La incógnita del nuevo papa
(Con este mismo título pero en una redacción algo
más reducida me publicó El Diario Vasco un artículo, ayer sábado 16 de marzo de
2013)
Nunca llegué a hablar con el padre Bergoglio,
como quería que se le tratara pero, en mis viajes a Argentina, trabajando el
tema de las drogas, salia muchas veces en las conversaciones. La Universidad de Deusto
mantenía una relación estrecha con la Universidad del Salvador en Buenos Aires. Entre otros
con su anterior director de Drogodependencias, Juan Alberto Yaría, quién fue también el responsable del tema
drogas en la provincia de Buenos Aires. Sigo manteniendo contacto con Yaría y,
al conocer el nombre del nuevo Papa, le mandé un correo.
Extraigo de su rápido mail de respuesta
estas líneas: “es Bergoglio un gran sacerdote y un cristiano admirable. Cuando
fui secretario (de drogodependencias) me dijo, para ayudarme, los enemigos que
iba a tener porque estaban del lado del negocio de la droga. Admirable. Eso se
cumplió al pie de la letra. Muchos de ellos parecían por fuera cristianos pero
eran emisarios de sectores de la droga…..ayudo a muchos sacerdotes que
trabajaban en barriadas e incluso uno de ellos, el Padre Pepe, fue amenazado de
muerte y él lo protegió y denunció a sus victimarios con denuedo y valentía
siendo arzobispo. Es un momento de esperanza”.
Esta papa cae bien. Los comentarios elogiosos. Quisiera participar de
las afirmaciones de renovación, cambio, vuelco, terremoto eclesial etc., etc.,
que escuché ya en las primeras horas tras su elección en medios tan diversos
como Intereconomía y “La Croix ”,
por ejemplo. Los titulares de la prensa del jueves, además de repetir que era
jesuita y argentino, eran también positivos. Así el del editorial de “Le
Monde”, firmado por su (excelente) nueva directora, Natalie
Nougayrède: “Un papa del Sur, emblema de una nueva era”. ¡Ojalá!
Bergoglio es un hombre sencillo, austero,
muy volcado en los más necesitados, hombre de oración (su salida al balcón del
Vaticano tras ser elegido Papa ha sido magnífica) y tiene una legitimidad
enorme al haber sido elegido tan rápidamente en una iglesia que se decía muy
dividida y que se ha comprobado que no lo está tanto. En su cúpula cardinalicía
quiero decir. Lo que, por otra parte era bien sabido. Y esa cúpula eclesial,
por decirlo en términos coloquiales, es muy conservadora….y estaba buscando como
enfrentarse a la todopoderosa Curia. De ahí surge el nuevo papa, muy al estilo
de la iglesia argentina que, desde Europa, llamaríamos conservadora (en temas
de contracepción, homosexualidad, la mujer en la iglesia etc.) y, ¡ay!,
complaciente con la dictadura. Aunque, entre otros, el Nobel de la paz, el
argentino Pérez
Esquivel, en la BBC ,
acaba de declarar que "hubo
obispos que fueron cómplices de la dictadura pero Bergoglio no". (Clarín, 14/03/13).
Al colega deustense Rafael
Aguirre, le publicaron el día siguiente de la elección papal un artículo donde
decía, entre otras cosas, que “la combinación del espíritu ignaciano- racional,
preocupado por la eficacia, elitista- y el espíritu franciscano –sencillo y
popular- puede ser ideal para un Papa que no puede ser ingenuo, dado lo que se
va a encontrar pero que tiene que ser mucho más que un hábil diplomático.
Francisco I tendrá que hacer suyas las palabras de Jesús: “Sencillos como
palomas (Fracisco) y astutos como serpientes (Ignacio)”. (En “El primer Papa de
América Latina”. El Correo/El Diario Vasco, 14/03/203)
¿Será Francisco el Juan XXIII del siglo
XXI?. Pero me pregunto si con 76 años de edad va a poder lidiar a la curia
romana?. Bienvenido en mis recuerdos, se me aparece, hoy, como una incógnita
para el futuro. Una duda que quiero esperanzada.
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