Cristianos
perseguidos en el mundo de hoy
04/03/15
Índice del
texto
Introducción:
una carta de un amigo
1. Cristianos
quemados vivos en Nigeria
2. Un libro de ámbito mundial y una entrevista al papa
Francisco en “La Vanguardia ”
3. Un filósofo
ateo comenta la persecución de los cristianos
4. ¿Cuantos
son los cristianos perseguidos en el mundo?
5. ¿Por qué,
precisamente, los cristianos?.
6. ¿Por qué este silencio
en Occidente?
7. Cerrando con dos referencias que nos son más próximas
Un grupo de
antiguos compañeros, hoy ya amigos, estudiantes a finales de los años sesenta y
comienzos de los setenta del siglo pasado, en la Universidad de
Lovaina, se reúnen, desde hace años, los primeros miércoles de mes, en una
cafetería restaurante de Madrid a almorzar con larga sobremesa. Cuando viajo a
Madrid y, si puedo, me junto a la comida-sobremesa. Tenemos opciones políticas
y religiosas divergentes, que ya vienen desde los tiempos lovanienses, pero nos
gusta estar juntos, escucharnos, debatir, discutir, contarnos nuestras vidas,
ya muchos jubilados, con achaques, propios o de la familia próxima. Hablamos de
lo divino y lo humano en largas sobremesas. También nos intercambiamos
información, vía Internet, sobre temas de actualidad, de política económica, o de
política a secas, o de cuestiones que a alguno le ha llamado la atención, y nos
lo transmite. Últimamente el tema Podemos, pues uno de los lovanienses es
profesor en la Facultad
de Políticas de la
Complutente , luego riguroso colega de los mentores de Podemos.
En uno de los
correos, uno de los amigos lovanienses nos envía un texto, con foto
espectacular incluida, texto firmado por Juan Carlos Martos (misionero
claretiano), con este titular: “Cristianos quemados vivos en Nigeria: un
holocausto monstruoso, ante la indiferencia internacional”. La cosa no me cae
de sorpresa pues la prensa, aunque de forma muy mitigada y como sin darle mayor
importancia, refiere, de vez en cuando, noticias de cristianos, asesinados por ser
cristianos, en diferentes partes de mundo. Sin ir mas lejos, leo el
pasado 24 de febrero en la prensa francesa (La Croix ) y en la española (El País), en la vasca
(grupo Noticias) que Yihadistas del Estado Islámico (EI) han
secuestrado en la tarde de ayer a al menos 90 cristianos asirios en la
provincia de Hasaka, en el noreste de Siria, según datos del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Londres. Otros medios, días después subían a
cifra a 200.
Pero, habida
cuenta de la proliferación de bulos e informaciones erróneas o falsas en
Internet, escribo un correo al Superior de los Claretianos en Euskal Herria, a
quien conozco bien, pidiéndole si me puedes asegurar que Juan Carlos
Martos es, en realidad, un misionero claretiano y, si le conociera, si le
considera fiable, y puedo validar su testimonio. Me contesta con estas
palabras: “Sí,
conozco a Juan Carlos Martos. Es misionero claretiano y sacerdote. En este
momento, es responsable de toda la Pastoral Vocacional
de nuestra Congregación, trabaja en Roma y, en razón de su trabajo, conoce
muchas partes del mundo. Sí, es una persona cabal y de fiar”. Hecha esta
comprobación traslado aquí la información que me suministra el colega
lovaniense de Juan Carlos Martos.
Cristianos quemados vivos en Nigeria
“Al publicar este impresionante
documento gráfico en Facebook, he pretendido denunciar ante la opinión pública
internacional unos hechos monstruosos, absolutamente silenciados por los medios
de comunicación de masas; un auténtico genocidio tan monstruoso y bestial como
los episodios más abyectos de los campos de exterminio nazis.
Para mi sorpresa, facebook me ha
recriminado por publicar este documento gráfico, como denuncia del holocausto
que sufren los cristianos en Nigeria desde hace más de 10 años. Conforme a la
política de seguridad de esta red "social", la fotografía se ha
clasificado como material "pornográfico", "violento" o "inapropiado"
y, por ello, me castiga prohibiéndome subir durante una semana cualquier otra
fotografía. Y me amenaza con actuaciones "drásticas" si prosigo en mi
intento de denunciar documentalmente la terrorífica conculcación de los
derechos humanos en Nigeria.
