jueves, 17 de julio de 2014

Alemania: dos guerras perdidas, una absorción costosa, y líder mundial


Alemania: dos guerras perdidas, una absorción costosa, y líder mundial

Tras varias lecturas, particularmente el ensayo de François Roche “Un voyage en Allemagne” (edit. Passeur 2014). Pese al título no es un libro de viajes

Desde hace muchos años me fascina la reunificada República Federal Alemana. Perdieron la primera guerra mundial, con una humillante capitulación en Compiegne y una no menor humillación de los Tratados de Versalles con unas condiciones de reparación a los países vencedores de la contienda, imposible de cumplir, condiciones que muchos sitúan en la base del triunfo nazi en Enero de 1933. Dicho sea sin minusvalorar un ápice, menos aún justificar, las practicas nazis, desde el primer día que obtuvieron el poder.

Una segunda derrota en le segunda guerra mundial, con una país literalmente destruido (véase la película Alemania 1945 de Rossellini) o el libro de Giles MacDonogh “Después del Reich” (Galaxis Gutenberg, Barcelona 2010, un país políticamente dividido en cuatro bajo la férula de los gobiernos americano británico, francés y ruso y que relativamente pronto quedará dividido en dos, la Alemania del Oeste y la del Este hasta que en un solo año, 1990, bajo la cancillería de Helmut Kohl el Este quedara subsumido por el Oeste. Entre tanto no hay que olvidar que la población alemana, el pueblo alemán debe digerir la inmensa vergüenza del holocausto por un lado con un gigantesco desplazamiento de su población al termino de la segunda guerra mundial, y estar divido en dos por un lacerante Muro que a él solo, explica lo que valen el Oeste y el Este, pues el Muro tiene como objeto que los del Este, cual cárcel gigantesca, no puedan escaparse al Oeste, dejando al descubierto, salvo para los intelectuales con ceguera profesional, la realidad de la experiencia comunista en su implantación real.

Necesita diez años para absorber la parte Este de su territorio, donde se reconstruyen, con las acomodaciones originadas por el gigantesco desplazamiento poblacional y los cuarenta años de dominancia soviética, los originales cinco landers de Brandeburgo, la Saxe, La Saxe- Anhalt, La Turingia y el Meclebourg-Pomerania-Occidental)

Y ahora en 2014, con una Canciller, hija de un pastor de la iglesia Evangélica, química de formación y originaria del Este, Angela Merkel, horror de los modistos y modistas del opulento Oeste europeo, y terror para muchas poblaciones del sur de Europa, dirige Alemania y, a veces contra sus deseos, dicen, la Unión Europea, sin que falten los que digan que Alemania es hoy la primera potencia mundial. En la industria particularmente.

De hecho en 2014 la Republica Federal Alemana es más fuerte, tiene una influencia superior en Europa y en el mundo que un siglo antes, el año 1914, cuando la gobernaba el Kaiser Guillermo II, según algunos historiadores causante de la Gran Guerra (lo que otros como Christopher Clark en su excelente trabajo “Los sonámbulos: verano 1914, como Europa caminó hacia la guerra” matizan), guerra que dio al traste con tres imperios, cambiando radicalmente el paisaje del mundo occidental: los imperios ruso, otomano y austro-húngaro.

Entender esta situación me ha llevado lecturas varias, de las que guardo con especial recuerdo el magnifico “Postguerra” de Tony Judt (que como el libro de Clarck he leído en su edición francesa) pero hasta que cayo en mis manos el libro de François Roche “Un voyage en Allemagne” (edit. Passeur 2014), - luego también en francés y no traducido, como sí lo han sido, los dos anteriores -  no había abordado la cuestión con las inquietudes e intereses que muestro en las líneas antecedentes. El titulo del libro de Roche es equívoco y puede hacer pensar en un libro de viajes. Nada de eso. Es un ensayo. Lo que pretende en autor, - un periodista especializado y que ha ejercido como jefe de reacción en la prensa económica y financiera en lengua francesa y autor de varios libros sobre las empresas y los mercados financieros (tiene un blog wwwunvoyageenallemagne.com)- lo que pretende con su libro, digo, es mostrar “como vive, piensa y trabaja la Alemania de hoy”. Es un libro breve, de apenas 200 páginas, bien escrito, muy documentado y muy actual. Por ejemplo cuando explica la razón de ser y, sobre todo, el modo de constitución de la gran coalición, cuando en las elecciones de Octubre de 2013 Merckel quedó a un puñado de votos de la mayoría absoluta. Un grupo de trabajo de setenta personas, compuesto por cristiano-demócratas (de Merckel) y social demócratas elaboran en tres meses un plan de gobierno de 180 páginas donde se comprometen, por ejemplo, a inyectar 23.000 millones de Euros para gastos públicos suplementarios, no habrá aumento de impuestos en la legislatura, salario mínimo de 8,50 € a la hora, introducción de la doble nacionalidad (dada su baja natalidad autóctona), reforma de los retiros, confirmación del abandono de lo nuclear civil para 2022 y continuación con la transición energética.

