y trágicamente que así se cambiada la sociedad. Basta recordar los 72 años de dictadura soviética y la actitud de gran parte de la intelligentsia europea, así como los 12 años del nacionalsocialismo alemán con apoyo en no pocos intelectuales de su país para recordar que no vale el cambio de estructuras socio políticas si no vienen acompañadas del cambio en las personas.

Un adolescente que hoy se abra al mundo se encontrará con una legitimación religiosa muy minoritaria, al par que fragmentada y ausente en la mayor parte de los medios de comunicación que a él le interesan. Verá que el referente político más noble, la preocupación por la cosa pública, está escamoteada por la maquinaria de los partidos políticos y los medios de comunicación afines cuyo objetivo es ganar las próximas elecciones. Este adolescente verá, por el contrario una sociedad consumerista, en medio de una parafernalia de objetos cuya adquisición es objeto de incitación constante. Es sabido el poder de las marcas y su enorme atractivo entre los jóvenes. No se olvide que el dinero aparece como el icono que, según los propios jóvenes, mejor les representa como jóvenes que son.


Todo esto hace que los jóvenes españoles de hoy están centrados en lo próximo, en lo actual, en lo cercano, en lo cotidiano etc. Así frente al “gran discurso”, a la explicación global de las cosas (que apenas les llega) se quedan en el “pequeño relato”, la concreción del día a día, la respuesta a sus cuestiones parciales. Sin  embargo, (insisto fuertemente en ello), las grandes preguntas, aun no explicitadas, no formuladas temáticamente están ahí, en lo más profundo y en la periferia de ellos mismos: quien soy yo, de donde vengo, a donde voy, qué sentido tiene mi vida, porqué hacer el bien y no el mal, porqué he de ocuparme del otro y no centrarme en mi mismo, si el mundo se acaba aquí, si hay un más allá….Y no encuentran quien les dé, no diré respuestas sino, más básica y fundamentalmente, elementos para aproximarse a esas grandes cuestiones con la fuerza de la razón y la determinación de la voluntad. De ahí la fragilidad intelectual y emocional en no pocos jóvenes y el riesgo de que puedan ser presa de sus propios sentimientos, indecisiones y, de forma particular, sin capacidad de asumir sus propias frustraciones.



Esta situación puede empeorar ante el auge de las nuevas tecnologías, particularmente en los más débiles en su estructura psicológica y en su armadura ética. Especialmente por el auge que está tomando el aprendizaje informal.



1. Tres formas de aprendizaje y el peso de las nuevas TIC



El “Memorando sobre la educación a lo largo de toda la vida”, fechado en Bruselas el 30 de noviembre de 2000, (SEC-2000, 1832) señala la urgencia del conocimiento “pues Europa ha evolucionado hacia una sociedad y una economía basadas en el conocimiento y los europeos de hoy viven en un mundo social y político complejo (de tal suerte que) si desean ser dueños de su propia vida, la educación, en el más amplio sentido de la palabra, es la clave para aprender y comprender cómo afrontar esos retos”.



En Memorando aporta al final de su trabajo seis mensajes clave. Por razón de espacio trasladamos aquí los dos últimos: ”lograr que todos los ciudadanos de Europa, a lo largo de toda su vida, puedan acceder fácilmente a una información y un asesoramiento de calidad acerca de las oportunidades de aprendizaje” y “ofrecer esas oportunidades de aprendizaje permanente tan próximas a los interesados como sea posible, en sus propias comunidades y, cuando proceda, con el apoyo de las tecnologías de la comunicación”.



Es preciso recordar las tres modalidades ya conocidas de formación (o  aprendizaje)  formal, no formal e informal.



El aprendizaje formal se desarrolla en centros de educación y formación y conduce a la obtención de diplomas y calificaciones reconocidos. Es lo que hasta ahora han hecho las universidades y los centros docentes


El aprendizaje no formal se realiza paralelamente a los principales sistemas de educación y formación, y no suele proporcionar títulos formales. Este tipo de aprendizaje puede adquirirse en el lugar de trabajo o a través de las actividades de organizaciones y grupos de la sociedad civil (como organizaciones juveniles, sindicatos, partidos políticos, organismos solidarios etc.). También puede ser adquirido merced a organizaciones o servicios establecidos para completar los sistemas formales (como Congresos de diversas disciplinas, cursos de arte, música o deportes, etcétera).


El aprendizaje informal es un complemento natural de la vida cotidiana. A diferencia del aprendizaje formal y no formal, el aprendizaje informal no es necesariamente intencionado y, por ello, puede no ser reconocido por los propios interesados como positivo para sus conocimientos y aptitudes. Sin embargo, merced al auge exponencial de las nuevas tecnologías de información e intercomunicación, cada día esta modalidad de aprendizaje será más importante pudiendo suplantar en su capacidad de socialización incluso a las demás modalidades en determinados colectivos.



El Memorando arriba citado añadía, con clarividencia, que “el aprendizaje informal corre el riesgo de quedar excluido por completo del panorama, a pesar de que es la forma más antigua de aprender y sigue formando la base del aprendizaje en la primera infancia. La aparición de la tecnología informática en las casas antes que en las escuelas subraya la importancia del aprendizaje informal. Los contextos informales representan una enorme reserva educativa y podrían ser una importante fuente de innovación para los métodos didácticos”.



