La izquierda
abertzale en el recuerdo a Korta
El día de
hoy, 8 de agosto de 2012, en la concentración por el duodécimo aniversario del
asesinato de Jose Mari Korta por ETA, hemos podido comprobar, por primera vez en
un acto de este significado, la presencia de un miembro importante de la izquierda
abertzale, Martín Garitano Diputado General de Gipuzkoa por la coalición Bildu.
Creo que, sin magnificarlo, su presencia supone un paso positivo para el reconocimiento
del daño causado por ETA por parte de la izquierda abertzale y para la futura de
la convivencia en Euskadi. Más adelante llegarán más pasos. Pero el desapego de
la sociedad vasca (y española, no se olvide) hacia ETA no ha sido fácil. Traigo
aquí un texto mío tal y como se publicó en Bake Hitzak, el año 2009, donde reflexionaba
sobre este tema.
Gesto en el
lento desapego de la sociedad respecto de ETA
Ha sido muy difícil, escalonado y lento
el desmarque de la sociedad española y vasca de los postulados y acciones de
ETA y de los planteamientos de HB. Dicho telegráficamente señalaría estos hitos:
-
Final del franquismo: ETA es uno de los referentes de
la lucha antifranquista. En la transición el Estado amnistía a todos los
presos. No queda ni uno en la cárcel el año 1977. “La
percepción de ETA, como alguien que no está trabajando para la defensa de los
intereses que dice defender, es decir que no trabaja para defender a los vascos
ni a nadie, creo que empieza a partir de 1975…En aquellos tiempos era muy
habitual ver a compañeros de trabajo que cuando mataban a alguien…te
contestaban “algo habrá hecho…”. Lo dice José Luis Corcuera en el Libro de
Maria Antonia Iglesias, Memoria de Euskadi.
-
ETA no acepta le reforma autonómica y reanuda la
lucha armada. Solamente los años 1978-1980 hay 321 asesinados.
-
Durante muchos años, prácticamente nadie habla de los
asesinados por ETA. Muchos tendrán que hacer examen de conciencia.
-
El año 1986 nace Gesto por la Paz definida por la Fundación Príncipe
de Asturias, cuando le galardonan con el Premio a la Concordia , como “una
plataforma pacifista, cívica, unitaria, plural e independiente… como cauce de
expresión de la ciudadanía vasca y navarra frente a la violencia”.
-
Asesinato de Gregorio Ordóñez. (Hace 14 años, el año
1995). Comienza a hablarse de víctimas del terrorismo en los medios de
comunicación.
-
Asesinato de Miguel Angel Blanco (1997). Es el punto
de inflexión entre dos fracturas en la sociedad vasca: de demócratas frente a
violentos, la fractura se traslada a nacionalistas versus constitucionalistas
o, si se prefiere, nacionalistas vascos versus nacionalistas españoles aunque
estos últimos no acepten esta denominación. (Pero, ¿alguien puede sostener que,
por ejemplo, Atutxa o Galdós son mas nacionalistas vascos que nacionalistas
españoles son Bono o Trillo?).
-
Tregua de 1999. Inmensa decepción en la población vasca
y desmarque de mucha población flotante en la izquierda abertzale (el circulo
más exterior del MLNV).
-
2002. Comienza el proceso de ilegalización de
Batasuna y expulsión de las instituciones del mundo del MLNV y aledaños.
Batasuna se retira a los cuarteles de invierno pero en las elecciones que le
dejan presentarse muestra la importancia de su peso y radicalización silente en
la sociedad vasca.
-
Politización de las víctimas del terrorismo hasta el
extremo de que la sociedad vasca, harta y hastiada, “pasa” de la refriega
política, incluso en su derivada en la utilización, por algunos organismos y
medios de comunicación, de las víctimas.
-
Tregua y ruptura de la tregua de 2006. Nuevo
desencanto de la sociedad vasca y percepción cada día mas generalizada de la
clase política de que ya no caben más treguas y acentuación de la retirada de
la sociedad vasca al ámbito privado.
Sin embargo, en la actualidad, y
atendiendo a algunas investigaciones muy recientes entre escolares vascos la
legitimación explícita de algunas manifestaciones de violencia tendría estos
valores:
-
La acción terrorista en general en escolares de
Vitoria 7%
-
La bondad para Euskadi de algunas acciones de ETA
pueden llegar al 10 % en escolares vascos en formulaciones claras de aceptación.
