martes, 6 de octubre de 2015

Religión y política: la unidad de un país, ¿es un deber moral?


Religión y política: la unidad de un país, ¿es un deber moral?

 

 

Que la religión y la política son dos ámbitos que no deben entremezclarse, y que son, o deben ser, autónomos es una idea que parece evidente y necesaria en los tiempos actuales. Pero, hasta fecha reciente, en el mundo mundial no ha sido así, en muchos sitios del mundo no lo es en la actualidad e incluso, allí donde se estima y defiende la separación de ambos ámbitos, como es el caso entre nosotros, la realidad muestra que tal separación entre ambos ámbitos se da mucho menos de lo que se predica. Entre otras razones, porque tal separación, cual departamentos estancos, es imposible. Un ejemplo reciente lo hemos vivido ante las elecciones catalanas del pasado domingo 27 de Septiembre. Una llamativa “guerra” entre obispos, que ha tenido un no menos llamativo traslado a los medios de comunicación, en una sociedad tenida por secular. Veamos los textos en orden cronológico.

 

El 7 de septiembre todos los Obispos catalanes, al unísono, sacan un documento acerca de las elecciones catalanas del que entresaco estas tres ideas: 1ª. El amor a la Patria catalana: “Manifestamos nuestro amor a la Patria catalana, que la Iglesia ha querido servir desde sus inicios, y nuestro respeto por la legítima diversidad de opciones que se someterán a votación”. 2ª Legitimidad moral ante la forma concreta en la que el pueblo de Catalunya desee articularse y relacionarse con los pueblos hermanos de España: “En estos últimos años se han manifestado nuevos retos y nuevas aspiraciones que afectan la forma concreta en la que el pueblo de Cataluña debe articularse y cómo se quiere relacionar con los pueblos hermanos de España, en el contexto europeo. No le toca a la Iglesia proponer una opción concreta, pero sí que defendemos la legitimidad moral de todas las opciones políticas que se basen en el respeto a la dignidad inalienable de las personas y de los pueblos, y que busquen con constancia la paz y la justicia”. 3ª. El deber de ir a votar: “Recordamos el deber de todos los ciudadanos a participar activamente en las elecciones como una manera de ejercer la propia responsabilidad en la búsqueda del bien común, y mucho más en un momento crucial como el que estamos viviendo, que puede tener consecuencias de larga duración”. El texto completo ya lo subí a este blog. Este es el enlace: http://javierelzo.blogspot.com.es/2015/09/modelica-y-magistral-nota-de-los.html

 

El 22 de Septiembre el Cardenal Cañizares, Arzobispo de Valencia, publica una Carta y una convocatoria que titula "Orar por España y su unidad". En la carta se puede leer que “deberíamos orar por España; lo está necesitando; es un deber de caridad y de justicia; es algo que los cristianos no podemos dejar de hacer si amamos de verdad a nuestro país. España se encuentra en una etapa crucial de su historia; esto es obvio. España se desangra, a juicio de perspicaces y atentas miradas a cuanto nos acontece. (…) En los últimos meses, y más aún en estos últimos días se ha avivado una gran cuestión que viene ya de lejos: la cuestión de su unidad. La convocatoria de las elecciones autonómicas en Cataluña el próximo día 27 la ha puesto en el primer plano de actualidad. (…). Desde el punto de vista moral lo que suceda el 27 de septiembre plantea unas cuestiones preocupantes y de suma gravedad que afectan a la verdad de España, (y a la) la misma unidad de nuestra Nación, que también es una cuestión moral.(…). Ciertamente para la secesión no se encuentra ninguna justificación moral”. Al final de su carta podemos leer la “invitación a cuantos les sea posible a participar en la vigilia de oración que tendremos en nuestra Catedral el día 25 de septiembre, viernes, a las 8 de la tarde”. La Carta íntegra del cardenal la tienen aquí:  http://www.archivalencia.org/contenido.php?a=6&pad=6&modulo=37&id=12473. En la vigilia del día 25 dijo que “Dios quiere la unidad, aunque nos empeñemos en lo contrario”. (Pero, ¿cómo diablos sabe, lo que Dios quiere de este tema?)