Este texto, fechado en 2000, no yerra en absoluto en su diagnóstico. Retengamos estas cifras de la Lección inaugural en la Universidad de Deusto del curso 2009-2010 del profesor José Luis del Val: la radio necesitó 38 años para alcanzar 50 millones de usuarios. La televisión 13 años. Internet, solo 4. IPOD, 3 años y Facebook 100 millones en 6 meses. El 78 % de los usuarios de redes sociales confían en lo que les recomiendan sus homólogos y solamente el 14 % confían en la publicidad con lo que las agencias de publicidad y los medios de comunicación convencionales, que en gran medida subsisten gracias a la publicidad, están en horas bajas. 24 de los 25 principales periódicos estadounidenses han descendido su tirada. En EEUU uno de cada ocho matrimonios se conocieron a través de una red social, uno de cada seis estudiantes universitarios tiene un curriculum online y el  80 % de empresas utilizan Linkedin para encontrar sus nuevos empleados. En fin, en septiembre de 2009 había 45 millones de grupos de usuarios activos en Facebook. 65 millones acceden a Facebook través del móvil y cada mes suben 2.000 millones de fotos, 14 millones de videos y, comparten cada semana 2.000 millones de links, notas, post, fotos etc.



Todo esto permite decir a José Luis del Val “que el modelo ha cambiado y ya no se buscan las noticias; las noticias nos encuentran clasificadas y categorizadas por aquellas personas en quienes confiamos y con las que hemos establecido vínculos a través de redes sociales”. Lo que nos coloca, de bruces, entre otras cosas, ante la cuestión de los diferentes agentes de socialización en la educación de las nuevas generaciones. También en las relaciones de la población adulta pero de adolescentes y jóvenes hablamos aquí.





2. Algunos datos recientes de la penetración de las nuevas TIC en los adolescentes españoles



En este epígrafe vamos a presentar lo resultados mayores de algunos estudios recientes de ámbito español que nos presentan el grado de penetración de la nuevas técnicas de intercomunicación en la juventud español, así como el detalle de cuales son las preferidas. Cuando los datos lo permiten añadiremos una sucinta valoración que nos suscitan.



1). Del estudio de INJUVE 2008



 Según datos recogidos en el último Informe de INJUVE sobre la juventud española, en base al estudio “Navegantes en la Red” de 2007 el 96 % de los jóvenes españoles de 15 a 24 años poseían un teléfono móvil, el 43 % un ordenador, cerca de uno de cada tres acceso a Internet y el 28 % una videoconsola. De los que acceden a Internet, el 61 % de los chicos y el 54 % de las chicas, entre los 14 y los 19 años de edad le dedican más de dos horas al día, quienes tienen entre 20 y 24 años desciende al 54% para los chicos y al 40 % para las chicas.



Estas cifras, sin la menor de las dudas, están ya obsoletas pues la penetración de Internet en nuestras vidas se está produciendo masivamente, aunque no con la velocidad y características de rapidez en la consulta deseables. Nótese cómo en el momento de realización de la encuesta y teniendo en cuenta la franja de edad del estudio que sube hasta los 24 años, son los de menos edad, quienes en mayor grado están ya “enganchados” en las nuevas TIC. Estamos en los inicios.





2) De un estudio burgalés de 2008



De un reciente estudio efectuado en la provincia de Burgos[1], en cuya presentación en septiembre de 2009, tuve el gusto y honor de participar, podemos retener estos datos básicos. En el 94 % de hogares burgaleses (hogares donde hay escolares de final de la enseñanza primaria y la secundaria) hay al menos un ordenador, aunque todavía estos escolares pasan más tiempo ante la televisión que ante el ordenador, aunque los que lo hacen dedican mas tiempo a navegar por Internet, bajarse películas y chatear que a realizar trabajos escolares. El chat, Messenger y similares lo utilizan básicamente para estar en contacto con amigos y, aunque en notoria menor proporción, para conocer a gente nueva y ligar (mucho más los chicos que las chicas).



Respecto de las páginas de Internet que visitan, se lleva la palma las paginas de música (68% lo señalan), seguidas por las que sirven para los trabajos de clase (58%), en ambos casos con clara mayor presencia de chicas. A continuación son las páginas de cultura y deporte (que erróneamente juntaron en el cuestionario), con el 42 % de menciones, aquí con notoria mayor frecuencia masculina, las páginas informativas (19 %), las eróticas, con una media de 12 % de frecuentación pero con un 22% de chicos que lo señalan frente al 0,9 de chicas, lo que quien suscribe pone en duda. Para ser ya completos señalemos que el 9% indican abrir páginas científicas, aquí también con mayor presencia masculina.



Notemos que cerca del 20% señalan dedicar dos o más horas al día de promedio a la semana a los juegos electrónicos (ordenador, video consolas, móvil, maquinitas etc.). En otro orden de cosas es muy significativo constatar que, por término medio, los escolares cada día reciben ocho comunicaciones virtuales (en el móvil, básicamente), destacando al alza las chicas y los escolares de más edad. En fin, y dato sumamente importante para controlar el grado de arraigo y dependencia, en su caso, hacia los diferentes sistemas de intercomunicación, señalemos que los escolares burgaleses se sentirían “muy mal” (luego reteniendo de la escala propuesta el ítem superior) el 42 % si les faltara el móvil, el 34 % si Internet, el 31% si fuera el ordenador lo que les faltara, el 26 % el MP3 o similares, el 21 % la televisión etc. Retengamos que pese a decirnos más arriba que están más tiempo visionando la TV que navegando por Internet, sin embargo el “enganche” a Internet, es notoriamente superior.