Este proceder de los responsables,
(facebook-España) supongo, es un atentado a la libertad de expresión y un
insulto desvergonzado a las 500 víctimas (sólo en este episodio brutal)
masacradas por el terror islámico por el simple hecho de ser cristianos.
Yo creía que esta red social,
nacida en USA, no hincaba la rodilla ante el terror. Sobre todo tras sufrir en
sus propias carnes el espeluznante atentado del 11-S, como nosotros el 11-M,
víctimas de la furia enloquecida y salvaje del terror islámico.
Me parece increíble que en España,
un estado democrático y de derecho -donde constitucionalmente se garantiza la
libertad de culto, expresión y pensamiento (Art.16 y 20 CE)- se intente
amordazar a los ciudadanos mediante amenazas y coacciones, vulnerando su
libertad de expresión, por considerar "inapropiado" un documento
gráfico (no un montaje fotográfico) que refleja en toda su crudeza una realidad
bestial.
Por el contrario, los directivos
de facebook España, deberían felicitarse de esta denuncia pública -hecha con el
ánimo de que esta barbarie jamás se repita, y que se castigue a los culpables-
pues es un derecho y un deber ciudadano: un servicio a la sociedad, último
objetivo, supongo, de toda red "social" que se precie.
De hecho, si las matanzas
continúan, es en buena medida porque se sigue ocultando la verdad al pueblo
soberano, no vaya a ser que la sepa y "se indigne": el silencio
cómplice de la mayoría de los medios de comunicación propicia la
indiferencia de la comunidad política internacional ante este holocausto
monstruoso.
Eso sin olvidar la cobardía
instalada en el mundo occidental frente al terrorismo islamista. Entre
nosotros, una consecuencia más de la estúpida "Alianza de
civilizaciones". ¿Se imaginan
la reacción del terrorismo islámico en el caso de una matanza de musulmanes a
manos de cristianos en una mezquita? ¿Cómo -y cuánto- de beligerantes serían
las portadas de nuestros medios de comunicación condenando los hechos?
Por todo ello, desde este humilde blog, pido a quienes me lean un favor:
que difundan por todos los medios a su alcance esta fotografía. Al menos para
que sirva de homenaje a estos mártires, ya que, desgraciadamente, facebook
parece que ha tomado partido por los verdugos, queriendo ocultar la difusión de
tan trágicos acontecimientos”. (Hasta aquí Juan Carlos Martos. El documento es
del 17 de marzo de 2014 y la foto es de 23 días anterior. Confirmación en https://www.facebook.com/notes/p-juan-pablo-esquivel/el-misionero-padre-claretiano-juan-carlos-martos-al-que-se-debe-la-publicidad-de/10152077455653337
)
Un libro de referencia mundial y una entrevista al papa
Francisco en “La Vanguardia ”
en su introducción.
Personalmente
este correo me ha impactado y, de alguna manera avergonzado. Había vivido, in
situ prácticamente, la salvajada del asesinato de los redactores de Charlie
Hebdo en Paris y unido al coro de los que han repudiado semejante acto.
Solamente después, el 1º de febrero, por el correo de mi colega lovaniense,
recibo el texto y fotos de Marcos, que no son en realidad novedad pero me dan
de bruces pues, he de confesar que hasta esa fecha leía y oía esas noticias
como quien oye llover. Entré en Internet y encontré este libro: “Le livre
noir de la condition des chrétiens dans le monde” (Sous la direction de Jean-Michel di Falco,
Timothy Radcliffe et Andrea Ricardi”. Con la colaboración de 70 contribuyentes
Obra coordinada por Samuel Lieven. Editions XO, Paris 2014, 811 páginas). Si se
ha hablado de este libro en España, se me ha pasado desapercibido. Lo compré y
estoy en su lectura. A quien lea francés, sea o no cristiano, sea o no
creyente, si los Derechos Humanos conforman parte importante de su cosmovisión
vital debe leer este libro.
