Tres valores para hoy:
transparencia, responsabilidad y participación social
26/08/14
La
semana pasada participé en un Curso de Verano de la UPV /EHU dirigido por Javier
Urra. Di una conferencia, bastante rollo, y participé en una Mesa Redonda en la
que me detendré aquí.
Propuse
tres valores básicos a fomentar y ejercer en el momento actual de la sociedad
vasca y española: Transparencia, Responsabilidad personal y Participación
Social. Todo bajo un denominador común: detesto los chivos expiatorios exculpatorios
de comportamientos y actitudes propios denigrantes.
Transparencia.
Entiendo por ello, de forma telegráfica:
-
Cuentas claras de la economía de los partidos políticos,
de la forma de elección de sus dirigentes, de su ejercicio en el poder etc.,
-
Claridad en la vida social. Por ejemplo en los recibos de
las empresas (la de la luz por ejemplo); en el número de participantes a una
huelga. (alguno tiene que mentir). La pregunta de “con iva” o “sin iva” es ya
una pregunta que denota la no trasparencia personal. Trampear para obtener
ayudas públicas a las no se tiene derecho, etc., etc.
-
Transparencia en los movimientos financieros. Qué se hace
con mi dinero cuando lo deposito en un banco, caja de ahorros o empresa de
inversiones. Acaso con mi dinero están suministrando armas a los terroristas de
la Yijad
islamista…. Sí, se impone la transparencia en los Bancos…. y en los ahorradores
-
La transparencia es el correlato de la democracia.
Solamente en la democracia puede haber transparencia. Otra cosa es que la haya.
Pero no puede haber trasparencia, ni en la dictadura ni en la anarquía
Responsabilidad
personal (O solidaridad. Mejor aun fraternidad, tanto laica – la revolución
francesa-, como religiosa – el cristianismo.
-
Vuelvo siempre a la idea de Kennedy: no te preguntes que
puede hacer América por ti, sino qué puedes hacer tú por América.
-
Reflexiono sobre la relación entre la ley y el
comportamiento correcto. Hay que añadir a lo legal lo ético. Si no, el que
pueda incumple la ley. Si falta la dimensión ética solo queda la multiplicación
de normas y de controladores de sus cumplimientos. Es la dictadura electrónica.
Ya ha pasado hasta al lenguaje ordinario: han cazado a un conductor a
160 por hora
-
La responsabilidad es el correlato de la libertad. Una
responsabilidad sin libertad es la dictadura. La libertad sin responsabilidad
es la anarquía
La
participación social
-
Supone tener un proyecto común, compartido, deliberado, y
querer involucrarse en su consecución. No basta indignase con lo que está mal,
sino comprometerse para que esté mejor.
-
Es distinguir la utopía de la quimera.
o
La quimera es un cuento de hadas, una denuncia de lo mal
que está todo y un articulado de buenos propósitos o propuestas.
o
La utopía, amén de una ilusión a alcanzar y unos ideales
por los que luchar, presupone la toma de conciencia del camino a recorrer, del
esfuerzo a invertir, de las inercias a superar, de los conciudadanos a
convencer.
-
La participación social exige proyectos colectivos, no un
sumatorio de proyectos individuales, para si y los suyos.
-
La participación social es el contrapunto al
individualismo. Hay que pasar…
o
Del individualismo de deseo, Nahi dut nahi
detelako (lo quiero porque me apetece, sin más argumentación)
o
Al individualismo de razón que es la victoria del
siglo de las luces sobre la sumisión servil anterior. Es la autonomización del
individuo. Mejor, de la persona. Pero autonomización para un proyecto global.
Libertad “de”, sí, pero “para” un objetivo global y compartido.
Tenemos,
entre otros, un gran reto a superar en la actual era tecnológica: el anonimato
en expresión, lo que invalida todo diálogo. No se dialoga con qui no se conoce.
-
anonimato en los comentarios a las noticias u opiniones
emitidos en los medios escritos de comunicación social (prensa escrita
particularmente)
-
la idea del micrófono abierto: “Usted puede decir lo que
quiera con tal de hacer con corrección y sin insultar a nadie”. ¡Qué
barbaridad!. Eso es el ocaso de la racionalidad.
-
En efecto, la inmediatez y la emocionalidad ha aparcado la
argumentación razonada.
No se
construye una nueva sociedad entre personas que ocultan su identidad. Es
necesario un cambio básico de paradigma:
•
De la sociedad dogmática, anónima, excluyente del “otro”,
a la sociedad deliberativa (Habermas, Diego Gracia)
•
De la sociedad de la queja continua a la sociedad de la
construcción convivial
•
De la sociedad del “nahi dut” (lo que quiero), a la
sociedad del “behar dut”, gogoz (lo que debo hacer, con gusto, con ilusión)
•
De la sociedad de la opulencia a la de la sobriedad
feliz. (Pierre Rabhi, aunque vale más la intención que propugna que el
desarrollo que formula)
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