3) De un estudio vasco de 2007-2008



Estos datos podemos completarlos con el último Informe del Defensor del Pueblo Vasco (Ararteko), cuyo estudio básico se elaboró desde la Universidad de Deusto, bajo mi dirección[2].  



Preguntados los escolares vascos de la ESO (trabajo de campo, diciembre 2007- enero 2008) por los agentes de socialización donde, según ellos, “se dicen las cosas más importantes para orientarse en la vida”, la familia aparece en primerísimo lugar con un 91% de escolares que la apuntan, seguida, ya a distancia, por la escuela con un 54% de escolares en mencionarla y el grupo de amigos, 53% de menciones. Ya con notoria menor frecuencia hemos de encontrar los libros (27%), los Medios de Comunicación Social (22%), la calle (16%), Internet (14%) y las Iglesias (las diferentes confesiones religiosas presentes en Euskadi, sin distinción en este ítem) con un 8 % de escolares en señalarlas como agentes importantes de socialización. Estos datos, tantas veces analizados en su aplicación a toda España en los estudios de la Fundación Santa María, no han sufrido grandes variaciones a lo largo de las últimas décadas pero exigen algunas clarificaciones que solo, muy someramente, podemos señalar aquí.



En general, trabajando con el conjunto poblacional, hay que subrayar que la familia, ciertamente es la institución mentada por la gran mayoría de escolares. Pero no todas las familias, no todos los modelos educativos familiares tienen la misma capacidad de socialización y, sobretodo y principalísimamente, las consecuencias de su socialización difieren notablemente en los comportamientos de sus hijos, como puede verse en dos estudios, de ámbito español y catalán en los que hemos trabajado a los que no referiremos más adelante[3].



En segundo lugar, como mostramos, a lo largo de estas páginas, situar a Internet en la posición baja de la tabla como un agente menor en la socialización de los escolares es totalmente engañoso. Internet forma parte del aprendizaje informal, luego no tenido como tal aprendizaje, sino como espacio de diversión e información de la que no hay que dar cuenta a nadie. Lo que no quiere decir, en absoluto, que no incida en la socialización del adolescente. Esto es todavía más válido cuando de la referencia genérica a Internet, la concretamos en la Redes Sociales online, vía Internet, donde adquieren una importancia, que, todavía, no estamos en capacidad de controlar suficientemente.



Volviendo un momento a los datos globales acerca de los diferentes agentes de socialización que damos más arriba añadamos que, segmentados los resultados, por la apreciación subjetiva que hacen los propios escolares vascos de la ESO por su rendimiento académico, controlado en comparación a cómo se ven en la clase en comparación con sus compañeros, cabe señalar lo siguiente:



-        Cuando de la familia, la escuela, los libros y los Medios de Comunicación Social se trata, los escolares con mejor valoración de su rendimiento académico, son también los que en mayor grado estiman su influencia en sus vidas.

-        Por el contrario los escolares con peor valoración de su rendimiento académico conceden más importancia en su socialización a la calle y a Internet y similar importancia a los amigos.



Preguntados los escolares vascos de la ESO (recuérdese, trabajo de campo final de 2007, enero de 2008, pues las cosas cambian muy rápidamente con la acelerada presencia de las nuevas Redes Sociales) por las paginas en las que navegan con mayor frecuencia por Internet, señalan en la misma proporción, (78%), “preparar trabajos escolares, exámenes” y “bajarse películas, música etc.”. Un peldaño más abajo “chatear” (70%), jugar con “video juegos” (68%), páginas de “actores, cantantes” (60%) y ya en menor proporción, páginas de “deporte” (40%), para “ligar con personas de otro sexo” (30 %), “noticias de actualidad” (22%) y “ligar con personas del mismo sexo” (9%). Atendiendo a la propia estimación que hacen los escolares de su rendimiento académico es claro que quienes califican ese rendimiento por debajo de la media e incluso de “pobre”, en la mayoría páginas sobre las que se les ha interrogado, destacan, pese a lo señalada anteriormente, por consultarlas menos, particularmente en las páginas sobre trabajos escolares y noticias de actualidad, aunque destacan al alza a la hora de consultar las páginas “para ligar”. Internet penetra en todos los jóvenes, especialmente en determinadas páginas, aunque hay que correlacionar más de lo que aquí hacemos qué joven conecta con qué paginas. Así los escolares que más libros y prensa escrita leen son también los que mas consultas llevan a cabo en Internet en estos temas. Con lo que, a tenor de este estudio, y en estas cuestiones precisas entre los mejores estudiantes, Internet no vendría tanto a sustituir a los medios tradicionales de socialización educativa cuanto a reforzar lo existente. Pero aun nos faltan estudios en España para avanzar más en estas y similares cuestiones.  