En la introducción al mismo de uno de sus tres directores Jean-Michel di
Falco referencia una entrevista al papa Francisco el 13 de junio
de 2014 en la primera pagina (y cinco más en el interior) de “La Vanguardia ”. Como
suscriptor online de LV he accedido a ella y traslado aquí, en su original en
castellano, algunas afirmaciones de Francisco. “Los cristianos perseguidos son una preocupación que
me toca de cerca como pastor. Sé muchas cosas de persecuciones que no me parece
prudente contarlas aquí para no ofender a nadie. Pero en algún sitio está
prohibido tener una Biblia o enseñar catecismo o llevar una cruz... Lo que sí
quiero dejar claro es una cosa: estoy convencido de que la persecución contra
los cristianos hoy es más fuerte que en los primeros siglos de la Iglesia. Hoy hay más
cristianos mártires que en aquella época. Y no es por fantasía, es por
números”.
La violencia en nombre de Dios domina Oriente
Medio, le apunta el entrevistador Henrique Cymerman. Responde Francisco “Es una contradicción. La
violencia en nombre de Dios no se corresponde con nuestro tiempo. Es algo
antiguo. Con perspectiva histórica hay que decir que los cristianos, a veces,
la hemos practicado. Cuando pienso en la guerra de los Treinta Años, era
violencia en nombre de Dios. Hoy es inimaginable, ¿verdad? Llegamos, a veces,
por la religión a contradicciones muy serias, muy graves. El fundamentalismo,
por ejemplo. Las tres religiones tenemos nuestros grupos fundamentalistas,
pequeños en relación con todo el resto.(….) Un grupo fundamentalista, aunque no
mate a nadie, aunque no le pegue a nadie, es violento. La estructura mental del
fundamentalismo es violencia en nombre de Dios”.
Un gran filósofo ateo comenta la persecución de
los cristianos
Permítanme que cite aquí,
para creyentes y no creyentes, un par de reflexiones de André Comte-Sponville,
conocido, brillante y profundo filosofo ateo, quien en su contribución al libro
arriba señalado escribe esto: “que la Iglesia , durante mucho tiempo haya formado parte
de los perseguidores nadie lo ignora (tampoco los directores del libro y lo
señalan infinidad de veces). Pero no es una razón, continúa Comte-Sponville,
para hacer caer sobre los cristianos de hoy las faltas o los crímenes de sus
predecesores. Nadie es culpable de los pecados de sus padres. Los derechos de
los hombres se transmiten por el nacimiento; la culpabilidad non. Los
cristianos son, en primer lugar seres humanos. Lo que es suficiente para
otorgarles derechos, luego a a obligarnos a deberes a su respecto” (página 120
de “Le livre noir de la condition des
chrétiens dans le monde”.
Páginas más adelante, en
la 123, Comte-Sponville, escribirá que “la línea del frente no pasa, muy
afortunadamente, hoy en día, entre los creyentes y los increyentes. Pasa entre
los amigos y los enemigos de la libertad: entre los espíritus abiertos y
tolerantes, tanto si creen en Dios como si no, y los espíritus fanáticos y
sectarios, tanto si que se reclaman de una religión (así el islamismo) o de una
ideología pretendidamente laica (así China o Corea del Norte)”
¿Cuantos son los cristianos perseguidos en el
mundo?
Es difícil dar cifran
seguras y concluyentes. He aquí algunas encontradas en el “Livre noir…”. El cardenal francés
Jean-Louis Tauran, presidente del consejo pontificio para el diálogo
interreligioso cifraba en octubre de 2013 que “el número de cristianos
perseguidos en el mundo oscila entre los 100 y los 150 millones de personas.
