Temo que más que un suceso. Tras el asesinato de
Isabel Carrasco
(12/05/14)
Acabo de cenar, tras
llegar a casa de un concierto de la
Orquesta de Euskadi con el Coro Easo cuando, abriendo el
ordenador, leo, en las noticias, el asesinato de la Presidenta de la Diputación de León,
Isabel Carrasco. No sé si el crimen es pasional, político o vengativo (parece
que una persona implicada fue despedida de la Diputación de León).
A estas horas de la noche
y teniendo que dar una charla mañana a las 10,00 de la mañana a una hora de
camino de mi domicilio, seré breve. Lo primero que me viene a la cabeza (mas
allá del dolor de los allegados a la víctima) es que este crimen (¡ojalá esté
equivocado!) no es un suceso cualquiera. Llevamos demasiado tiempo insultando,
agrediendo y amenazando a los cargos públicos: impedir que los políticos
catalanes puedan acudir al Parlament para el que fueron elegidos; escraches a
personas públicas con la bendición de no pocos opinadores y alguna sentencia
judicial; intento de agresión (me viene a la cabeza la de de Pere Navarro hace
unos días), y siempre el “pim pam pum”, bienvenido y satisfactoriamente
saludado, contra la clase política. Quisiera creer que el asesinato de Isabel Carrasco
no es el paso fatídico de una escalada contra los responsables políticos que,
esta sí, es evidente para quien quiera verlo.
Los responsables políticos
pueden, y deben ser, objeto de la crítica ciudadana. Por supuesto. Pero hay dos
rayas que, en mi opinión, no se deben sobrepasar. La primera es la que va del
razonamiento al insulto. Personalmente creo que, salvo circunstancias dramáticas
(el desahucio injusto, por ejemplo), el que insulta se desautoriza. La segunda
línea es cuando se pasa del insulto a la intimidación o agresión personal, cuando
no familiar, caso de algunos escraches.
Lo más grave, a mi
juicio, es que muchos opinadores, líderes de opinión, medios de comunicación
etc., etc., ven normal y aceptable traspasar ambas líneas. Así comenzaron todos
los fascismos que en el mundo han sido. Lean a Rob Riemen, por favor
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