Una tercera cuestión a resaltar, en el contexto de estas líneas, del estudio promovido por el Ararteko, refiere la importancia que los escolares conceden a los diferentes medios o circunstancias para comunicarse con sus amigos. El ranking es sumamente significativo. Limitándonos a los porcentajes de los que consideran cada medio o circunstancia como “muy” importante en la comunicación con sus amigos Messenger es señalado, en primer lugar, por el 61% de los escolares, seguido por el móvil (56% lo menciona), ranking que vamos a encontrar, líneas abajo, al presentar algunos datos de un estudio más reciente, y de ámbito español. A continuación, un 53% de escolares vascos mencionan el recreo y el tiempo que pasan en los buses, el 39% el teléfono fijo, casi similar cifra, el 38%, el chat vía Internet, el 37 % cuando salen de fiesta, el 29 % el correo electrónico y apenas un 14 % el correo postal tradicional. Como puede apreciarse es ya claro que las nuevas tecnologías de intercomunicación han ganado, en frecuencia de contactos, a las comunicaciones tradicionales, sin olvidar el tiempo de recreo y las salidas festivas. Otro cosa será el impacto y la profundidad de la comunicación llamada virtual sobre le presencial, cuestión que, al menos para quien suscribe, exige más estudios, con rigor científico, cotejo de datos con otros investigadores, y reflexión. 



4) De un estudio de la Comunidad de Madrid de 2009



Otro estudio más reciente tiene por título “Los Adolescentes en la Red”[4], circunscrito a seis centros educativos de la Comunidad de Madrid (no he encontrado más precisiones en la web consultada) a 1095 escolares de la ESO, luego entre 12 y 16 años para la gran mayoría.



Las aplicaciones que mas emplean son el Messenger y las redes sociales (Tuenti se lleva la palma), seguidas de descargas de música, películas. Según el sexo, los autores señalan que Messenger y las redes sociales son mas utilizadas por las chicos que los chicos utilizan mas los juegos online. Añaden como “un aspecto a resaltar, la baja utilización que hacen los adolescentes de las webs de información escolar”.



En otro punto indican que “lo más llamativo y que debe ser tenido en cuenta…es que los adolescentes consideran que las redes sociales influyen nada o muy poco en sus vidas, en ámbitos como las relaciones familiares, las amistades, su rendimiento académico o sus actividades de ocio”. Pero, al profundizar en este punto mediante análisis factoriales, añaden, en sus conclusiones un resultado que nos parece importante a resaltar, a saber que “a medida que los alumnos tienen peor rendimiento académico, esto es, suspenden más, parece que la influencia percibida de las redes sociales es mayor, especialmente por lo que respecta a los alumnos que conforman el grupo de los de más de dos suspensos”.



5) De un estudio español de 2009



El estudio mas reciente que hemos encontrado sobre el tema[5] lleva por título “La juventud y las Redes Sociales en Internet” efectuada por la Fundación Pfizer que, con esos datos, se encuentra fácilmente en la WEB, donde aparece fechado n Septiembre de 2009. Se trata de 1000 encuestas, la mayoría vía teléfono móvil (tratamiento CATI) a otros tantos jóvenes españoles en edades comprendidas entre los 11 y 20 años, así como a sus propios padres. Luego estamos ante un estudio de ámbito español.



Retengamos aquí algunos datos básicos para nuestro objetivo. Primero y básico: la penetración de Internet, según este estudio es ya superior al del móvil. El móvil dice usarlo el 89,7 %  mientras que Internet lo hace el 98,1 %, de los cuales el 68,1 % todos los días, siendo ligeramente superior la frecuentación de las chicas y aumentando en ambos sexos, el uso de Internet, una vez superada la pre-adolescencia, esto es, a partir de lo 14 años de edad.



Interrogados por los servicios que utilizan en Internet, y tomado como base el 98,1 que han señalado que lo utilizan, el abanico de respuestas es muy amplio: Messenger o similares (90%), escuchar música o ver vídeos online( 88%), información estudio y ocio (87%), enviar correos electrónicos (87%),  descargar archivos (77%), información de ocio (76%), chatear (67%), acceso a medios de comunicación como radio, prensa, TV etc. (47%) y otros usos mencionados en menor frecuencia. En el documento que hemos consultado no hemos encontrado la asiduidad a cada uno de estos usos lo que limita fuertemente las consecuencias a extraer. Además no encontramos especificación sobre algunos portales tipo “educared” ni “rincón del vago” o similares, entradas en portales eróticos o relacionados con determinadas drogas como el cannabis, etc.



Centrándonos en las Redes Sociales resaltamos del estudio de la Fundación Pfizer estos tres resultados mayores. Tuenti, Messenger, Youtube y Facebook, y por este orden, son las Redes Sociales mencionadas con mayor frecuencia, con notable diferencia respecto de las demás redes mencionadas.



En segundo lugar el dato mayor de que mas del 70% de jóvenes encuestados señalan tener más de 40 “contactos o amigos” (lo que obviamente no es lo mismo), a través de la Redes Sociales por Internet, aunque entre los menores (chicos y chicas) el porcentaje del 70 % se reduce a casi la mitad.



La tercera cuestión refiere el porcentaje de “problemas o amenazas” que hayan podido “sufrir por el hecho de participar en estas redes sociales online a través de Internet”. He aquí las cifras para el conjunto poblacional: adicción o uso excesivo (7,3%); acceso a determinados contenidos inapropiados (6,1%, que me permite poner en duda por algo que sabemos bien los sociólogos: la ocultación de respuestas “políticamente incorrectas”); privacidad amenazada (3,6%); “entrar en contacto o ser acechado por otras personas/adultos” (4,2%); acoso sexual (0,7); algún tipo de riesgo económico (0,7%). Hay que añadir que estas cifras son mayores atendiendo a la edad y en algunos supuestos el sexo. Por ejemplo, 7,4 de las chicas entre 14 y 16 años de edad y el 8,6 % de las que tienen entre 17 y 20 años, señalan haber entrado en contacto o haber sido ser acechadas por otras personas/adultos.