El mismo día 22 en una nota de la Conferencia Episcopal Tarraconense leemos que “los Obispos de Cataluña se ratifican (respecto de lo publicado el 7 de septiembre) en que no corresponde a la Iglesia proponer una opción concreta, pero sí que defienden la legitimidad moral de todas las opciones políticas que se basen en el respeto a la dignidad de las personas y de los pueblos, y que busquen con constancia la paz, la solidaridad y la justicia”. En http://www.arquebisbatbarcelona.cat/node/6164?lang=es& pueden leer el texto completo de la Nota.

Citemos también a Novell, Obispo de Solsona, dicen que conservador e independentista, quien ha solicitado a los párrocos que, a las 9 de la mañana del 27S, hagan repicar las campanas porque "ha llegado el día de la libertad".

Como ven, mas allá de argucias dialécticas las posturas están claras: para Cañizares la unidad de España es “el” bien moral, pues dirá en su Carta que la secesión no lo es y, para Novell, independencia equivaldría a libertad. Para los Obispos catalanes hay legitimidad moral para todas las opciones políticas que respeten la dignidad de las personas y de los pueblos. Opción, esta última, que personalmente defiendo desde siempre.

 

Esta “guerra” ya la vivimos en Euskadi hace más de 10 años. Saco estas notas de mi archivo que creo les pueden interesar. En la Carta Pastoral “Preparar la paz”, fechada el 29/05/02 y firmada por los Obispos Blázquez, Uriarte, Asurmendi, Etxenagusía, pero no por Sebastián, en Pamplona (con él se rompe la costumbre de publicar cartas conjuntas de los obispos de la CAV y Navarra), podemos leer esto: “Ni la aspiración soberanista, ni la adhesión a un mayor o menor autogobierno, ni la preferencia por una integración más o menos estrecha en el Estado español son, en principio, para la Iglesia, “dogmas políticos” que requieran un asentamiento incondicionado. En este punto, el pensamiento social cristiano afirma como un derecho cívico la libertad de sostener y promover por vías pacíficas cualquiera de estas opciones”

 

En respuesta a la carta anterior, y a petición del Presidente del momento, J. M. Aznar, la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española en noviembre de 2002, aprueba con 63 votos a favor, 8 en contra y 5 abstenciones, la Instrucción Pastoral titulada “Valoración moral del Terrorismo en España”, donde se puede leer que: “poner en peligro la convivencia de los españoles, negando unilateralmente la soberanía de España, sin valorar las graves consecuencias que esta negación podría acarrear, no sería prudente ni moralmente aceptable”, texto que utiliza Cañizares en la Carta Convocatoria del 22 de Septiembre pasado y que arriba menciono.

 

En fin el 1º de Diciembre de ese mismo año 2002, el Obispo de San Sebastián, Juan María Uriarte, en otra Carta Pastoral refiriéndose al texto de la Conferencia Episcopal Española del mes anterior, escribe que "no constituye un documento doctrinal" que haya sido ratificado por la Santa Sede, ni es "moralmente vinculante" para la "formación del criterio y el comportamiento de todos los creyentes".

 

Podría seguir citando textos. Por ejemplo del Cardenal Rouco-Varela, cuando, siendo Presidente de Conferencia Episcopal Española en su discurso de apertura de la Conferencia el 18/11/13, dijo que “la unidad de la nación española es una parte principal del bien común de nuestra sociedad que ha de ser tratada con responsabilidad moral. A esta responsabilidad pertenece necesariamente el respeto de las normas básicas de la convivencia – como es la Constitución Española- por parte de quienes llevan adelante la acción política”. El 3 de diciembre de 2006 entrevistaron en ABC al entonces arzobispo de Pamplona, Fernando Sebastián, y le preguntaron que "qué es lo que hay que pedir a los nacionalistas". Sebastián contestó: "Que se sometan al bien común. Y el bien común de los españoles, durante más de 20 siglos, surgió de la romanización y el cristianismo, con los que se inicia un proceso de acercamiento histórico, progresivo, que ha hecho un único pueblo, la nación española. Esto es un bien que no nos puede quitar nadie (...)".

