Intercambio Epistolar, a
través de VIDA NUEVA con Fernando García de Cortázar
- Artículo de FGC “La sal del infierno”
- Mi respuesta completa enviada el 13 de
noviembre
- Acuse de recibo del director de Vida Nueva, Juan Rubio a mi
Carta
- Respuesta de Javier Elzo a Juan Rubio, a vuelta de correo,
con una segunda redacción de respuesta a FGC más corta
- Segunda carta de Javier Elzo, acortada, respondiendo a FGC
- Ante el silencio de VIDA NUEVA y tras constatar que no
publican mi carta de respuesta subo el tema a mi blog que titulo ”Con
dolor me censuran en VIDA Nueva”
- Intercambio en correo electrónico con el
Director de Vida Nueva
- Respuesta de FGC a mi texto publicado en VIDA
NUEVA
- Respuesta de Javier Elzo enviada al Director
de Vida Nueva, en referencia a la respuesta de FGC a mi primer texto
- El Director de Vida Nueva da por zanjada la
publicación del tema en Vida Nueva y decide enviar mi respuesta a FGC
1.
La sal del
infierno Publicado el 08.11.2013 en Vida Nueva
FERNANDO GARCÍA DE CORTÁZAR | Catedrático
de Historia Contemporánea de la
Universidad de Deusto
“No insultaremos a quienes sufren
manifestando que los asesinos liberados por la sentencia del Tribunal de
Estrasburgo merecen una piedad que solo corresponde a sus víctimas…”.
Por nuestro sentido de la dignidad de la
persona, por nuestro compromiso con la libertad del hombre, porque no podemos
afirmar nuestra fe sin ejercer la caridad, los cristianos somos la sal de la
tierra. O hemos sido requeridos para serlo por las palabras fundacionales de
Jesús. Y, con nosotros también, las gentes de buena voluntad, llamadas así por
Cristo, las que hacen de la existencia el propósito de vivir un gran proyecto
que a todos nos atañe. Ese es el don de la alegría que se nos ha concedido, esa
es la obligación de sembrar felicidad en la tierra, como exigencia de nuestra
fe.
San Pablo, en su carta a los Efesios,
recordaba que los cristianos irrumpimos en un mundo que, a pesar de los dioses,
carecía de Dios. Entramos en un universo sombrío en el que brillan las falsas
luces del fanatismo y los rituales desalmados, al que, sin embargo, aportamos
un mensaje de esperanza identificada con la fe, no solo en la vida trascendente
que se prometía, sino en la naturaleza del hombre que el Evangelio proclamaba.
La de su imagen a semejanza del Creador, su existencia libre y responsable de
su salvación, su inviolable dignidad, su esencia universal. La excelencia del
cristianismo no reside solo en la inmortalidad, sino en la grandeza de la
persona que, hace dos mil años, la proclamó, por vez primera en la historia del
hombre sobre la Tierra.
Jesús nunca se propuso ponernos las cosas
fáciles. No iba a dejarnos en un confortable cumplimiento de liturgias
rutinarias. El cristianismo es exigente porque atiende a la rica complejidad
del hombre y ha de enfrentarse a los desafíos de la historia. El cristianismo
no es evasión, sino liberación. No es refugio personal, sino vida entera a la
intemperie en la defensa de principios que se refieren a la calidad de la
existencia del ser humano. El cristianismo nunca podrá ser entendido como
neutralidad, como pasiva contemplación de lo que les sucede a unos hombres que,
no por casualidad, hemos llamado siempre nuestros prójimos. El cristianismo es
prudencia, pero no es moderación, si por ello se entiende la farsante equidistancia,
la blandura moral y la falta de coraje que se quiere disfrazar de compasión.
No insultaremos a quienes sufren
manifestando que los asesinos liberados por la sentencia del Tribunal de
Estrasburgo merecen una piedad que solo corresponde a sus víctimas. En la
sonrisa de los criminales liberados se acumulan los escombros de nuestro
sentido de la dignidad. En su falta de arrepentimiento, en la reivindicación de
su barbarie, en la insultante pretensión de defender una causa se amontonan los
desperdicios de una civilización, la carroña de una cultura, las heces de un
tiempo en el que se pisoteó todo aquello que el cristianismo y la herencia de
dos mil años de vida occidental han creído intocable.
