martes, 24 de julio de 2018

¿También en España los ricos votarían a la izquierda?


¿También en España los ricos votarían a la izquierda?

La izquierda estadounidense sigue lamentándose tras la derrota de Hillary Clinton contra Donald Trump en noviembre de 2016. El ensayista americano Thomas Frank, antes de esa elección, publicó un libro, que acaban de traducir al francés titulado “¿Por qué los ricos votan a la izquierda?” (“Listen, Liberal: Or, What Ever Happened to the Party of the People?, en inglés) en el que acusa a los líderes del Partido Demócrata Bill Clinton y Barack Obama de que, desde 1998, decidieran apoyar a los "ganadores de la economía del conocimiento" mientras desacreditaban a las clases bajas y media-baja, reduciendo el progreso a nociones de meritocracia e innovación.

Así ha emergido una nueva clase social que Frank denomina “profesional” o “creativa”, conformada por el 10 % (cifra ya famosa) de personas (diplomadas en universidades de élite, codiciadas en Wall Street, en Silicon Valley, en las grandes empresas y en los GAFA), dueños de la mitad del PIB de EE. UU., que habría provocado, en la izquierda, la ruptura entre el Partido demócrata y los sindicatos y las clases populares, así como el hundimiento de gran parte de la clase media. Trump habría conseguido que, gran parte de estos últimos, le votaran. Lo que ya pronosticó Frank años atrás cuando publicó otro libro, titulado este, significativamente, “¿Por qué los pobres votan a la derecha?”, lo que en Europa ya sabíamos pues muchos en Francia, de la clase obrera, votan a la extrema derecha de Le Pen.

Pero ¿las tesis de Frank se confirmarían en España? Para tratar de responder a esta pregunta he consultado el Barómetro del CIS de abril del presente año 2018, donde se pueden cruzar las preferencias de voto de los ciudadanos con su estatus socioeconómico. El CIS distingue cinco categorías socioeconómicas: clase alta y media alta; nuevas clases medias; viejas clases medias; obreros/as cualificados/as; y obreros/as no cualificados/as. Es posible saber cómo se distribuyen en estas cinco categorías socioeconómicas los votantes a los diferentes partidos políticos. Por razón de espacio, y seguridad estadística, me limito a presentar algunos aspectos del perfil socio económico de los votantes al PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos a nivel estatal.

Trabajo con una pregunta del cuestionario del CIS en la que se pregunta, por cada partido político, en una escala de 0 a 10, donde “0” significaría que “con toda seguridad, no lo votaría nunca” y “10” que “con toda seguridad lo votaría siempre”.  Pues bien, la mayoría de encuestados, en cualquiera de las cinco categorías socioeconómicas propuestas y en cualquiera de los cuatro partidos políticos retenidos se posicionan en el punto “0” de la escala: con toda seguridad, no votarían nunca, a ninguno de los cuatro partidos: PP, PSOE, Podemos y C´s. Es difícil encontrar un dato más fehaciente del alejamiento de la población española de la clase política. En el conjunto poblacional, el 55 % de españoles no votarían nunca ni al PP, ni a Podemos, el 42% no votaría nunca a Ciudadanos y el 38% al PSOE.

Puesto en positivo, esto es, la proporción de ciudadanos que les votarían siempre o casi siempre (puntos 8, 9 y 10 de la escala) dan estos resultados: al PP le votaría el 9,9 % de los ciudadanos, a C´s el 8,4%, al PSOE el 8,1 y a Podemos el 5,9%. El que sale peor parado es, manifiestamente, Podemos: mayor porcentaje, junto al PP, de españoles que nunca le votarían y el menor que con seguridad le votaría. (El cálculo de valores medios lo confirma también), El Partido Popular es muy rechazado, pero es también el que tiene, ligeramente, el mayor voto asegurado. Ciudadanos y PSOE, están en una posición media: son quienes menos rechazos reciben, pero también quienes menos votos tienen asegurados.

Vayamos ya a la relación entre la preferencia política y el estatus socioeconómico. Entre los votantes de la clase alta y media alta, el dato más llamativo es que son los que, en mayor proporción, señalan que no votarían nunca al PP, incluso en clara mayor proporción que el rechazo a Podemos. (Misma conclusión analizando los valores medios de aprobación y rechazo).

Apuntemos también que el principal caladero de votos del PP se encuentra entre los componentes de las “viejas clases medias”, el PSOE entre los obreros, sobre todo entre los “no cualificados”, Ciudadanos en prácticamente todo el espectro socioeconómico, pero particularmente en las “clases alta y media-alta” y en las “nuevas clases medias”. En fin, ¡asómbrense!, el principal caladero de votos de Podemos se sitúa entre los miembros de las “clases alta y media alta” y donde menos le votarían sería entre los “obreros no calificados”. Luego se cumpliría, al menos parcialmente, el diagnóstico de Frank en EE. UU., que yo reformularía así para España: algunos de los más ricos votan, no a la izquierda (PSOE), sino a la extrema izquierda (Podemos), en mayor proporción que a la derecha clásica (PP) aunque no a la nueva derecha (C´s), que algunos ya denominan derecha extrema.

Concluyamos con Th. Frank. Según él, reténgase que es un hombre de izquierdas, la solución en EE. UU. vendría de que emergiera en su país un “populismo de izquierdas”. Algo así como Podemos en España. ¡Ai ene!, ¡lo que hay que ver!, que hubiera exclamado mi abuela Resurrección.

Javier Elzo

(Artículo publicado en “El Correo” el 15 de junio de 2018)

1 comentario:

  1. No sé si cabe deducir que la masa de votante más fuertemente ideologizada es la que refleja en la encuesta su preferencia de voto por un partido determinado al mismo tiempo que expresa un rechazo más frontal a otras fuerzas políticas. Son los votos cautivos de un partido determinado quienes en su fidelidad sostienen la sigla. En Abril la derecha se reagrupaba en torno a Ciudadanos según los sondeos de opinión ante la entonces previsible debacle del PP de Mariano Rajoy. La política permanecía judicializada con los casos, Gurtel, Lezo... y el tratamiento al proceso catalan secesionista.No se podía preveer una moción de censura que triunfase.
    Quizá tambien me equivoque por considerar que en España se considera o se pone la etiqueta de "izquierda" a lo entendido por "progresista", que identificamos como "demócrata", en oposición a lo que fue la anterior dictadura.

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