El peligroso auge de los extremismos
Según la encuesta de Metroscopia para “El País” publicado el
domingo 8 de Octubre el PP ha perdido en España 14,7 puntos desde las generales
de noviembre de 2011. Así mismo el PSOE también bajaría del 28,7 % al 23,9 % en
la actualidad, esto es un 4,8 % menos. Entre los dos perderían un 19,5 % de
electorado
Sobre la situación política de España, el 73,2% de los encuestados
por el CIS considera, según el Barómetro publicado el lunes 9, que es mala o
muy mala, cifra que en el barómetro anterior era del 68,6%. La clase política y
los partidos se mantienen en el tercer lugar en la lista de los principales
problemas de la ciudadanía, el 26,9%, uno de cada cuatro ciudadanos, en números
redondos. Tres de cada cuatro no los mencionan, lo que no quiere decir que no
lo suscribieran si se les formulara directamente su opinión sobre los
políticos. Hay que saber que los encuestados tienen hasta tres posibilidades de
respuesta, que no es inducida sino espontánea, y sin orden de importancia en
las respuestas.
También este lunes 9, leo en Noticias de Gipuzkoa una entrevista a
Josep Ramoneda. A la primera pregunta de ¿Cómo
están actuando los gobernantes en la crisis actual?, responde literalmente que
“transmiten constantemente un mensaje que niega la posibilidad
de alternativas, dicen que no se puede hacer otra cosa que lo que ellos hacen.
Satanizan el conflicto: lo hemos visto recientemente cuando presentaron ante el
juzgado una denuncia acusando a los activistas de 25-S de querer derrocar al
Estado. Tienen una cultura de casta, aislando de la sociedad la política y las
instituciones democráticas. Y recurren sistemáticamente al miedo con resultados
perversos”.
Si la sociedad se radicaliza, optando por las
posiciones políticas extremas, al par que entiende que la situación política va
de mal en peor, los políticos salen sistemática y globalmente mal parados y los
lideres de opinión, como Ramoneda, los satanizan acusándolos de conformar una
casta, no es de extrañar que The Economist advierta en su último número de que "con un déficit
cercano al 9% del PIB, una tasa de paro que sobrepasa el 25% y un movimiento de
protesta que empieza a mostrar algunos rasgos violentos, España podría estar
viéndose atrapada en una espiral de muerte como la griega". Aunque añade
también, lo que es menos frecuente leer en España, que el sector público
español aún tiene reservas, que las estadísticas de paro están “infladas” y que
el principal colchón de la sociedad española, “la familia, se mantiene fuerte”.
Mi acuerdo con el diagnóstico de “The Economist” es total.
Como escribía en mi anterior aportación a este
blog, así no se sale del agujero. La sola crítica, como es habitual en los
periodistas y tertulianos, no ayuda a resolver los problemas. Tampoco la
postura de manifestar que siempre el responsable es el otro, el otro partido
como sostienen, también habitualmente, los políticos. Cada día me resulta más
penoso seguir un debate en los medios de comunicación social. Necesitamos ir
más allá de la mera crítica y de la constante descalificación. Empezando por
uno mismo. Este blog incluido, claro está.
No hay comentarios:
Publicar un comentario