Para el cristiano, fiel a una tradición
que se fundó precisamente en el carácter sagrado de la vida humana, no puede
haber argumentos torcidos ni expresiones ambiguas incapaces de distinguir entre
la justicia, la ley y la caridad. El cumplimiento de la ley injusta llevó a
Jesús a la cruz. Que nada empañe la energía con la que ahora, más que nunca,
tenemos que defender, y defender como cristianos, la dignidad de las víctimas
burladas. Que nada nos aparte de denunciar lo aberrante de las normas jurídicas
que permiten que el crimen quede impune en alguna medida, no porque nos falte
la difícil compasión por el pecador, sino porque parece exigírsenos también la
complicidad con el pecado. Solo las víctimas son, por si alguien quiere
olvidarlo ahora, nuestro referente moral. Son el testimonio de nuestra
esperanza. Son la sal de la tierra. Inés del Río y sus siniestros compañeros no
son más que el mal que nos somete a prueba, los causantes del dolor que pone en
riesgo nuestra fe, los perversos ejecutores del crimen que destruye vidas a las
que se les arrebató la libertad que Cristo nos otorgó. Son el pecado del mundo.
Son la sal del infierno. En el nº 2.870 de Vida Nueva.
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2. Primera respuesta de Javier Elzo
Carta abierta a Fernando García de Cortázar
Apreciado Fernando:
Tu texto “La sal del
infierno” de VN nº 2870, me ha apenado profundamente. Tu texto está inspirado en tu, legítima, ideología política. No
tengo, obviamente, nada que decir al respecto. Pero sí, y mucho, a tu
utilización de la fe cristiana para avalar tus opciones político - partidistas.
Valga este párrafo de tu texto como botón de muestra. “El cumplimiento de la
ley injusta llevó a Jesús a la cruz. Que nada empañe la energía con la que
ahora, más que nunca, tenemos que defender, y defender como cristianos, la
dignidad de las víctimas burladas. Que nada nos aparte de denunciar lo
aberrante de las normas jurídicas que permiten que el crimen quede impune en
alguna medida…”. Equiparas la “ley injusta que llevó a Jesús a la cruz” con la
sentencia del TEDH, y a Jesús con las “víctimas burladas”.
Además, tu ideología, querido Fernando,
te impide ver que además de las “víctimas burladas”, victimas del terrorismo de
ETA, que han sentido el más que comprensible dolor de ver que sus victimarios
salen de cárcel antes de lo que esperaban, hay otras víctimas, también del
terrorismo de ETA, sin olvidar a las de los GAL, Batallón Vasco-Español y las
que murieron como consecuencia de las torturas de algunos miembros de la Guardia Civil. Entre estas
“otras víctimas”, no pocas mantienen otras posturas, bien distintas. Por lo
menos, tan respetables como las que tu denominas como “víctimas burladas”.
El 10 de Octubre pasado, Deusto Forum de
tu Universidad de Deusto organizó una sesión titulada “Encuentros restaurativos
en terrorismo”. Se presentó el libro “Los ojos del otro” (Sal Terrae, 2013)
donde se relatan algunos encuentros entre asesinos de ETA y familiares de sus
víctimas. Te aseguro, Fernando, que tu texto sería otro si hubieras leído, por
ejemplo, lo que dicen Luis Carrasco, hoy en la cárcel por el asesinato de Juan
Mari Jáuregui, Gobernador Civil de Gipuzkoa, y su viuda, Maixabel Lasa.
El 7 de noviembre pasado, en el mismo
Deusto Forum, se presentó la experiencia Glencreen, de encuentros entre
víctimas de diferentes victimarios. Allí
conocí a Fernando Garrido, (hijo del gobernador militar de Guipúzcoa asesinado
por ETA en 1985 junto a su mujer y otro hijo, hermano de Fernando) y a Asun
Lasa (nada que ver con Maixabel Lasa), hermano del torturado hasta la muerte
por la Guardia Civil.
Los tuve enfrente en la cena posterior que, como sabes, es habitual en Deusto
en estos casos, y visibilizaban que, sin renunciar a sus opciones políticas
personales, le habían antepuesto el dolor y el sufrimiento de las diferentes
víctimas. Salí conmovido.