Algunas conclusiones principales:



1.- La penetración de Internet es ya superior a la de televisión y, según varios estudios  analizados, incluso al móvil, sea en penetración (estudio Pfizer) sea en importancia de comunicación (Burgos y Ararteko).



2.- Las nuevas tecnologías de intercomunicación han ganado, en frecuencia de contactos, a las comunicaciones tradicionales, incluso al tiempo de recreo y, dato muy importante a las salidas nocturnas de los fines de semana.

 

3.- Sin embargo, como agentes de socialización, a primera vista parecería que no les conceden mucha importancia, pues las ven más como paginas de entretenimiento que de formación. Incluso algunos consideran que las redes sociales poco influyen en sus vidas, en las relaciones familiares, amistades, su rendimiento académico o actividades de ocio. Pero al profundizar en este punto hay que destacar



- en general los alumnos con peor rendimiento académico conceden mayor influencia a las redes sociales,

- los escolares con mejor rendimiento académico valoran más la familia, la escuela, los libros y los medios tradicionales de comunicación social  como agentes de socialización y son los que en mayor grado se introducen en páginas de formación y de trabajos escolares

- Los escolares con peor rendimiento académico, por el contrario destacan al valorar en mayor grado “la calle” e Internet como agentes de socialización.



4.- De esto concluimos, de forma provisional pues necesitamos más estudios científicos que entre los mejores estudiantes, Internet no vendría tanto a sustituir a los medios tradicionales de socialización educativa cuanto a reforzar lo existente.  



5.- Tuenti, Messenger, Youtube y Facebook, y por este orden, son las Redes Sociales mencionadas con mayor frecuencia, con notable diferencia respecto de las demás redes mencionadas.



6.- Parece claro que los chicos destacan sobre las chicas en la utilización de Internet en los videojuegos, consultas deportivas y eróticas, mientras que las chicas destacarian por la mayor frecuentación de páginas de trabajos escolares, cantantes y de personas famosas.



7. A través de las Redes Sociales, según el estudio Pfizer de ámbito español de 2009,  7,4 de las chicas entre 14 y 16 años de edad y el 8,6 % de las que tienen entre 17 y 20 años, señalan haber entrado en contacto o haber sido ser acechadas por otras personas/adultos.



3. Un inciso sobre el papel clave de la familia [6]



La familia vive en España, en la actualidad, una auténtica mutación. Ya no cabe hablar de familia como unidad de análisis sociológico, sino de una multiplicidad de núcleos familiares, aunque con una nota común a la gran mayoría, cual es la búsqueda incesante de redefinición de los papeles del hombre y de la mujer, a no confundir, sin más, con los de padre y madre. Cada día sostengo con más fuerza que es fundamental diferenciar la familia de la pareja.



Lo anterior, unido al hecho innegable y bienvenido de la inserción social de la mujer, trae como consecuencia que, en muchos núcleos familiares, la que denominábamos la madre en la sociedad moderna haya salido de casa mientras que el padre apenas haya entrado. Y cuando ambos entran, al final de la jornada, lo hacen extenuados. Digo todo esto para expresar que la capacidad socializadora de la familia posmoderna (más exactamente habría que decir de los diferentes núcleos familiares) es muy reducida. En los estudios ya referenciados en los que hemos participado, el estudio de ámbito español de 2002 en la FAD y el de ámbito catalán de 2007 de la Fundaciò Bofill lo mostramos, pensamos que fehacientemente.  



Centrándonos, por ser más reciente, en el estudio catalán, cabe decir que, en líneas generales la gran mayoría de familias catalanas están razonablemente contentas. También de la educación que reciben sus hijos, lo que estos corroboran. La nota media sería de un notable pero hay diferencias entre unos y otros modelos familiares en relación a la educación de sus hijos. De ahí la tipología de modelos educativos detectados.



En general, el hijo o hija percibe menor involucración del padre que de la madre en las actividades vinculadas con ellos. También, en general, una valoración menor de la implicación de los padres-madres en su educación que la que éstos indican[7].



En las familias que destacan por su mayor armonía y funcionamiento interno concurren los siguientes elementos: 1) una mayor supervisión parental, 2) empleo de castigo, cuando procede, dirigido a la interiorización (llamado también castigo correctivo), 3) una disciplina consistente (no una mera amenaza, luego incumplida), 4) un estilo positivo de educación, reforzando las posturas y actitudes positivas de los hijos y 5) mayor implicación de los padres (madre y padre) en la vida y actividades de los hijos e hijas. Algo similar ocurre cuando se analiza el desarrollo de la conducta prosocial



En efecto la falta de supervisión parental es la variable más relevante a la hora de explicar la conducta antisocial, seguida por las discusiones entre padres-madres e hijos-hijas y el estilo educativo en la familia.



El papel de los sentimientos globales de inseguridad y desbordamiento experimentados por los padres y las madres muestra tener un papel muy relevante en la educación de los hijos. Es posible que actúen incrementando la inadecuación de las pautas de socialización y acentuando su impacto negativo sobre el bienestar psicológico de los hijos e hijas. De hecho los datos parecen indicar que la incapacidad de los escolares para mantener una actitud positiva hacia los demás, de controlar su mal genio, de tolerar y ceder, de respetar, está vinculada a una gran sensación de desbordamiento entre los padres y madres, lo cual podría explicar el empleo de castigos incorrectos.