 

Escribiendo sobre estas cosas, a veces he formulado la pregunta retórica de si han dicho alguna vez los obispos Setién o Uriarte, tenidos (e insultados) por obispos nacionalistas, que la unidad de Euskal Herria es un bien moral y que mantener esa unidad corresponde a las exigencias del bien común como sostienen los cardenales, Rouco, Sebastian y Cañizares. Así las cosas, las preguntas se imponen: ¿Quiénes son los eclesiásticos nacionalistas?, y, si nacionalistas son, nacionalistas ¿de qué nación?. Más aún, ¿es legítimo ser nacionalista, - esto es, amar a su nación sin despreciar, menos aun odiar a otras naciones – de una nación pero no de otra?. Si la respuesta es afirmativa, ¿con que criterio puedo amar, - con amor no excluyente del “otro”, insisto- a una nación y no a otra?. ¿Por qué, no solamente es legítimo, sino que es un bien moral, defender, con las armas de la razón y sin violencia, la unidad de España y no la unidad de Euskal Herria?. En fin, no utilicemos textos pontificios, menos aún bíblicos, en este tema pues no pasaríamos, sea de una generalidad (“hay que buscar el bien común”, “lo primero es la persona” etc.) sea de un bombardeo de frases en defensa de la previa opción política personal cada uno. Es tan legítimo ser unionista como secesionista.

 

(Un texto reducido de este se publicó en DEIA y en noticias de Gipuzkoa el sábado 3 de Octubre de 2015)

jueves, 24 de septiembre de 2015

El papa Francisco contra la pena de muerte


El papa Francisco contra la pena de muerte

 

Del discurso del papa en el Congreso de los Estados Unidos el 24/09/15

 

“Nuestro mundo está afrontando una crisis de refugiados sin precedentes desde los tiempos de la Segunda Guerra Mundial. Lo que representa grandes desafíos y decisiones difíciles de tomar. A lo que se suma, en este continente, las miles de personas que se ven obligadas a viajar hacia el norte en búsqueda de una vida mejor para sí y para sus seres queridos, en un anhelo de vida con mayores oportunidades. ¿Acaso no es lo que nosotros queremos para nuestros hijos? No debemos dejarnos intimidar por los números, más bien mirar a las personas, sus rostros, escuchar sus historias mientras luchamos por asegurarles nuestra mejor respuesta a su situación. Una respuesta que siempre será humana, justa y fraterna. Cuidémonos de una tentación contemporánea: descartar todo lo que moleste. Recordemos la regla de oro: «Hagan ustedes con los demás como quieran que los demás hagan con ustedes» (Mt 7,12). (….) La regla de oro nos recuerda la responsabilidad que tenemos de custodiar y defender la vida humana en todas las etapas de su desarrollo.

 

Esta certeza es la que me ha llevado, desde el principio de mi ministerio, a trabajar en diferentes niveles para solicitar la abolición mundial de la pena de muerte. Estoy convencido que este es el mejor camino, porque cada vida es sagrada, cada persona humana está dotada de una dignidad inalienable y la sociedad sólo puede beneficiarse en la rehabilitación de aquellos que han cometido algún delito. Recientemente, mis hermanos Obispos aquí, en los Estados Unidos, han renovado el llamamiento para la abolición de la pena capital. No sólo me uno con mi apoyo, sino que animo y aliento a cuantos están convencidos de que una pena justa y necesaria nunca debe excluir la dimensión de la esperanza y el objetivo de la rehabilitación”.

 

El discurso íntegro, que no tiene desperdicio, en esta referencia de la Web de los jesuitas, Loiola XXI.

lunes, 21 de septiembre de 2015

El efecto boomerang (Ante las elecciones catalanas del 27 de Septiembre de 2015)


El efecto boomerang (Bumerán, por lo que veo)


(Ante las elecciones catalanas del 27 de Septiembre de 2015)

 

El sábado 19, al conocer en “La Vanguardia Digital”, de la que soy suscriptor, el avance de su encuesta sobre las intenciones del voto al 27 de Septiembre, envié a Cartas al Director el siguiente correo. No sé si lo han publicado. En la edición digital no está. Al subirlo a mi blog, este lunes a la tarde, tras leer y escuchar lo que ha pasado en el fin de semana, me reafirmo en lo que dije el sábado pasado a la noche

 

xxxxx

 