El día siguiente me trasladé a Zaragoza
al Centro Pignatelli, que conoces bien, para cerrar con José María Tojeira, - que como sabes era el superior de los
jesuitas en “El Salvador” cuando el poder militar asesinó a Ellacuria, sus compañeros y dos
acompañantes- su habitual Seminario
Internacional sobre la paz, bajo el título “Los
derechos humanos en tiempos de crisis”. Tojeira, en una sesión del año 1997 había desarrollado el principio de "Verdad,
justicia, perdón" que después adoptó un grupo de expertos del Consejo
Mundial de las Iglesias, en Ginebra en febrero del año 2009. No pude no evocar en mi intervención,
emocionado, mi experiencia del día anterior en Deusto. Entre los asistentes al
acto del Centro Pignatelli y al seminario posterior, había policías, militares
(uno de ellos se entretuvo conmigo evocando al general Garrido asesinado por
ETA pues que había sido su compañero en la Academia Militar)
algún miembro de la
Inteligencia española, amén de sociólogos, psicólogos,
filósofos, historiadores, personas interesadas en los DDHH, miembros de ordenes
religiosas, laicos cristianos, etc., etc.
Hablé
claro. Dije lo que pensaba (había enviado previamente un texto de 30 paginas),
y tuve una buena acogida. Volví a casa con la esperanza de que la convivencia
era posible. Incluso, a medio y largo plazo, la reconciliación.
Desgraciadamente no puedo decir lo mismo tras leer tu texto. Créeme que también
me apena decirlo.
Fraternalmente
Javier
Elzo
Donostia
San Sebastián 13 de noviembre de 2013
Catedrático
Emérito de Sociología en la
Universidad de Deusto
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3 Acuse de recibo del director de Vida
Nueva, Juan Rubio a mi Carta
From: "Juan Antonio Rubio" <juan.antonio.rubio@ppc-editorial.com>
Sent: Wednesday, November 13, 2013 10:30 AM
To: <javierelzo@telefonica.net>
Subject: sobre su carta
> Apreciado Javier
>
> Me reenvia el redactor Jefe, José Lorenzo, una carta que deseas sea
> publicada en la sección de "cartas" (director.vidanueva@ppc-editorial.com)
> sobre el articulo de Fernando Garcia de Cortázar. Con mucho gusto la
> publicamos, aunque para esa sección pudiera parecer un poco larga...Te
> rogaría, si lo consideres pertinente que, usando de tu maestría, pudieras
> resumirla un poco más. Si no pudiera ser, veríamos la forma. Ya sabes cómo
> son estas secciones.
>
> Un saludo cordial con el deseo de poder conocernos algún día.
>
> Juan RUBIO
> Director de Vida Nueva=
4. Respuesta de Javier Elzo a Juan
Rubio, a vuelta de correo, con una segunda redacción de respuesta a FGC más
corta
Apreciado Juan.
Entiendo vuestro problema de espacio.
He reducido mi texto original al que te adjunto. En él verás que hay una
parte en bastardilla que, si aun fuera demasiado extenso mi texto reducido,
podéis suprimir.
Para cualquier duda estoy el resto del día en mi domicilio.
Cordialmente
Javier Elzo
5.
Segunda
carta acortada de Javier Elzo a FGC, enviada el mismo 13 de diciembre
A Fernando García de Cortázar
Apreciado
Fernando:
Tu texto “La sal del infierno” de VN nº
2870, me ha apenado profundamente. Tu texto está inspirado en tu, legítima,
ideología política. No tengo, obviamente, nada que decir al respecto. Pero sí,
y mucho, a tu utilización de la fe cristiana para avalar tus opciones político
- partidistas. Valga este párrafo de tu texto como botón de muestra. “El
cumplimiento de la ley injusta llevó a Jesús a la cruz. Que nada empañe la energía
con la que ahora, más que nunca, tenemos que defender, y defender como
cristianos, la dignidad de las víctimas burladas. Que nada nos aparte de
denunciar lo aberrante de las normas jurídicas que permiten que el crimen quede
impune en alguna medida…”. Equiparas la “ley injusta que llevó a Jesús a la
cruz” con la sentencia del TEDH, y a Jesús con las “víctimas burladas”.
Además, tu ideología, querido Fernando,
te impide ver que además de las “víctimas burladas”, victimas del terrorismo de
ETA, que han sentido el más que comprensible dolor de ver que sus victimarios
salen de cárcel antes de lo que ellas esperaban, hay otras víctimas, también
del terrorismo de ETA, sin olvidar a las de los GAL, Batallón Vasco-Español y
las que murieron como consecuencia de las torturas de algunos miembros de la Guardia Civil. Entre estas
“otras víctimas”, no pocas mantienen otras posturas, bien distintas. Por lo
menos, tan respetables como las que tu denominas como “víctimas burladas”.
