La 8ª de Mahler (y la 5ª de Beethoven)
Hasta esta noche había considerado la 8ª de Mahler
como la menos lograda, la peor, de las sinfonías de Mahler. Hasta el punto de
que, desde hacía años, no la había escuchado. Hasta esta noche. Recién llegado
de un viaje de 24 horas para dar una conferencia en Valencia (en un Congreso de
Pedagogía amigoniana, ¡qué gente más maravillosa!, ¡qué labor hacen!, ¡qué poco
se habla de ellos!) me topo, en el canal Mezzo, con una retransmisión de la 8ª
de Mahler, desde el Gewandhaus de Leipzig con Chailly a la batuta. Tras un
momento de duda, mantengo el canal hasta el inicio del Veni Creator Spiritus,
“fortisimo” que me parece imposible de sostener durante más de veinte minutos.
Pero ya al minuto de audición estaba enganchado.
Como siempre, como antaño cuando la escuchaba, es
la segunda parte, tomada de escena final del Fausto de Goethe, la que más me
impacta. Tengo volver a escucharla con las palabras que utiliza Mahler del
Fausto de Goethe. Nunca hasta esta noche, gracias en parte a la excelente
retransmisión, me hacia percatado, había degustado tanto, lo que hace Mahler en
los juegos de solistas vocales e instrumentales. Chailly muestra, una vez más,
lo que un buen director italiano puede hacer con la música alemana. La
latinidad y la germanidad hacen excelente migas cuando los orfebres escuchan
mas allá de lo que oyeron y mamaron en su cuna. Así se hace Europa.
Si la versión de Chailly con la orquesta y coros
del Gewandhaus de Leipzig (grabada en 2011) sale en DVD (mejor que en CD, pues ver
a Chailly y la puesta en escena del concierto son sublimes) no duden:
cómprenlo, escúchenlo, visiónenlo. Cuando estén solos, o imponiendo el silencio, y desconectando teléfonos,
móviles etc., claro está.
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Tras escribir las líneas de arriba, vuelvo a la
televisión. En el mismo canal Mezzo, Blomstedt, con la misma orquesta del
Gewandhaus (hace unos años) interpreta la 5º de Beethoven. La Quinta. La
El miércoles 21 próximo, por el azar de una reunión
en Madrid, escucharé la Quinta
con Maazel y la Filarmónica
de Munich. Si Maazel está con ganas puede ser una buena Quinta.
¿Habrán soñado, siquiera, Beethoven hace más de 200
años y Mahler hace más de 100, que habría tanta gente que no podría vivir sin
su música?
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