Brevería 7 Entre los últimos acordes de Schubert y Beethoven
Francoise Dolto, reputada psicóloga, experta en la infancia,
en una entrevista ya con su edad avanzada, dijo que no podía con las últimas
sonatas y cuartetos de Beethoven, y que ella se refugiaba en Schubert. En los 4
Impromptus, D. 899 (op. 90), los otros 4 D. 935 (Op. Post. 142) y los
inconmensurables Drei Klavierstücke D. 946 (que debe ser su Opus postusísima). Música
inefable. Me acerca a la acedia baudeleriana. La compunción en el dolor fatal.
¿Irrefrenable? Quizá. El antídoto está, quizá de nuevo, en
cualquiera de las cuatro últimas sonatas para piano de Beethoven. Música sin
fondo. (Como sus últimos cuartetos). Pero exigen mucho. Beethoven va siempre
más allá. Y cuidado con el breve “arioso dolente” de su sonata 31. Suena a
Schubert. Un Beethoven schubertiano….Droga dura. Sobretodo si se continua con la escucha del movimiento final de la misma sonata 31. En un momento nos recuerda, nos cita, el tema del "arioso dolente", pero será un espejismo hasta la coda final. Sin resuello.
La música bien oída es un estimulante dentro del reposo convaleciente. Me alegro de su mejoría
ResponderEliminarGracias por su interés. Ya estoy bien.
ResponderEliminarTambién también por interesarse por lo que escribo sobre música. No sabría vivir sin ella. Pero me cuesta escribir de música pues, como dijo Steiner, más o menos, la música se abre paso cuando callan las palabras.