El sondeo de “La Vanguardia” y, al menos otros dos que he conocido este sábado noche, día 19, muestra una elevada probabilidad de que los partidos llamados soberanistas venzan en las elecciones del 27-S, en número de escaños y, quizás también, en porcentaje de votos. A diferencia de las estimaciones de hace dos o tres semanas. ¿Qué ha pasado?. Avanzo una hipótesis. Desde la ultima semana de agosto todos medios de comunicación de la prensa escrita - en papel o electrónica-, radio o televisión, emitidos desde Madrid no han parado de bombardearnos sobre las plagas bíblicas que azotarán a Cataluya si fuera independiente. Supongo a los catalanes hartos, heridos y cabreados al considerarlos ineptos y estúpidos para decidir lo mejor para sus vidas. En consecuencia, es mi hipótesis, por un efecto boomerang, algunos indecisos se han pasado, digámoslo así, al bando soberanista catalán. Como esta última semana sigan así, las estimaciones del pasado fin de semana se confirmarán, aumentadas, el domingo 27. Como decimos en Euskadi, muchos “separatistas” son fruto del hartazgo que les producen los separadores o los asimilacionistas que "tanto monta, monta tanto".


P.D. Jueves 24/09/15
Esta mañana, al abrir LV digital veo que han publicado, en un encuadre, mi carta. Hay 35 "comentarios". Lo pongo entrecomillado pues, además de no haber ninguno firmado con nombre y apellido, la gran mayoría son improperios. Algunos contra mi. Otros, los más, se lanzan entre sí los "comentaristas". Triste. Muy triste. Me confirmo en la idea de que, entre nosotros, los "comentarios" en la prensa electrónica, son vomitorios de gente resentida. Muy triste, lo repito. No pasa así en "La Croix", ni en "le Monde".  

jueves, 10 de septiembre de 2015

Modélica y magistral nota de los Obispos de Catalunya ante el 27-S


Modélica y magistral nota de los Obispos de Catalunya ante el 27-S

 

La nota que han publicado los obispos de Catalunya ante las elecciones del 27 de Septiembre próximo me parece, sencillamente, magistral y modélica. En pocas líneas manifiestan au amor a la patria catalana, dejando plena libertad de voto a los catalanes, con unos criterios irreprochables y oportunos, e incitándoles, como un deber, acudir a las urnas. Subrayo estas tres ideas que me parecen centrales y más abajo el documento completo

 

Tres ideas mayores

 

1ª. El amor a la Patria catalana: “Manifestamos nuestro amor a la Patria catalana, que la Iglesia ha querido servir desde sus inicios, y nuestro respeto por la legítima diversidad de opciones que se someterán a votación”.

 

Legitimidad moral ante la forma concreta en la que el pueblo de Catalunya desee articularse y relacionarse con los pueblos hermanos de España: “En estos últimos años se han manifestado nuevos retos y nuevas aspiraciones que afectan la forma concreta en la que el pueblo de Cataluña debe articularse y cómo se quiere relacionar con los pueblos hermanos de España, en el contexto europeo. No le toca a la Iglesia proponer una opción concreta, pero sí que defendemos la legitimidad moral de todas las opciones políticas que se basen en el respeto a la dignidad inalienable de las personas y de los pueblos, y que busquen con constancia la paz y la justicia”.

 

3ª. El deber de ir a votar: “Recordamos el deber de todos los ciudadanos a participar activamente en las elecciones como una manera de ejercer la propia responsabilidad en la búsqueda del bien común, y mucho más en un momento crucial como el que estamos viviendo, que puede tener consecuencias de larga duración”.

 

He aquí el documento completo que traslado de la Web de los jesuitas vascos loiolaxxi del 9 de septiembre de 2015

 

Declaración de los obispos de Cataluña sobre las próximas elecciones en Cataluña

 

1. Teniendo presente que las próximas elecciones al Parlamento de Cataluña pueden tener una notable importancia histórica, como discípulos de Jesucristo y pastores de la Iglesia Católica, arraigada desde los primeros tiempos del cristianismo en nuestra tierra, queremos contribuir a la reflexión de los ciudadanos de Cataluña, con la luz que nos viene del Evangelio de Jesucristo, conscientes de que están en juego cuestiones decisivas a nivel institucional, político y social. En el marco democrático, creemos que también nuestra voz, expuesta con espíritu de servicio, puede enriquecer el debate actual sobre el presente y el futuro de nuestro país.

