De quirófanos y adicciones
(22 de abril de 2013)
Dentro de un rato ingreso
para una intervención quirúrgica menor, aunque con anestesia total. Ayer estaba
más nervioso que hoy.
En realidad no tengo
miedo a pasar por el quirófano. Puestos a pensar en lo peor, lo que no es mi caso al menos hoy, hay pocas muertes
más dulces que la mesa del quirófano. Para el paciente y para su familia
(pasados los primeros días), aunque para el operador, anestesista etc., no debe serlo tanto.
Pero estar en una clínica
me resulta un peñazo inmenso. Espero que la estancia sea breve y vuelva pronto
a mi pantalla del ordenador. Es una adicción como otra cualquiera y quien esté
libre de adicciones tire la primera piedra.
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