La fuente sociológica y
la periodística
21 de marzo de 2013
El día de hoy el director de
“El País” explicó al juez Ruz cómo se gestionaron los
papeles de Bárcenas. Moreno (el director) se acogió al derecho profesional para no revelar la fuente que entregó
los documentos.
Cuando un sociólogo escribe, por ejemplo, que los jóvenes consumidores diarios de cannabis sufren, en elevadas proporciones, el síndrome amotivacional con la consecuente del “fracaso escolar” debe explicar, con pelos y señales, la fuente que sostiene la validez y fiabilidad de su afirmación.
Y me moriré preguntándome porqué lo sociólogos tenemos que dar cuenta de nuestras fuentes y los periodistas no. Y respondo que lo hacemos así, porque dando cuenta de nuestras fuentes permitimos al observador (con conocimientos del tema) valorar la veracidad, bondad y fiabilidad de lo que afirmamos. En el caso del periodista que oculta su fuente no hay valoración posible de la veracidad de lo informado. Estamos obligados a fiamos del periodista, y de su honradez. No es un acto de razón, como con la verdad sociológica que me permite controlar la verdad de su afirmación. En el caso del periodista es un acto de fe: creer en lo que no vemos (la fuente) porque Dios (el periodista) nos lo ha revelado.
Tienes toda la razón. Yo, por ejemplo,en mi profesión (médico), si quiero publicar algo en alguna revista científica esa revista tiene un comité que revisa el artículo en profundidad y todo lo que allí apuntas debe estar perfectamente comprobado a través de la bibliografía correspondiente y esa bibliografia la tienes que aportar. Si no lo haces así tu artículo pasa a mejor vida. Dentro del mundo periodístico eso no existe, es más, se permiten publicar lo que les da la gana y cuando algún tribunal demuestra que esa información es falsa se escudan en que no comprobaron adecuadamente sus fuentes. Han perdido toda la credibilidad.
ResponderEliminarUn saludo,