Debemos alejarnos de lugares comunes que siguen enfatizando la incorporación de la mujer al mundo laboral o la vida en familias monoparentales, por ejemplo, como los elementos clave explicativos de las disfunciones familiares. Obviamente es más fácil educar, manteniendo las demás variables constantes, en un núcleo familiar de padre y madre que en un núcleo monoparental, o en familias reconstruidas con hijos procedentes de anteriores núcleos familiares. Pero hay que ir más allá. Debemos entender la dificultad educativa desde la comprensión del proceso y de los mecanismos subyacentes a cualquier tipo de estructura familiar, insistiendo en cómo son las pautas educativas o el nivel de conflicto existente en cada unidad familiar en concreto.



4. Los nuevos agentes de socialización y sus efectos



Creo que hemos de pensar seriamente en discernir las consecuencias, positivas y negativas, de una socialización donde las redes sociales están alcanzando cifras impensables hace apenas dos años. Particularmente en las nuevas generaciones.



Los datos arriba presentados nos confirman en lo que otros materiales sobre los agentes de socialización juvenil que nos proporcionan los estudios sobre la juventud, básicamente los que se centran en sus valores y que utilizo con frecuencia, ya están apuntando cada vez con más claridad: el peso de la información informal a través de las nuevas tecnologías de la información y comunicación será cada vez mayor. En los últimos veinte años hemos venido insistiendo en que la familia y el grupo de amigos (y la calle en general), seguidos, a distancia, por los medios de comunicación tradicionales (la televisión en primer lugar) eran los más potentes agentes de socialización y que la escuela, aunque en mejor posición al doblar el siglo que en los primeros años de la transición, difícilmente podía igualar, especialmente ya la adolescencia instalada. Las cosas están cambiando muy rápidamente.



Ya nos hemos referido más arriba a la familia. Con la irrupción de las nuevas tecnologías no diré que el papel de los amigos reales, con los que los jóvenes se comunican y se divierten, haya desaparecido pero, ciertamente, está emergiendo, cada día con mayor frecuencia, la figura del joven encerrado en su casa en el que, al límite, sus relaciones de amistad, en el tiempo de ocio, son de carácter básicamente virtual. Mostré un arquetipo de este joven en uno de los siete retratos de adolescentes que presenté en mi libro “La Voz de los adolescentes”[8]. Aunque no es difícil avanzar que, en realidad, lo que se impondrá en la gran mayoría de situaciones, será la confluencia de los amigos reales con los amigos virtuales, las redes sociales reales (por ejemplo en algunas organizaciones de botellones con amigos seleccionados) con las redes sociales a través de las nuevas tecnologías. Redes sociales compuestas tanto entre figuras (personas) auténticas, tanto entre figuras inventadas. En todo caso viviremos la explosión de toda suerte de redes anónimas y de encuentros, más o menos fugaces, entre personas con la verdadera identidad oculta. ¿Cuántas?. ¿En qué proporción?. No lo sé pero serán muchas.



Además estas nuevas tecnologías harán que queden obsoletas, para las nuevas generaciones, algunos de los medios de comunicación tradicionales. Así ya estamos observando que los adolescentes dedican más tiempo a Internet que a la televisión. Los medios de comunicación habituales presentan respecto de las nuevas tecnologías de la información y comunicación varias diferencias; Señalemos aquí dos.



En primer lugar la información es unidireccional siendo la participación del recipiendario pasiva: selecciona esta o aquella página de lectura, o este o aquel canal de televisión o dial de la radio. A partir de ahí escucha, lee o visiona lo que le den a diferencia de las nuevas tecnología que son, o al menos pueden ser, interactivas en las que cada usuario puede tener una participación activa, de mayor o menor grado.



La segunda diferencia es que en la modalidad de información en la sociedad moderna la fuente de información era perfectamente conocida. Venía firmada. En la sociedad actual, en los nuevos soportes y modos de información y comunicación, a veces vienen firmados (los blogs firmados, por ejemplo) pero a veces no, de tal suerte que la comunicación se hace entre personas que, voluntariamente, han decidido mantener oculta su verdadera identidad y se proyectan y comunican a través de una identidad creada “ad hoc”. Llegados a este punto las preguntas se me agolpan.



¿Quién garantiza la veracidad de la información en Internet?. ¿Qué valor conceder a los contenidos de los blogs no firmados?. ¿A qué se debe que la inmensa mayoría de los blogs y comentarios no firmados a las noticias y artículos de la prensa digital (de lo que sea) sean negativos cuando no insultantes?. ¿Cómo se construye la personalidad de un adolescente para quien es más fiable su red social que la información firmada, sea el que sea el soporte utilizado?. ¿Qué consecuencias tiene para un joven que se identifique con la personalidad ficticia de sus relaciones virtuales?. ¿Corremos el riesgo de una doble personalidad: una en la vida real y otra en la virtual?. ¿Qué influencia va tener, esta teniendo ya, en el interior de los centros escolares?. ¿Cómo va a afectar a la relación docente discente, profesor-alumno?. Que efectos va a tener para la autoridad del profesor y de todo el sistema educativo?