Te invito a visitar la Web de Deusto Forum, de tu
Universidad de Deusto y seguir la sesión “Encuentros restaurativos en
terrorismo”, del 10 de Octubre. Se presentó el libro “Los ojos del otro” (Sal
Terrae, 2013) donde se relatan algunos encuentros entre asesinos de ETA y
familiares de sus víctimas. El 7 de noviembre pasado se presentó la experiencia
Glencreen, de encuentros entre víctimas de diferentes victimarios. Salí
conmovido.
El día siguiente me trasladé a Zaragoza
al Centro Pignatelli, que conoces bien, para cerrar con José María Tojeira, - que como sabes era el superior de los
jesuitas en “El Salvador” cuando el poder militar asesinó a Ellacuria, sus compañeros y dos
acompañantes- su habitual Seminario
Internacional sobre la paz. Tojeira, en
una sesión del año 1997 había desarrollado el principio de "Verdad,
justicia, perdón" que después adoptó un grupo de expertos del Consejo
Mundial de las Iglesias, en Ginebra en febrero del año 2009. Entre los
asistentes al acto del Centro Pignatelli y al seminario posterior, había policías,
militares (uno de ellos se entretuvo conmigo evocando al general Garrido, su
compañero en la Academia Militar,
asesinado por ETA y cuyo hijo participó en la experiencia Glencreen) algún
miembro de la
Inteligencia española, amén de sociólogos, psicólogos,
filósofos, historiadores, personas interesadas en los DDHH, miembros de ordenes
religiosas, laicos cristianos, etc., etc.
Hablé
claro. Dije lo que pensaba y tuve una buena acogida. Volví a casa con la
esperanza de que la convivencia era posible. Incluso, a medio y largo plazo, la
reconciliación. Desgraciadamente no puedo decir lo mismo tras leer tu texto.
Créeme que también me apena decirlo.
Fraternalmente
Javier
Elzo
Donostia
San Sebastián 13 de noviembre de 2013
Catedrático
Emérito de Sociología en la
Universidad de Deusto
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- Ante el silencio de VIDA NUEVA y tras constatar que no
publican mi carta de respuesta subo el tema a mi blog que titulo ”Con
dolor me censuran en VIDA Nueva”
- Intercambio electrónico
con el director de Vida Nueva
Buen dia. Como director de la revista
"Vida Nueva" he de decir que SI ESTA PUBLICADA LA CARTA esta semana en el
papel y que por un error cibernético, no se ha subido a la web, cosa que
hacemos inmediatamente. La carta se ha publicado integramente como la envió en
segunda instancia. Lamento no lo haya comprobado en el papel y lamento nuestro
error al no subirla a la web. Un saludo. espero todo quede aclarado. Juan
RUBIO. Director de Vida Nueva
Apreciado Juan, Apreciado Director.
Me alegró mucho poder subsanar, en la
propia cabecera de mi blog, mi dolorosa sensación de censura ante la ausencia
de noticias a mi texto de réplica al artículo de Fernando García de Cortázar
“La sal del infierno”, réplica que, en efecto, se publicó en el número 2.874 de
VN. Muchas gracias.
Al recibir hoy, vía Internet el número
2875, además de la recensión a mi último
libro, lo que le agradezco muy sinceramente, leo una legítima respuesta de
Fernando García de Cortázar a mi texto arriba mentado. He redactado, a mi vez,
una breve respuesta que, como digo en el texto, por lo que a mí concierne sería
la última, dejando el cierre a García de Cortázar si lo estima oportuno
escribirlo y Usted publicarlo.
Es posible, y lo entendería
perfectamente, que Usted decida no publicar mi texto de hoy para no alargar
excesivamente el tema y copar espacio a otros intervinientes que desearan
opinar sobre otros temas. Pero le agradecería que me lo hiciera saber y, en
todo caso, hiciera llegar a Fernando mi texto.
8.
Respondiendo a Javier Elzo
FERNANDO GARCÍA DE CORTÁZAR (MADRID) |
Comprendo tu desacuerdo con mi artículo
La sal del infierno (VN, nº 2870). A estas alturas de nuestra vida, no sé cómo
podías esperar que mi posición en este tema fuera distinta. Si se tratara de un
asunto menor, no dudes de la facilidad con la que, sin llegar a darte la razón,
refugiaría mi cortesía en el silencio. Pero cuando lo que tenemos ante nosotros
es el espectáculo siniestro de una sociedad aterrorizada y la halitosis moral
de quienes aún tratan de ocultar las responsabilidades mediante su
“comprensiva” falsificación de esta tragedia, comprenderás que no me quede más
opción que tomar una palabra que, quizás, se me ha dado como derecho, pero que
siempre me he tomado como deber.