Esta cifra, en constante aumento, hace del cristianismo, la religión más
perseguida del mundo” (P.13 del “Livre noir…”). Aunque añade páginas adelante
que, “el cristianismo no ha sido a lo largo de su historia la religión más
perseguida. Incluso ha estado del lado de los perseguidores” (p. 16. “Livre
noir…”)
El Pew Forum on Religión
and Public Life de Washinton D.C (una referencia mundial para los estudiosos de
los fenómenos religiosos) señalaba en 2012 que “los cristianos eran víctimas de
una u otra forma de acosamiento, con o sin apoyo de las leyes, en 139 países,
esto es cerca de tres cuartas partes de las sociedades humanas. Es el grupo
religioso más acosado, aunque fieles de otras religiones sufren también
amenazas en numerosos lugares del mundo. En Septiembre de 2009, el presidente
de la Sociedad
internacional para los derechos humanos, estimó que el 80 % de los actos de
persecución religiosa perpetrados en el mundo atañía a los cristianos. En un
estudio realizado en 2011 por el National Consortium for the Study of Terrorism
and Responses to Terrorisme, mostró que el número de actos terroristas
perpetrados contra los cristianos en el mundo había conocido una progresión de
309% entre 2003 y 2010. En su Informe de 2012, la comisión americana sobre las
libertades religiosas en el mundo ha identificado 16 países en los que se dan
actos odiosos y sistemáticos (….) particularmente la tortura, la detención y el
asesinato. Si numerosas comunidades religiosas son afectadas por esta
violencia, una sola lo es en el conjunto de los 18 países: la comunidad
cristiana” (Le livre noir…, página 33)
¿Por qué, precisamente, los cristianos?
El Islam radical es, en la
actualidad, el principal causante del odio hacia los cristianos, aunque no hay
que olvidar que los primeros que sufren el odio de estos islamistas son otros
musulmanes, en nada fundamentalistas. Pero si, al comienzo de la segunda década
del siglo XXI, el radicalismo islamista desapareciera del planeta, los
cristianos no estarían en seguridad. Así en el estado vietnamita, en China, en
Corea del Norte o en las zonas latinoamericanas controladas por los
narcotraficantes, viven amenazados cuando no perseguidos, encarcelados o
asesinados.
Según los expertos en la
discriminación y acoso a los cristianos en el planeta cabe señalar, al menos,
estas cinco razones o motivos.
En primer lugar
simplemente que los cristianos conforman la religión mas extendida en el
planeta: 2.300 millones de las que algo más de la mitad, 1.200 millones, son
católicos. Los otros son ortodoxos, protestantes o miembros de iglesias
independientes que se reclaman de Jesús. Los cristianos conforman del orden de
un tercio de la humanidad. Le siguen los musulmanes con 1.700 millones de
adeptos.
En segundo lugar no hay
que olvidar que, a lo largo de un siglo, desde 1910 a 2010, la distribución
de los cristianos en el mundo se ha trasformado radicalmente. La tabla adjunta
lo muestra claramente.
Evolución, en %, de la
distribución mundial de los cristianos en los últimos cien años
|
1910
|
2010
|
2010
(-) 1910
|
Europa
|
66,3
|
25,9
|
(-)
40,4
|
Américas
|
22,1
|
36,8
|
(+)
14,7
|
Oriente Medio
+ Norte de África
|
0,7
|
0,6
|
(-)
0,1
|
Asia –
Pacífico
|
4,5
|
13,1
|
(+)
8,6
|
África
Subsahariana
|
1,4
|
23,6
|
(+)
22,2
|
|
100 %
|
100 %
|
|
Fuente: Global Christianity. A Report on the Size and Distribution of the
World’s Christian Population. Pew Research Center. Diciembre 2011.
Elaboración de Javier Elzo.
Pero hay mas, y más
importante. Este aumento de los cristianos, fuera de Occidente, es percibido en
algunos países como una amenaza. Así en China el crecimiento explosivo de la Iglesia Pentecostal
se considera peligroso para un país laico de partido único. En Arabia Saudita,
donde impera el wahhabismo,
- fuente de Al Qaeda, no se olvide -, el millón de inmigrantes trabajadores de origen cristiano (Filipinas, Corea del Sur,
Líbano etc.) es considerado perturbador de su fundamentalismo. El trato servil de los
poderes occidentales a Arabia Saudita, Vaticano incluido, merecería un texto
aparte.
En tercer lugar, en
algunas partes del mundo, los cristianos constituyen no solamente una minoría
religiosa sino también étnica, social y cultural donde son vistos como
adversarios en el ascenso social. Es lo que sucede, por ejemplo en Birmania o
en la India.