Muchas de estas preguntas ya me las formularon en un Encuentro de Informadores Juveniles en Salamanca en Octubre de 2009 y les contesté aún no tengo respuestas[9]. Todavía estoy con las preguntas. En realidad estoy preguntándome por la pertinencia de mis preguntas. ¿Son esas, las preguntas que arriba formulo, las buenas preguntas, las preguntas pertinentes o dejo algo muy importante en el tintero del ordenador porque no afloran en mi cabeza?. Así, pese a escribir que las nuevas tecnologías presentan, como todo lo nuevo que viene para quedarse, aspectos positivos y aspectos negativos, ¿no corremos el riesgo de magnificar lo negativo (el anonimato, la falacia incluso, en las relaciones personales) dejando a un lado los elementos positivos (la inmensa apertura a la comunicación mundial apareciendo como máximo freno la frontera lingüística)?



Como se ve estamos ante un reto fenomenal. Los agentes de socialización están cambiando a pasos agigantados ante nuestra vista. Insisto no tengo respuestas sino briznas de respuestas, básicamente de orden intuitivo y reflexivo pero sin mayores evidencias científicas. Me limitaré, en consecuencia, a unos pocos y elementales apuntes.





5. Mirando al futuro. “Nihil novo sub sole”: el papel de padres y profesores



En contra de lo que, “a priori”,  pudiera pensarse, la irrupción vertiginosa de las nuevas tecnología de la información y de la intercomunicación, no aminoran el papel de los padres y profesores en la transmisión de valores y en la educación de las nuevas generaciones. Bien al contrario la hacen todavía más importante. Pero padres y profesores no deben olvidar que, con las nuevas TIC, tienen más “competidores” en el proceso educativo.



El profesor debe saber, con cierta solidez y nivel de conocimiento, de la existencia de las diferentes técnicas de información al uso, de sus funcionalidades, ventajas e inconvenientes, para mantener una conversación con sus alumnos sobre ellas, una conversación donde la dimensión educativa esté presente. No se trata, obviamente, de que el profesor sea un usuario a Facebook para poder opinar acerca de Facebook por dar un ejemplo. Pero no puede, en mi opinión, seguir en la educación explicando historia, pongo por caso, ignorando la existencia de mil y un canales en Internet, donde se oferta información sobre todos los hechos históricos y que existen redes sociales en torno a fenómenos históricos singulares o en torno a figuras concretas de la historia. Tendrá en clase alumnos que pueden tener más información, digamos, de la revolución francesa por lecturas en la web que por los libros de texto. Incluso puede encontrarse con algún escolar que participa en una red social sobre un fenómeno histórico concreto. En consecuencia el profesor se ve sometido, cada día con mas frecuencia, con “competidores” a la hora de transmitir conocimientos a sus alumnos. Con el agravante de que los alumnos han adquirido información en la web, sin la intención de aprender y de la que no deben dar cuenta a nadie. Información que pueden contrastar en otras paginas de la web e incluso en algunos casos, en interacción espontánea, en sus redes sociales. La relación jerárquica docente-discente sufre un ataque en su línea de flotación: en la presumible sapiencia del docente que la transmite al discente.



Pero no solamente el profesor. También los padres que deben centrarse más en su “autoritas” que en su “potestas”. Arduo y difícil empeño pero imprescindible empeño si quiere salir a flote en su labor educadora. Dando por supuesto el cariño en el caso de los padres y la competencia profesional en los profesores, ambos tienen, entre otros, un elemento a su favor: los padres y el profesor están frente a sus hijos y alumnos en vivo y directo, cara a cara, a diferencia de cómo están los jóvenes cuando se enfrentan a la pantalla del ordenador. El profesor y los padres, de forma independiente entre sí, son testigos directos, y presenciales, de las reacciones de los alumnos y de sus hijos a su discurso, reacciones de un chico o una chica que también han recibido los diferentes “input” de las diferentes TIC. Y aquí se la juegan.



No deben tener problemas en aceptar que no lo saben todo y que el escolar pueda disponer de una información que él no tenga, pero hay dos cosas que ningún programa informático le va a dar al alumno. En primer lugar la contextualización del fenómeno en cuestión (que sea la transición española, la evolución de las unidades familiares, la cuestión religiosa, el papel de los medios de comunicación etc., etc.), y  a partir de ahí continuar la conversación a tenor de la reacción explicita (lo que diga) e implícita (el tono, firmeza, asentimiento y disentimiento emocional etc.) que nunca el interlocutor del escolar a través de las nuevas tecnologías podrá percibir.  En un contexto de cercanía y confianza del profesor y del padre o madre con su alumno o hijo habrá una riqueza comunicativa notoriamente superior a la que pueda obtener de una conversación virtual. Claro que, insisto en ello, he escrito “en un contexto de cercanía y confianza” porque sin eso no hay nada.