 

2. Continúa teniendo vigencia lo que afirmamos sobre la identidad nacional de Cataluña en el documento "Raíces cristianas de Cataluña" de 1985, y que recogimos en 2011 en nuestro Documento titulado "Al servicio de nuestro pueblo". Por eso manifestamos nuestro amor a la Patria catalana, que la Iglesia ha querido servir desde sus inicios, y nuestro respeto por la legítima diversidad de opciones que se someterán a votación.

 

3. Constatamos que, con el paso del tiempo, se ha hecho todavía más patente y ha tomado mayor intensidad lo que dijimos antes de las elecciones al Parlamento de Cataluña del 2012. En estos últimos años se han manifestado nuevos retos y nuevas aspiraciones que afectan la forma concreta en la que el pueblo de Cataluña debe articularse y cómo se quiere relacionar con los pueblos hermanos de España, en el contexto europeo. No le toca a la Iglesia proponer una opción concreta, pero sí que defendemos la legitimidad moral de todas las opciones políticas que se basen en el respeto a la dignidad inalienable de las personas y de los pueblos, y que busquen con constancia la paz y la justicia.

 

4. Recordamos el deber de todos los ciudadanos a participar activamente en las elecciones como una manera de ejercer la propia responsabilidad en la búsqueda del bien común, y mucho más en un momento crucial como el que estamos viviendo, que puede tener consecuencias de larga duración. Por eso, es necesario que cada uno exprese por medio del voto las propias opciones, teniendo presente los grandes valores que deben estructurar la sociedad, como son el respeto a los derechos de las personas, de las familias y las instituciones, así como la honestidad y la transparencia de la gestión pública; y la regeneración de la política, pensada en una visión amplia, y que priorice la justicia y la atención a los más débiles y a los que sufren el peso de la crisis económica.

 

5. Entre todos tendremos que continuar potenciando la convivencia de la sociedad catalana dentro de la pluralidad de ideas, convicciones, opciones y sentimientos, que quiere decir animar la construcción de una sociedad democrática, solidaria, acogedora con los emigrantes, respetuosa con todas las sensibilidades y defensora de las libertades. Habrá que continuar trabajando para erradicar los efectos perniciosos de la crisis económica, buscando caminos que permitan mejorar la situación de tantas personas que viven en el paro, en la estrechez, en la pobreza o en la marginación.

 

6. Pedimos a Nuestra Señora de Montserrat, patrona de Cataluña, que interceda para que nuestro pueblo sepa discernir bien sus opciones y encuentre caminos para construir un futuro más justo y más fraterno, abierto solidariamente a la realidad de los otros pueblos del mundo.

 

Tarragona, 7 de septiembre de 2015

sábado, 29 de agosto de 2015

La prensa entra en la campaña del 27-S en Catalunya


La prensa entra en la campaña del 27-S en Catalunya

 

Traslado aquí abajo los titulares de la prensa escrita madrileña y catalana (en lengua española), acerca del registro de ayer a la sede de CDC y a diferentes ayuntamientos.

 

Comprobarán que mientras la prensa española da por hecho la comisión del 3% de CDC, la prensa catalana, particularmente “La Vanguardia” es mucho más circunspecta. Sugiero que lean los editoriales, particularmente los de “El País” (http://elpais.com/elpais/2015/08/28/opinion/1440785074_335041.html)  y “La Vanguardia (http://www.lavanguardia.com/opinion/20150829/54436090094/fantasma-3-entra-campana-maria-dolores-garcia.html).   

 
xxxxxxxxxxxxxxxxxx


ABC: “Cerco a la corrupción”. “Se destapa la trama de CDC a través de sus alcaldes”. “Los casos de corrupción que cercan a CDC”.

 

La RAZÓN: “El Juez encuentra pruebas del pago de comisiones a Convergencia”. “El tesorero de las “mordidas” ocultaba su ordenador en el despacho de Trías”



El PAÍS: “El juez halla pruebas del pago de comisiones del 3% a Convergència”. Editorial: “El victimismo de Mas”. Babelia: “Mitos de la independencia: una serie de libros cuestiona desde disciplinas como la historia o la economía, los mitos a partir de los cuales el secesionismo catalán ha construido su propia narrativa”.

 

La VANGUARDIA: “El registro en la sede de CDC crispa la campaña”. “El juez investiga si una empresa de los Sumarroca pagó comisiones”. “Convergència denuncia maniobras del Estado para frenar al soberanismo”. Editorial: “El fantasma del 3% entra en campaña”.

