Impresiones de seis días en EEUU (2)
(Nueva York: Musical, St. Patrick
y el MET)
Asistimos a un musical, “Chicago”, caro, 90 dólares y no en el
mejor sitio, pero valía la pena. Buen espectáculo, que mi escaso inglés me
impedía seguir en detalle, que explica la largas colas de público para comprar
entradas y acceder al espectáculo. Colas que no solamente encontré en este
musical, sino en “Mama mía”, “El fantasma de la ópera” y otros. Es increíble la
cantidad de colas que observé en NY. Para musicales, teatros, museos (las dos
veces que pasé por el MOMA, la cola era enorme). El sábado 30, a las 12,00 del mediodía,
la mañana del día de nuestro embarque, me llamó la atención una larguísima cola
de más de dos manzanas, toda llena de gente joven, si no adolescente. Era para
una Exhibition de “Game of Thrones” en un edificio de Times Warner. Quizás esto
explique en parte lo otro: la ausencia de libros y revistas. Aunque esto
ultimo, en parte, puede deberse a que mucha gente se baja la música y los
libros, gratis por Internet. Pero, solo en parte. Recuerdo haber leído en “Le
Monde”, días antes de este viaje, que la industria electrónica de libros (ebooks)
era mínima en Francia aunque más extendida en EEUU que así y todo apenas
llegaba al 15% de la cifra de ventas. Luego la conclusión es clara: la gente no
compra libros, ni en formato papel ni en electrónico. Quedan las “librery”, las
bibliotecas que, al menos en Rhode Island, visioné varias.
El lunes 25 entré en St. Patrick. En parte para descansar en un sitio tranquilo. Estaba en obras.
Coincidí con la misa de las 12. En el altar central. Sobria, cercana (el cura
hablaba paseando por el altar), con poca gente, también joven. En Nôtre Dame en
París hay más gente visitando la iglesia. Me llamó mucho la atención al salir
del templo, una larga fila india de
personas de todas las edades, sexo, colores y condición social, haciendo cola
para confesarse. Me reviene la imagen de un señor de unos 45 años, encorbatado,
con su maletín de ejecutivo, haciendo cola con más de quince personas por
delante. La última vez que ví algo así creo que fue en Milán, hace años.
El lunes 25 asistimos en la
MET del Lincoln Center a la representación de Fausto de
Gounod. Jon y Marta nos invitaron y compraron las entradas. La representación
muy buena. Excelentes cantantes. K. no se cansó de gritar bravos y bravas. La
sala del MET es fabulosa así como todo el edificio. Las butacas cómodas e
inteligentemente colocadas. Exactamente lo contrario del Liceu de Barcelona. En
el segundo intervalo tomamos unos aperitivos con dos vasos de vino. Caro, pero
de buena calidad, inmejorable servicio. La experiencia del MET merece realmente
la pena. Es de las pocas cosas por las que volvería a NY.
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