Hay una cuarta razón, que
en parte ya ha sido señalada: los cristianos aunque, ya lo hemos visto, viven
cada vez más en Oriente y en África, sin embargo son asimilados a Occidente y
sufren el anti europeismo y, sobretodo, el antiamericanismo imperante (no
siempre, sin razones históricas) en determinadas regiones del mundo. En Irak,
como en Siria, por ejemplo, los islamistas radicales etiquetan a las iglesias
cristianas como avanzadillas de Occidente cuando, en realidad, los cristianos
estaban allí asentados mucho antes que el surgimiento del Islam.
Nos hacemos eco, en quinto
lugar, last but not least, de un argumento esgrimido por Andrea Riccardi,
historiador y fundador de la
Comunidad de San Egidio en Roma, y uno de los directores del
libro referenciado, cuando escribe que “entre humanidad y compromiso, los
cristianos (algunos cristianos, me permito añadir) representan otra forma de
vivir y de interactuar con los otros lo que resulta inaceptable para el
fanatismo todo poderoso como para los interese que tratan de controlar la
sociedad de forma oculta” (“Le livre noir…” o. c. p. 152). Es lo que sucede,
claramente, en determinados enclaves del fundamentalismo islámico, por dar un
ejemplo muy en boga. Les resulta insoportable la presencia de cristianos que
adopten como ley moral el amor gratuito y universal, no solamente hacia los
suyos, y que prefieran el martirio a abjurar de su dios, el Dios que,
sostienen, se ha revelado en Jesucristo.
No deja de ser llamativo
que este ultimo argumento, a la postre, coincida con el que sostenían algunos
emperadores y pensadores romanos durante las persecuciones a los cristianos en
los tres primeros siglos de nuestra era: no aceptar el dios romano, máxime si
era representado en la figura del emperador y como tal, hace aparecer como perturbadores
del orden social a los cristianos. Hay que releer el texto de Celso “Contra los
cristianos” escrito el año 178 de nuestra era para ver la similitud de
argumentos. Valga este botón de muestra cuando, casi al final del texto,
escribe esto: “suponed (se refiere a los cristianos) que se os ordena jurar por
el Jefe del Imperio. Nada hay de malo en hacerlo pues las cosas de la tierra
han quedado entre sus manos (….) Pero si buscáis socavar este principio, el
príncipe os castigará con razón…” (Celse, “Contre
les chretiens” Ed. Sillage. Paris 2014, página 104. La traducción es mía).
Evidentemente este
razonamiento resulta difícil de aceptar en gran parte del mundo occidental.
Incluso por parte de algunos cristianos. Es lo que nos lleva a abordar la última
cuestión de estas páginas: las razones del silencio de Occidente ante la
masacre y persecución de los cristianos en otras partes del planeta.
¿Por qué este silencio en Occidente?
El historiador Andrea
Riccardi, fundador de la comunidad San Egidio y uno de los directores del
libro, explica, en gran medida, el silencio de Occidente ante el actual masacre
de los cristianos, en su aportación al libro (ver pagina 143) escribiendo que
“…en realidad, la cultura occidental ha alimentado un auténtico sentimiento de
culpa alimentado por las responsabilidades de los cristianos y las violencia
que ellos han perpetrado a lo largo de su larga historia. Pensemos, por ejemplo
en los tristes episodios de la conquista de America, o del colonialismo” o de
las cruzadas, o de la
Inquisición , me permito añadir. Cierto, de toda certeza. Pero
esto no borra el hecho de la masacre de los cristianos de nuestros días.
Sigo, a continuación en
este punto, las paginas 37 - 42 del texto de John Allen con un título, -¿
excesivo?- , “Une guerre mondiale contre
les chretiens”, del libro arriba referenciado “Le livre noir…)
John Allen trae a su
texto la pregunta de Fouad Twal, jordano de nacimiento, Patriarca católico de
Jerusalem en una conferencia que pronunció el año 2011 en Londres: “¿Es que
nadie escucha nuestro grito?. ¿Cuántas atrocidades debemos sufrir todavía antes
de que alguien, en alguna parte, nos ayude?”