 

El PERIODICO DE CATALUNYA: “La justicia registra CDC en busca del 3%”. Editorial: “CDC y las comisiones ilegales”

domingo, 23 de agosto de 2015

La dimensión política del perdón


La dimensión política del perdón

 

El lunes próximo, día 24, participo en un Curso de Verano de la UPV/EHU en Donostia, bajo el tema genérico de “El Perdón y el Olvido”. Dirige el curso mi buen amigo Javier Urra que me ha invitado a dar una conferencia y a participar en una Mesa Redonda. Cuando tuve que poner un título a mi intervención me decidí por este: “El perdón en Euskadi: reflexiones ético-sociológicas”. Era una solución de comodidad personal pues es un tema que ya lo tengo trabajado y del que he publicado hasta un libro. Lógicamente hablaré de ese tema el lunes pues así está anunciado en el Programa pero, abordaré, también, otra cuestión, siempre sobre el tema del perdón, pero situado esta vez en Ruanda. Estos últimos meses me hice con un libro, tan interesante como desgarrador (Benoît Gillou, “Le pardon est-il durable?” Paris 2014), sobre el genocidio en Ruanda, veinte años después. Son las reflexiones que me ha procurado este libro las que quiero trasladar hoy aquí, a los lectores de Noticias de Gipuzkoa y de DEIA como primicia de parte de lo que diré el lunes en el Palacio Miramar de Donostia.


El genocidio de Ruanda de 1994.


Recuerden, de entrada, lo que pasó en Ruanda. El genocidio ruandés, fue un crimen de masas cometido, físicamente, por una masa de asesinos. Del 7 de abril de 1994 hasta finales de junio de ese mismo año, en cien días, del orden de 800.000 personas, la mayor parte de la etnia tutsi, fueron masacrados, muchos a golpe de machete, por centenares de miles de personas, de la etnia hutu. Se calcula que, entre 200.000 y 300.000 personas, participaron directamente en el genocidio. No puedo entrar aquí en el análisis de los motivos o circunstancias previas al genocidio. Pero parece haber un acuerdo en señalar que no es básicamente un conflicto étnico, sino un proyecto racista de eliminar a los tutsis. De ahí que quepa hablar de genocidio. Aunque, a diferencia del nazi, o de los gulags comunistas, en Ruanda los ejecutores materiales eran masas de hutus. Incluso en los campos de exterminio nazis, Auswicht por ejemplo, el número de alemanes era muy escaso, lo que no aminora en absoluto su responsabilidad en el genocidio.


Vayamos ya al libro de Benoît Gillou. Voy a responder en este artículo a dos de sus cuestiones. Si el perdón se limita a relaciones personales o si tiene también implicaciones políticas, por un lado y, a su vera, presentaré cuatro modalidades de perdón en el contexto del genocidio ruandés. Que también pueden aplicarse a Euskadi, como verán.


El perdón ¿puede tener implicaciones sociales y políticas?.


Gillou se refiere, en una entrevista, que investigó, entre otras cosas, lo sucedido en una parroquia rural que se encuentra a una hora de la capital. En abril de 1994, cerca de 6.000 tutsis fueron asesinados en la iglesia, unos días después del Domingo de Pascua. Sin la participación de la población civil, los campesinos hutus, la masacre no habría sido tan masiva ni tan rápida. En este contexto, Guillou trató de ver quién habla de perdón, y con qué objetivos. Así constató que el perdón no se limita a la esfera estrictamente privada y religiosa, bien al contrario, es eminentemente político. En su investigación, distingue cuatro ámbitos donde situar el perdón. En primer lugar, el perdón puede ser considerado por las víctimas. En segundo lugar, por los asesinos. Tercer ámbito: la comunidad de pertenencia. O ella apoya un proceso de perdón o se opone: los lazos de filiación y de solidaridad son esenciales. Por último, el cuarto polo se refiere a las disposiciones establecidas por las autoridades civiles, religiosas o las ONG y sus posicionamientos ante la dinámica del perdón. Obviamente los dos últimos ámbitos van más allá del privado-personal.


Cuatro tipos de perdón.