Es preciso reconocer que la “autoritas” no puede venir de una mera superioridad en el conocimiento de este o aquel acontecimiento concreto, fácilmente localizable en  Red. La “autoritas” del padre, de la madre, del profesor y, en general de la población adulta puede venir de



o      Saber contextualizar

o      Enseñarle a discernir la fuente correcta, válida y fiable de la incorrecta por no valida (no responde al tema abordado) y no fiable (los instrumentos con los que miden lo hacen sin precisión)

o      No aceptar, o al menos poner en duda, una afirmación sostenida por una persona que no la firma. Dicho sea de pasada creo que es fundamental poner entre paréntesis las afirmaciones escritas de forma anónima, y rechazar, de entrada, si están expresadas de forma denigrante para un recipiendario. Nos jugamos la veracidad de la comunicación en el futuro.

o      Diferenciar datos o hechos contrastables, así como argumentos racionalmente construidos, de las meras opiniones y de los datos o hechos sostenidos sin fuente fidedigna

o      Obviamente el educador, sea padre, sea profesor, habrá de saber discernir cual es el esquema de valores, de nuevo explícito o implícito, del educando para saber actuar en consecuencia.

o      Saber ayudar a ordenar la mente y el mundo emocional del alumno para que adquiera una competencia integral para afrontar la vida con autonomía y responsabilidad.

o      Establecer, en suma, un rigor en la metodología de las opiniones y un control en las emociones.



Esta relación personalizada de un profesor y, mejor aún de un Claustro de Profesores digno de ese nombre con sus alumnos, y la de los padres con sus hijos; es insubstituible y no habrá herramienta informática que eduque, esto es, informe y forme al alumno, como ellos. Será la relación directa del educador con el educando, el seguimiento continuo del aprendizaje del alumno, de su desarrollo intelectual, emocional y social lo que le va dar valor, lo que le va a singularizar y colocarse muchos codos por encima de la información que recibe el alumno, el hijo, en su caso,.de las nuevas tecnologías.

   

El escolar interactúa con los conocimientos, construye un saber, muchas veces sin otro criterio para afirmar la bondad y validez de lo aprehendido que la capacidad que tenga la información de retener su atención. En este contexto la veracidad y fiabilidad de las informaciones (de los padres, de los profesores en particular y, también de los medios de comunicación social tradicionales con opiniones e informaciones contrastadas), son hoy más importantes que nunca en la formación de las nuevas generaciones.  Los padres y profesores se están jugando su autoridad y los medios de comunicación (en el soporte que sea) su mera supervivencia.



“A priori” el maestro es el mejor situado en este momento. No vive la angustiosa búsqueda del nuevo ajuste en la transformación familiar. Tampoco el amedrentamiento de los medios de comunicación ante el suelo deslizante, lleno de fosas sin fondo, en el que se mueven. La escuela, y en ella los docentes, aparecen, habitualmente en exceso, y por delegación de responsabilidades propias de otros (los padres en primer, pero también la sociedad que exige imposibles a la educación) como los “salvadores” de una ausencia de referentes que colapsa la sociedad española actual. De veras lo son. ¿Quién si no va a ser capaz de reflexionar y ayudar a construir jerarquías de valores en la multiplicidad de “inputs” que reciben los alumnos?.



Qué duda cabe que un consejo escolar de padres comprometidos, pero sin inmiscuirse en la función docente y, estos, constituidos en claustro de profesores con unas ideas claras y liderados por un director competente, que acepte gustoso serlo, conforman, no lo duden, el mejor equipo para una educación autónoma y responsable en un mundo de cambios profundos y acelerados.





San Sebastián 24 de Enero de 2010

Javier Elzo

Catedrático Emérito de Deusto



[1] “Uso y Abuso de las Tecnologías de Información y Comunicación en la población escolariza burgalesa”. Campo 2007 en escolares de la provincia de Burgos de final de primaria y secundaria. AAVV. Edita Universidad de Burgos, 2009

[2] Javier Elzo (director), Aitziber Barrutia, Monica Ibáñez, Mª Teresa Laespada, Jon Leonardo, “La transmisión de valores a menores”. Edita Ararteko, Gobierno Vasco. Vitoria Gasteiz 2009, 453 Páginas
[3] En el ámbito español, “Hijos y Padres: comunicación y conflictos”. Eusebio Megías (coordinador), Javier Elzo, Ignacio Megías, Susana Méndez, Francisco José Navarro, Elena Rodriguez. Edita FAD, Madrid 2002, 344 páginas y en el catalán J Elzo (coordinador), Mª. Teresa Laespada, Ana Martínez Pampliega, “Models educatius familiars a Catalunya” . Informes Breus, 18, Educació. Ed. Fundaciò Jaume Bofill, Barcelona, 2009,  71 pag,.
[4] Dirigido por Adolfo Sánchez Burón, Laura Rodríguez y Mª Poveda Fernández Martín de Departamento de Psicología de la Facultad de Ciencias de la Salud de la universidad Camilo José Cela, en la Web está fechado en junio de 2009.
[5] Gracias a la colaboración de una doctoranda en la Universidad de Deusto, Izaskun Sarabia, que está trabajando el impacto de las nuevas TIC en los comportamientos de los adolescentes en general y en actitud hacia las drogas en particular.
[6] En base a nuestro trabajo, ya refenciado, J. Elzo (coordinador), Mª. Teresa Laespada, Ana Martínez Pampliega, “Models educatius familiars a Catalunya”
[7] En el estudio se interrogaba no solamente a los escolares sino también a sus padres y profesores.
[8] Javier Elzo. La voz de los adolescentes”. Ediciones PPC. Madrid 2008,  253 páginas. Ver páginas 31 y ss.
[9] Unas reflexiones similares, pero no idénticas, a las que aquí presento, saldrán a la luz pública, brevemente, en un número de “Cuadernos de Pedagogía”.

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