El juramento de Urkullu y el milagro de Chávez
(Sobre este tema, pero mucho más recortado publiqué un artículo en "El Diario Vasco" del sábado pasado 15 de diciembre de 2012. Consultable previo pago)
Todos hemos visto al comienzo de esta semana a Hugo Chávez
besar un crucifijo mientras comunicaba que debía someterse a otra intervención
quirúrgica. Informaba el diario
Clarín de Venezuela que, conmovidos, sus seguidores salieron a las calles para
orar por la salud del presidente.
La noche de su intervención quirúrgica (la del martes
pasado, día 11 de diciembre) el Gobierno venezolano ratificaba su "lealtad
inquebrantable" a Chávez y hacía un llamamiento "al pueblo de
Venezuela a permanecer unido en oración y a seguir transmitiendo al comandante
Chávez su más puro sentimiento de amor".
El viernes pasado, día 14, leía en DV que el ministro de
exteriores de Venezuela había declarado que "nos impresiona ver a los pueblos musulmanes, a los
indígenas, americanos rezando en su lengua, nos impresiona ver al presidente de
Uruguay, que no cree en ninguna religión, convocando una misa. Todo eso se
llama amor, se llama revolución del amor, que no es otra cosa que el socialismo
hecho humanidad", ha considerado. "¡Qué gigantescas cosas hace
Chávez! No nos queda ninguna duda de que estamos viviendo un milagro en el
siglo XXI, el milagro de Chávez ", ha valorado.
La misma noche de la operación a Chávez, haciendo
zapping televisivo me entero que el Congreso de los Diputados inauguraba su
cuenta de Twitter. Lo escucho en Intereconomía donde dan cuenta de la noticia
con la “ecuanimidad” que se les reconoce. Para ajustar mi información desde
otro medio, con diferente “ecuanimidad”, leo en el digital de “El País” que en
el Twitter del Congreso “se trata de ofrecer información “institucional” de la
actividad de la Cámara
Baja , pero en absoluto dará cuenta de conflictos o rencillas
políticas. Para dar la bienvenida, el presidente del Congreso ha felicitado la Navidad en castellano,
euskera, catalán y gallego. El motivo navideño es una imagen clásica de una
Virgen, es decir, una felicitación absolutamente religiosa y confesional,
contra la que ya se han producido críticas en la propia red social. La imagen
elegida por el presidente del Congreso (…) ha levantado cierta polvareda entre
ciudadanos anónimos y en algunos diputados y portavoces”.
Y tanto, pues el portavoz de ICV, Joan Coscubiela
ha declarado que las imágenes "religiosas" deben guardarse para "momentos de intimidad
personal". José Luis Centella (IU), por su parte afirmó
que no le parece un buen comienzo de Twitter empezar con “esa imagen
peligrosa”. (Es la primera vez en mi vida que leo que una imagen con la Virgen sea peligrosa). En
fin, el responsable de Estudios de la ejecutiva federal del PSOE, Rafael
Simancas sostiene que “el ciudadano Posada puede felicitar la Navidad como estime pero
el presidente del Congreso debe respetar la aconfesionalidad del Estado”.
En el punto 7 del programa electoral de
EH Bildu de octubre pasado podíamos leer que proponían “la eliminación de todo
tipo de simbología religiosa en actos oficiales y espacios de titularidad
pública”. Luego supongo que, si importan a Euskadi la revolución bolivariana,
no lo harán con un crucifijo en la mano y pidiendo a los vascos que nos unamos
en oración si algunos de sus dirigentes (el próximo lehendakari, por ejemplo)
padeciera (Dios no lo quiera), una enfermedad grave.
Ciertamente, en estas cuestiones no es fácil
deslindar las convicciones personales de la dimensión institucional del cargo,
así como del contexto político-religioso del momento concreto. Tierno Galván,
agnóstico confeso, juró su cargo de alcalde de Madrid ante un crucifijo. Algunos
se lo reprocharon y tuvo que explicar posteriormente su decisión. Urkullu en su
juramento como lehendakari eliminó la expresión “ante Dios humillado”, en
realidad expresión de un Dios Omnipotente, más del Antiguo que del Nuevo
Testamento. Utilizó la formula de “humilde ante Dios y la sociedad”…Juró sobre
el Estatuto de Gernika y el Fuero Viejo de Bizkaia y no sobre la Biblia , pues es (debe ser)
el Lehendakari de todos los vascos. Pero no veo porqué no pueda haber en su
juramento una referencia a sus personales convicciones religiosas. Lo que hizo
al jurar ante Dios. Sin necesidad de besar un crucifijo ni pedirnos a los
vascos que salgamos a las plazas de Euskadi a rezar por el buen éxito de su
gestión. A Euskadi la revolución cristiano - socialomarxista – bolivariana, le cae
lejos.
Desmedida me parece la respuesta al Presidente del Congreso por incluir una imagen del clásico Belén. Desde pequeños hemos vivido con el crucifijo en algún lugar de la casa, del colegio, etc. No creo que a nadie, que yo conozca, haya creado algún tipo de trauma. El mismo gesto de santiguarse lo vemos hacer a muchos deportistas en la TV. Nadie, medianamente normal, se lleva las manos a la cabeza y lo critica. En los momentos difíciles muchos nos encomendamos al Altísimo y buscamos recojimiento en nuestros pensamientos y creencias. Nuestra tradición judeo-cristiana la llevamos ahí por mucho que a algunos les pese, y a ella acudimos en no pocas ocasiones. Si fuera por ellos hubiéramos tenido que adorar y venerar a iconos tipo Marx, Lenin, Estalin, Mao, etc. Ahora no lo pueden defender pero hace unos años, no tantos, los hubiéramos tenido delante de nuestras narices todo el día. Sus trayectorias personales son impresentables e indefendibles y ante esa evidencia se han vuelto totalmente iconoclastas: si los nuestros no los otros tampoco. !Qué pobre gente¡
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