Allen ofrece estos
elementos de respuesta que resumo, con algunos añadidos propios:
1.- La mayor parte de los
laicos occidentales están poco instruidos en cuestiones religiosas y estos
temas les resbalan. Además las persecuciones no tienen lugar en sus casas, en
sus países, sino en países muy lejanos que muchos, la mayoría, no sabrían
situar exactamente en un mapa. Por otra parte decir, como alguna vez he oído o
leído, que en España hay una persecución religiosa en la actualidad es un sin
sentido total. Ni al laicismo más recalcitrante (que lo hay en España) cabe
denominar persecutor de lo religioso.
2. Cuando se habla de persecución
religiosa lo que viene a cabeza son las cruzadas, la Inquisición , la
colonización con la esclavitud aceptada
por los cristianos, Giordano Bruno, Savinarola, Miguel Servet, Galileo Galilei.
En España, algunos recuerdan el clerocidio en los primeros años de la guerra,
mientras que otros procuran pasar de largo o poner acento en otros asesinatos.
3. Regís Debray que,
recuérdese, fue un antiguo comunista que combatió con el Che Guevara y que, en
la actualidad, está muy interesado en la cuestión religiosa, escribe que, en
nuestros días, la persecución de los cristianos se encuentra en un punto
muerto: las víctimas serían “demasiado cristianas” para interesar a la
izquierda y “demasiado extranjeras” para interesar a la derecha. Los
conservadores, las personas de derechas, miran para otro lado ante la política
de seguridad de Israel y sus efectos nocivos para los árabes cristianos, pero
se precipitan ante el menor acto de violencia perpetrado por el islamismo
radical y aunque, últimamente, con el asalto a la revista Charlie Hebdo y los
salvajes degollamientos de rehenes por miembros del Estado Islámico, se ha
irritado a la población occidental en su conjunto, es más fácil encontrar,
entre las personas de izquierda, explicaciones, que no justificaciones, de un
estado de cosas que señalan, justamente a mi juicio, provenientes de la
historia. Pero es, también, entre estas personas de izquierdas donde
encontramos más dificultad para aceptar el odio contra los cristianos en el
interior de la banda de Gaza, controlada por Hamas, donde los cristianos son
objetivos de violencias y exacciones.
4. Pero hay que
preguntarse, fundamentalmente, por qué los cristianos instruidos, los agentes
de pastoral, sacerdotes y obispos incluidos, parecen apenas interesarse por este
tema. ¿Cuántas pastorales, cuantos encuentros, coloquios, sermones y hojas al
fondo de los templos cabe encontrar, en lo que llevamos de siglo XXI, que
tengan como objeto la persecución de los cristianos en el mundo?. Bien pocos.
¿Por qué? Cabe avanzar tres tipos causas o motivos de este silencio de los
cristianos occidentales más instruidos y, en algunos casos más comprometidos
también, con su religión?
4.1 En primer lugar, la
idea de que en la violencia contra los cristianos se trata de casos excepcionales.
Algunos casos particularmente llamativos y sostenidos por agencias
internacionales defensoras de los derechos Humanos, como Amnesty Intertacional.
Muchos han firmado llamamientos de este tipo. Pero esa violencia no se la
percibe como una violencia generalizada, estructural de algunas partes del
mundo, por el solo hecho de ser, en esos países, personas cristianos.