En España el único que se atrevió a mencionar algo similar (un gobierno de coalición), con mil condicionales, Felipe González, tuvo que recular anta la barahúnda de críticas que cosechó dentro y fuera de su partido. Sí, España mira a Italia, no a Alemania.

En el ADN de la Republica Federal Alemana está el federalismo.

En el ADN de Alemania están los Länder. Los Länder son países que anteriormente fueron soberanos, que se han combatido entre ellos, que han construido mil y una uniones pasajeras, hasta reunirse, por la primera vez, el año 1871 bajo la presión del ejercito pruso y constituir el Imperio. Hay 16 länder en total y tres ciudades – estados, Berlín, Hamburgo y Bremen. El carácter federal de Alemania esta garantizado por la Constitución, Constitución que debe ser ratificada por cada uno de los Länder en mayoría absoluta. Alemania es un país muy descentralizado. Pues además de los Länder no hay que olvidar el papel de ciudades, muchas muy especializadas en uno u otro aspecto industrial no pocas veces en base a determinadas generaciones de mismo origen familiar. Es el Mittelstand.

Made inl Mittelstand

Alemania siempre ha privilegiado la industria, la empresa. Y se enorgullece de ello. Es su motor. Una particularidad de sus empresas lo conforma lo que se denomina como Mittelstand, término de difícil traducción. Designa a las empresas de tamaño medio, en gran medida con origen familiar, implantadas en pequeñas localidades que las apoyan, (lo que no siempre ha sucedido en Euskadi en situaciones dramáticas en las que el patrón ha sido secuestrado por ETA entre la indiferencia de la localidad que le vio nacer y crecer, a él y a la industria que él forjó), empresas que han desarrollado un sistema de “management” basado en la innovación constante, una especialización en nichos de alta gama, un servicio con el cliente muy elaborado y una política de recursos humanos próximo a los deseos de los asalariados y que privilegia, en la medida de lo posible, el lugar de producción alemán. Lo que no significa que no estén abiertos al mercado internacional, chino en gran medida. Se estima que sobre las 1.500 empresas alemanas que figuran en la categoría de líderes mundiales, 1350 pertenecen al Mittelstand. El Autor del libro da una larga serie de ejemplos en el tercer capitulo de su libro. Por cierto, en Alemania hay muchos bancos locales así como cajas de ahorro de pequeño tamaño de gran ayuda para la Mittelstand. Algún día sabremos porqué en Euskadi se han eliminados todos los bancos y cajas de ahorros buscando el gigantismo, exactamente lo contrario de lo que hacen en Alemania.

Los sindicatos también comandan las empresas

Es un elemento clave. Los dirigentes sindicales participan en las grades decisiones de las empresas pues disponen de la información de las mismas, de la coyuntura económica tanto del Lander, como de la rama especifica en la que se inserta la empresa. En Alemana se mira menos al Estado a la hora de resolver problemas laborales y más allá de algunas decisiones básicas adoptadas por Berlín, la autonomía de las empresas es muy grande. En gran medida es una cogestión de las empresas donde la opinión de los trabajadores es muy tenida en cuenta. Los sindicalistas pertenecen a la misma élite intelectual que los empresarios. Muchas veces han ido a las mismas universidades o centros superiores de estudio. Para el anterior patrón de Saint Gobain entre las causas de la competitividad alemana, además de la cooperación entre las empresas, los institutos técnicos y las universidades, resalta con fuerza la cogestión que impone representantes de los asalariados en los consejos de administración o de vigilancia para toda empresa con más de 50 asalariados.  

