Dos grandes manifestaciones en Bilbao y en París
Ayer sábado, día 12, tuvo
lugar una gran manifestación en Bilbao a favor de las condiciones de detención
de los presos de ETA. También se oyeron gritos de Amnistía. Yo no asistí. No
porque no defienda el acercamiento de presos, la abolición de la ley Parot, la
excarcelación inmediata de los presos enfermos (al menos con el mismo nivel de
enfermedad que le permitió al Gobierno la excarcelación del General Galindo, condenado
a 75 años de cárcel de los que solo cumplió cuatro o cinco), así como la aplicación
de leyes que permiten la excarcelación una vez cumplidos no recuerdo cuantos
años de sentencia. La justicia, lleva muchas décadas, tolerando torturas e
indultando torturadores y condenando, en demasiados casos, en base a informes
obtenidos para la tortura. A la
Justicia española le esperan malos tragos cuando se revisen
muchas sentencias emitidas en dudosas condiciones y los Tribunales de Derechos Humanos Europeos urgen en ella.
Pero yo no salgo a la
calle en compañía de personas que han defendido, cuando no alentado, los
atentados de ETA. Nunca se borrará de mi memoria los gritos de “Gora ETA
militarra” y de “ETA mátalos!, entre otros, como para ahora, salir a la calle
con quienes profirieron esos gritos, alentaron los asesinatos y todavía hoy, no
solamente no se han desdicho de sus palabras, no han perdido perdón a tantas
víctimas y, encima, tienen la osadía de afirmar que lo que hicieron fue por el
bien de Euskadi.
Defenderé la justicia para los presos de ETA. Pero la justicia ordinaria, la del juez ordinario. No los Tribunales Especiales contra el Terroriamo. La historia nos muestra cómo han sido todos esos Tribunales de Excepción. Y con la misma determinacion que rechazo la equiparacion entre verdugos y victimas, rechazo la disimetria de sentencias y tratamientos penitenciarios entre victimarios que hayan cometido los mismos delitos. Y la historia reciente está plagada de estas disimetrias que en nada hablan de la imparcialidad de la Justicia
Defenderé la justicia para los presos de ETA. Pero la justicia ordinaria, la del juez ordinario. No los Tribunales Especiales contra el Terroriamo. La historia nos muestra cómo han sido todos esos Tribunales de Excepción. Y con la misma determinacion que rechazo la equiparacion entre verdugos y victimas, rechazo la disimetria de sentencias y tratamientos penitenciarios entre victimarios que hayan cometido los mismos delitos. Y la historia reciente está plagada de estas disimetrias que en nada hablan de la imparcialidad de la Justicia
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Hoy domingo, día 13, en Paris ha habida otra gran manifestación en contra del “matrimonio para todos”. Básica, pero no únicamente, estaban en contra de la filiación de hijos que provengan, por adopción o por otro procedimiento (inseminación de una de las madres, por ejemplo) que tengan dos padres o dos madres.
Hoy domingo, día 13, en Paris ha habida otra gran manifestación en contra del “matrimonio para todos”. Básica, pero no únicamente, estaban en contra de la filiación de hijos que provengan, por adopción o por otro procedimiento (inseminación de una de las madres, por ejemplo) que tengan dos padres o dos madres.
Ya he escrito sobre este
tema varias veces y es tarde y mañana debo madrugar. Me limito a dos apuntes.
Personalmente he evolucionado sobre este tema. De un rechazo al matrimonio
homosexual (en realidad era el termino matrimonio el que me resultaba difícil
de aceptar, como ahora en Francia) en la actualidad asumo, sin problemas de
conciencia, la decisión que a tal objeto ha dictaminado el Tribunal
Constitucional español. Además no le concedo la importancia que antes le daba.
Sencillamente el término matrimonio y mas aun, el de familia, recoge acepciones
que hace poco nos parecían inconcebibles. LO que no quiere decir que no hay que
profundizar, ahora mas que nunca, el significado social y sociológico de ambos
términos.
En el tema de la
filiación tengo mis dudas. Dudas que afectan exclusivamente a las consecuencias
psicológicas y sociales para los hijos e hijas de las parejas, de los
matrimonios del mismo sexo. Dudas que provienen de singularidad estadística del
fenómeno aunque ya empezamos a tener base estadística de alguna solvencia
numérica aunque no tanto, ni mucho menos, sobre la representatividad social de
las parejas del mismo sexo que adopten o traigan hijos. Hay que añadir que la
información que poseemos, en este punto concreto parece decir (no soy experto en
este tema, aunque hace tres o cuatro años dedique en trimestre a estudiarlo)
dos cosas: que las parejas homosexuales se separan en mayor proporción que las
heterosexuales. Sin embargo, no se detectan falla de orden psicológico o social
en los hijos de parejas del mismo sexo. Es preciso dejar que pase el tiempo y
analizar como suceden las cosas.
En todo caso si yo hubiera estado en Francia
tampoco hubiera asistido a esa manifestación
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