-
La aceptación de la pena de muerte en casos graves
(30 % en escolares vitorianos)
Como se puede colegir todavía queda
mucho trabajo por hacer.
No soy yo la persona mas capacitada para analizar los
entresijos de Gesto en estos años pues, aun siendo un firme defensor de sus
planteamientos, ahora y siempre, no he participado, desde dentro en sus
deliberaciones. Pero sobre su papel y sobre la pertinencia de su labor a lo
largo de estos años he escrito en varias ocasiones. También en Bake Hitzak,
particularmente cuando fue objeto de ataques furibundos acusándoles de equidistancia, de neutralidad
(ante el nacionalismo vasco) o de desdeñar la mención Euskal Herria de su
primera sigla (desde el nacionalismo vasco esta vez).
Escribí
el año 2005 que “los medios de comunicación prestan mucho más eco y espacio a
toda noticia que suponga confrontación o unilateralidad y dejan en segundo
plano, o minusvaloran, aquellas noticias y actividades que supongan consenso y
búsqueda de espacios de encuentro. Un análisis de contenido del espacio que han
dedicado los últimos tiempos a ¡Basta ya!, “Fundación por la Libertad ”, “Foro de
Ermua”, Foro San Salvador” en detrimento, por ejemplo, de “Gesto por la Paz ” es una prueba evidente de
lo que digo”. Pues bien, nótese que hoy solamente queda el Foro de Ermua
(escindido) y Gesto por la Paz ,
que todavía en un contexto de politización partidista a ultranza, de
polarización nacionalista versus constitucionalista tiene muy difícil para
pasar su mensaje central, que es lo que muchos ciudadanos, más allá de nuestras
opciones políticas divergentes, valoramos en Gesto por la Paz.
Como
señalé con motivo del 10º aniversario de Bake Hitzak, Gesto desde el comienzo
distinguió lo sustantivo de lo adjetivo. Lo sustantivo es la persona humana, la
condición de persona humana y sus derechos inalienables en tanto que persona.
Por eso, propugnó el gesto de decir
con el silencio que no a toda
violencia ilegítima. Lo hizo
manifestando en silencio su dolor ante tanto dolor, fuera quien fuera la
persona que hubiera muerto, asesinada o asesinando, en razón del conflicto que
padecemos. No equiparaba, como ahora dicen algunos víctimas y verdugos. Nunca
lo ha hecho Gesto, así como siempre ha distinguido violencia legítima e
ilegítima, pero sabía que por encima de esa adjetivación de víctimas y verdugos
estaba la persona humana, lo sustantivo. No se trata de equidistancias, como se
decía ayer mismo, sino de tener el norte claro. El que asesina, amedrenta, etc.
debe estar en la cárcel. El que es asesinado, perseguido amedrentado etc., debe
ser protegido, ayudado. Pero los dos son sujetos de derecho, las dos son
personas humanas. Por eso, cuando aún nadie o casi nadie hablaba de víctimas
supo acercarse a las víctimas, como hay que hacerlo: con discreción, con pudor,
sin buscar contrapartidas. Pensando en la persona, desnuda en su nombre y
apellido, sin adjetivaciones políticas.
Últimamente,
y a tenor del hastío y hartazgo de la sociedad vasca, como he indicado mas
arriba, y que le ha llevado a lo que llevo denominando como su autoanestesia
ante la violencia y, mas recientemente, ante el olvido de las víctimas del
terrorismo (este 11 de marzo que escribo estas líneas, puedo leer en la prensa,
tanto madrileña como catalana y vasca que la sociedad ya ha olvidado, en su
quinto aniversario, a las víctimas de la matanza de Atocha) Gesto por la Paz enarbola la bandera de la
deslegitimación de la violencia y mantiene enhiesta la de la atención a las
víctimas del terrorismo.
La
sociedad vasca y sus instituciones todavía no han reconocido suficientemente el
papel de referente ético y de movilizador de conciencias que ha supuesto la
presencia de Gesto por la Paz
entre nosotros desde hace ya 23 años.
Donostia
San Sebastián 11 de marzo de 2009
Javier
Elzo
(Para
Bake Hitzak)
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