4.2. En segundo lugar, es
el efecto perverso de una idea, de una opción muy positiva: la búsqueda del
ecumenismo, la aceptación del pluralismo religioso y el deseo de encuentros
interreligiosas, como los de Asís. En este contexto, muchos cristianos ven
difícil poner el acento en una persecución hacia sus hermanos orientales por
temor a herir a los miembros de otras confesiones religiosas. Algunos a
reconocer y condenar las dificultades con las que viven los árabes de confesión
cristiana en Israel por temor a ofender al pueblo judío, que tanto ha sufrido
en la historia. Otros a enfrentarse a los musulmanes por la opresión en la que
viven los judíos en las sociedades islamistas, máxime en tiempos actuales en
los que la islamofobia es moneda corriente. También en Occidente
4.3 Pero la tercera causa
de este negacionismo de la violencia contra los cristianos en muchas partes del
mundo, está en el interior mismo de los cristianos occidentales, en lo que
Allen denomina, justamente a mi juicio, como “tribalización” del cristianismo
occidental en el interior de las iglesias cristianas occidentales. Determinados
aspectos de la pluriforme cultura en la que vivimos, obviamente también se han
introducido en el seno de las iglesias cristianos lo que, así dicho, no puede
ser sino positivo pues indica que el cristiano forma parte de la cultura en la
que vive y participa de ella. No hacerlo supondría encerrarse en el gueto de su
religión y proyectarse como una “contracultura” entendiendo que el mundo
circundante es perverso en tanto no adopte los valores de “su” religión.
Estamos ante un planteamiento todavía arraigado entre demasiados cristianos en
Occidente que, llevado al extremo, hace que la dimensión cultural a la que cada
cristiano se adscribe, es más fuerte que la comunidad cristiana en su conjunto,
cuya quintaesencia radica en el amor gratuito, en la fratría universal
consecuencia de la fe en el Dios único, Padre de todos. Esto conlleva no
solamente a la división histórica de los cristianos en católicos, protestantes
y ortodoxos, sino que en el seno de cada una de estas confesiones abundan las
“tribus”: los adversarios del aborto desde la concepción, los pacifistas, los
tradicionalistas, los neo-conservadores, los defensores de la teología de la
liberación, los progresistas, los espiritualistas, los que defienden, o
proscriben, la ordenación de la mujer en la iglesia católica, etc., etc. Estas
divisiones pueden ser más importantes, y de hecho lo son, que la conciencia de
pertenencia a una iglesia y lo que, cabría entender como un ejercicio de la
libertad en el seno de la iglesia, se convierte en terreno de caza y disputa
que diaboliza a los disidentes. Una de las consecuencia de este estado de cosas
reside en que los cristianos occidentales dedican más tiempo y energía a
despedazarse entre si que a ocuparse y ayudar a sus hermanos orientales,
masacrados y, en algunos sitios del planeta, a punto de desaparecer. En
particular en tierras donde surgió el cristianismo.
4.4. En efecto así es. Lo ilustro con un ejemplo llamativo, y con ello terminaré estas páginas, nos los ofrece el sur-este de Turquía en una zona fronteriza con Siria, que se encuentra actualmente bajo dominio kurdo. Al comienzo del siglo XX se asentaba allí una comunidad floreciente de 500.000 cristianos arameos que mantenían viva la lengua que, presumiblemente, hablaba Jesús. Al final del siglo pasado era cifra se había reducido a 2.500 cristianos arameos y numerosos observadores estiman que “su erradicación total es inminente” (Le livre noir des chretiens …o. c. p. 34).
Cerrando
con dos referencias que nos son más próximas
Un historiador nada sospechoso de ser pro-ecclesial, simplemente un historiador honesto (que cita con elogio, y de forma destacada, en la pagina de agradecimientos Paul Preston, en su libro “El Holocausto español: odio y exterminio en la guerra civil y después” Ed. Debate, Barcelona 2011. Ver pagina 15), me refiero a José Luis Ledesma, escribe que “durante la fase inicial de la revolución y la guerra (del 36), se desencadenó una auténtica caza del clero en toda la zona republicana.(…) El resultado fue de proporciones tan bíblicas, valga aquí la expresión, que convierte a
Por ultimo, me limito a citar, pues aun no lo he leído, el libro de Anxo Ferreiro Currás, “Consejos de guerra contra el clero vasco (1936-1944). La iglesia vasca vencida”. EDITA asociación Intxorta 1937 Kultur Elkartea, 525 paginas, 2013
xxxxxxxxxxxxxxxx
Una redacción
más reducida de este texto se publicó en el blog sociólogos el 01/03/15 http://ssociologos.com/2015/03/01/la-masacre-de-cristianos-en-el-mundo-redes-sociales-y-mucho-mas/
Otra redacción mucho más condensada se publicará en
DEIA y la prensa del Grupo Noticias el y/o 8 de marzo próximos
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