Por otra parte entre empresarios y sindicatos no se dan los enfrentamientos ideológicos que conocemos en nuestra tierra, particularmente en Euskadi. Es que los alemanes han tenido en su casa (los del Este) o como vecinos (los del Oeste) el mantra de la lucha de clases como para estar curados de espanto. Lo que no quiere decir que no haya problemas entre ellos. Las diferencias salariales están en aumento, así como la pobreza. Pero la pobreza en Alemania no es la misma que la pobreza en África. O en el sur de Europa.

Viven solos y necesitan inmigrantes, jóvenes.

Más de un alemán sobre dos vive solo aunque hay fuertes disparidades regionales. La estructura familiar es más fuerte y ligeramente mayoritaria en Baviera. Pero en los Lander de la anterior Alemania del Este la proporción de personas que viven solas roza el 60 %. Es además el caso de Berlín donde solamente el 40 % de la población vive en estructuras familiares, que se explica, en parte, por la gigantesca atracción que la ciudad ejerce al público joven desde los años 2.000. Y no tan joven. Berlín es una ciudad maravillosa. Y más barata que Donosti. (Lo que tampoco es tan difícil)

 Merkel viene insistiendo que Alemania necesita más extranjeros. Ha declarado en mayo de 2013 que “nuestro objetivo es bien acoger a los jóvenes que vengan a Alemania, pues sabemos que en 2025, la población activa alemana será, en 6.000 millones de personas, inferior que en la actualidad” (habida cuenta la baja tasa de natalidad y la prolongación de la vida, añado yo). De hecho el año 2012 cerca de un millón de inmigrantes llegaron a Alemania: 176.000 polacos, 116.000 rumanos, 58.000 búlgaros, 53.000 húngaros, 42.000 italianos, 34.000 griegos, 29.000 españoles, 20.000 franceses…Y parece que esta tendencia se va a reforzar en los siguientes años.

Los “minijobs” y el estatus femenino 

Los “minijobs” fueron creados por el canciller socialdemócrata Schröder. Son empleos a tiempo pleno o parcial por los que se cobra 450 € al mes pero las cotizaciones sociales las abona la empresa. Se calcula que hay 7.200.000 personas en Alemania en esas condiciones, de las que para 4.800.000 es su único empleo, siendo las mujeres las que en mayor número se encuentran en esta condición: 3.200.000 mujeres alemanas solamente reciben ese sueldo. Los “minijobs” se piensan, como un inicio en el trabajo de los jóvenes y como una ayuda económica al cabeza de familia. Pero hay que añadir con fuerza que los “minijobs” no cuentan a la hora del retiro y que resulta particularmente dramático para el futuro de muchas mujeres divorciadas o separadas que solamente tendrían ese sueldo (que no contabiliza para su retiro, lo reitero).

El modelo social alemán privilegia la industria sobre los servicios y los hombres sobre las mujeres. Hay pocos parados pero entre ellos, se calcula que el 70% pueden ser considerados “pobres” con los estándares de vida alemanes.

Algunas notas breves:


-        “Trabajar, rezar y ahorrar” es el principio de “Los Buddenbrook” genial novela de Thomas Mann que retrata bien la vida en Lubeck cerca de Hamburgo a comienzos del siglo XX. Hoy diríamos, “trabajar, cuidarse físicamente y gastar”

-        Tras la decisión de dar carpetazo a la energía nuclear civil, la electricidad es un producto de lujo. 300.000 hogares alemanes viven sin electricidad por no poder pagar la cuenta de la luz. El problema de la energía, tras la decisión de eliminar lo nuclear (mantenido por la actual coalición en el poder desde finales de 2013) supone económicamente un esfuerzo todavía superior al de la asimilación de la Alemania del Este, desde 1990.

-        La diferencia entre Alemania del Oeste y del Este se explica, en parte, porque mientras el Oeste aplicó el plan Marshall e incentivó la industria alemana, en la zona Este, entre 1945 y 1948, fueron transferidas a la Unión Soviética, 4.000 industrias alemanas.

-        Alemania necesita actualmente 80.000 ingenieros más. El Rector de la Universidad de Aquisgran apunta además que en la enseñanza tecnológica superior el idioma inglés suplantará al alemán, Prevé que el año 2017 la mayor parte de las materias se implantan en ingles. Personalmente he asistido en Grenoble a dos defensas de tesis doctoral en Física: ambas redactadas en inglés.

-        La formación está muy ligada a la empresa que dedica grandes sumas a la constante formación de sus trabajadores, en particular, y del universo juvenil más en general.  

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