A lo largo del libro, el autor describe diferentes escenas de perdón y en conclusión propone cuatro figuras principales de perdón. 1º: un perdón- coerción: es una perdón instrumentalizado por actores religiosos o políticos para extorsionar la verdad y lograr, o avanzar, en la producción de la "reconciliación" a toda costa. Es un modelo que también conocemos aquí: la exigencia de petición de perdón a los victimarios como condición para establecer un espacio posible de reconciliación. 2º, y primo hermano del anterior, será el perdón - transacción. Un culpable aceptará su culpa y pedirá perdón a cambio de una sentencia reducida. Siempre quedará la duda de la sinceridad del arrepentimiento del victimario, luego la validez de su demanda de perdón. Este tipo de perdón también puede ser considerado por una víctima, dispuesta a perdonar, a condición de que el asesino dé el primer paso. 3º: en tercer lugar, señala Benoît Guillou  lo que denomina con el término de perdón-revolución, cuando la víctima perdona sin poner o exigir condición alguna. Yo denomino a esta modalidad “perdón gratuito”, un perdón no solamente que no pone condiciones para perdonar sino que tampoco espera contrapartida alguna por parte del victimario, ni por parte de la administración. 4º. Aquí entramos en el tipo clave de perdón, el perdón-reciprocidad. “Lo he observado, señala Guillou, en pequeñas comunidades eclesiales de base. A veces las familias, enfrentadas en el genocidio, establecen vínculos de confianza, de estima, de solidaridad y, actuando en nombre del perdón, entre ellos emerge una narrativa compartida. No idéntica, pues las vivencias no lo son. Pero si compartida, en el sentido de haber escuchado la vivencia del “otro”, de los “otros”. Se trata de aprender a vivir juntos. Ruanda es un pequeño país de 26 000 km2. Es fácil codearse con la familia de su asesino todos los días, en los mercados, en el templo o iglesia. Este perdón recíproco rehabilita el compromiso común. En cierta medida, es similar a lo que se ha implantado en Sudáfrica. En este caso, la práctica del perdón permite el aprendizaje del ejercicio democrático”. Aquí el perdón adquiere una absoluta relevancia política que va mucho más lejos de la dimensión personal o interpersonal. Aunque la presupone.


No nos damos cuenta. Pero esto no solamente sucede en la comunidad de base de Ruanda que relata Gillou, sino en diferentes lugares de Euskadi, religiosos y, la mayoría, laicos, como tuve ocasión de mostrar en mi libro sobre la sociedad vasca tras la losa de ETA. Se realiza de forma discreta, pero real. Al modo vasco de hacer las cosas serias.


¿Qué añadir que no se haya dicho, que no haya dicho?. Pienso que quien perdona de verdad sale de la situación de duelo y lleva mejor la del sufrimiento. Aunque el daño no se olvide y, en el fondo de uno mismo, tenga que luchar contra el rencor, imposible de borrar del incontrolado inconsciente con el que todos tenemos que apechugar. Rencor que, si se transforma en odio, le impedirá, por siempre jamás, liberarse del duelo y vivirá ahogado en el sufrimiento. ¡Dichoso el que logre perdonar!. ¡Dichosa la sociedad que, asumiendo todo su pasado, busque la concordia, mirando al futuro! Sí, el perdón es revolucionario.


(Articulo publicado en DEIA y en Noticias de Gipuzkoa el sábado 22 de Agosto de 2015)

martes, 18 de agosto de 2015

Elgar - Nimrod (de "Enigma Variations")


Elgar - Nimrod (de "Enigma Variations")

17/08/15

 

¿Cómo puede ser una música tan bella?. Esta tarde hemos escuchado a la Orquesta Filarmónica de San Petersburgo, bajo la batuta del inmenso Yuri Termikanov en un programa Ravel y Elgar, en la Quincena Musical de Donostia-San Sebastián. En el Kursaal. Hacia muchos años que no escuchaba las Variaciones Enigma de Elgar. Lo que ha hecho Termikanov ha sido portentoso de sensibilidad y musicalidad.

 

Ya en casa, he entrado en Youtube. Hay una magnífica grabación de Termikanov. 14.147 personas han visionado esta grabación. Buceando he encontrado otra grabación (también excelente) de Barenboim con la orquesta de Chicago del año 1997 en la variación mas conocida, Nimrod. 2.843.034 personas ya la habían visionado. ¿Cómo puede ser la música tan conmovedora?