Temprano aparece en tu carta esa
insaciable pérdida de perspectiva que tú, y otros como tú, habéis tratado de
inculcar a cualquier mirada sobre el terrorismo. Indicas, en efecto, que es mi
ideología política la que me ha llevado a escribir el texto que deploras.
Pensar que la condena del terrorismo, sin matizaciones fraudulentas ni
penumbras morales donde se negocia el valor de la vida humana, es el resultado de
una ideología, manifiesta a la perfección la más radical de nuestras
diferencias. Porque yo creo que es una simple y rotunda cuestión de principios.
En ellos, y no en una enigmática, aunque al parecer “legítima ideología
política”, se inspiran mis palabras.
No quiero pasar por alto el deliberado
insulto con que tratas de oponer mis opiniones a mis creencias más profundas. A
diferencia de otros, yo procuro que ambas guarden coherencia. Yo no soy un
cristiano a media pensión, sino a jornada completa. Yo no tengo mi fe para
salvarla de los problemas del mundo, sino para alimentar con ella mi condición
de hombre libre y las obligaciones morales a las que tal condición me ha
sentenciado.
Porque lo que hemos vivido, y aún vivimos
en España, no ha sido un conflicto ideológico o un enfrentamiento armado entre
compatriotas que pudiera exigir la reparación necesaria de una reconciliación.
Estamos ante el puro y simple crimen organizado, bajo el cielo protector de una
ideología nacionalista. No es mi condena y mis calificativos los que atentan
contra la convivencia, sino esa búsqueda continua de atenuantes que acaban por
convertir el crimen en una mera equivocación.
Por otro lado, no sé a qué reconciliación
puedes referirte, cuando en ningún lugar civilizado se le ha ocurrido a nadie,
con noción de la responsabilidad y sentido del ridículo, convocar a una obscena
confraternización entre los terroristas y sus víctimas. No voy a discutir tu
derecho a conmoverte ante encuentros de este tipo, pero permitirás que a mí también
llegue a entristecerme el ultraje que se suma entonces al sacrificio de los
muertos.
Porque, si algunos familiares llegaran a
aceptarlo, nada les autorizaría a ellos, y mucho menos a ti, a adueñarse de la
profunda, permanente e irrenunciable dignidad de esa dolorosa herencia.
En el nº 2.875 de Vida Nueva - See more
at:
http://www.vidanueva.es/2013/12/13/respuesta-a-javier-elzo-cartas-al-director/#more-110362
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9. Respondiendo a Fernando García de Cortázar al texto publicado
en el nº 2845 de Vida Nueva
No quiero abusar de estas líneas que, por
mi parte, serán las últimas en este intercambio con Fernando García de
Cortázar. Escribí en el número 2845 de
VN que tu ideología te impide ver más allá de las victimas del terrorismo de
ETA, las únicas que condenas pues parece que para ti son las únicas que
existen. Por mi parte, la condena del terrorismo de ETA y de toda violencia
injusta (GAL, BVE, torturas policiales), sin equidistancias, ni equiparaciones,
ni diluciones, ni atenuantes, ha sido, es y será siempre total. Los Derechos
Humanos no admiten ni acepción ni excepción de víctimas y victimarios. Desde el
asesinato de Melitón Manzanas y así hasta casi 850 imputables a ETA, pero sin
olvidar los malos tratos a Txema Auzmendi, SJ, en su paso por el cuartel de
Madrid que debes conocer bien, o la tortura hasta la muerte a Arregi, o a Lasa
y Zabala.
Yo apuesto por la reconciliación, en la
justicia. Mejor si además hay perdón. El reciente fallecimiento de Nelson
Mandela (aunque nunca hay dos situaciones iguales y el ejemplo de Mandela
tampoco es único en la historia de la reconciliación humana), a mi al menos, me
impele a ello. Más todavía, algún texto evangélico: por ejemplo Mt. 5-23-24, o
Lc. 6/ 32-33. En fin, no he querido insultarte en absoluto. Si así lo has
percibido te pido perdón. Fraternalmente
Donostia San Sebastián 13 de diciembre de
2013
Javier Elzo
10. El Director de Vida Nueva da por
zanjada la publicación en Vida Nueva y me señala que enviara esta respuesta mía
al propio FGC
Publicado por Juan para Javier Elzo
a las 7 de diciembre de 2013 11:46
Respuesta
del Director el mismo día 13
Gracias. Creí que zanjamos el tema. Se la
mando yo
Enviado desde mi iPhone
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