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lunes, 8 de octubre de 2018

“Sabemos ganar las guerras, pero no la paz” General Pierre de Villiers



“Sabemos ganar las guerras, pero no la paz” General Pierre de Villiers
El sábado 6 de octubre asistí, en el marco de “Le Monde Festival”, en París a una entrevista y dos mesas redondas, sumamente interesantes. Dejo, quizá, para otro momento, las notas que guardo de las dos mesas redondas: una sobre el retorno del anticapitalismo y la otra sobre las ventajas y los riesgos de la Inteligencia Artificial y del mundo digital.

Traigo hoy aquí unas notas que tomé en la entrevista de una periodista de “Le Monde” a Pierre de Villiers, Jefe del Estado Mayor del Ejército de Francia, que dimitió en julio de 2017, por la decisión del gobierno de reducir los recursos financieros al Ejercito.

Algunas ideas anotadas de Pierre de Villiers

. En nuestra sociedad se da una falta de sinceridad y de fraternidad. Eso puede encontrar un joven en el Ejercito, que es como una gran familia
. Hay una “obediencia de amistad” entre los jefes y los subordinados
. Son 30.000 los jóvenes que hoy en el ejército “nos defienden”. Los principales problemas: la seguridad y la inmigración descontrolada
. Hoy el ejército debe intervenir en un espacio cada vez más amplio, mientras que el tiempo para tomar decisiones es cada vez menor. Pero la rapidez en la toma de decisiones es crucial para vencer al enemigo.
. Nuestra sociedad es individualista. Se observa también en el ejército. Antes (hace cinco o seis años) cuando los soldados volvían de una misión iban juntos a la cantina a beber algo. Ahora cada uno se va a su ordenador.
. El ejército es una oportunidad para rehacer (“redresser”) un joven desestructurado en la vida civil.
. Debe de instaurarse en el ejército (como debe ser en la sociedad civil) una remuneración económica acorde al compromiso y resultados. Es la meritocracia, también en el ejército.
. ¿Cómo limitar la barbarie de la guerra? La barbarie terrorista es el objetivo que debemos derrotar, no el medio para lograrlo.
. El objetivo debe ser la paz. Hoy se ganan batallas, pero no se obtiene la paz. Sabemos ganar batallas, pero no como lograr la paz. Hoy vivimos con desinhibición ante el terrorismo islamista. (Estoy en lectura del libro de Jean Birnbaum – director de “Le Monde des libres”, un hombre de izquierdas, titulado “La Religion des faibles”, Seuil 2018, que defiende una tesis similar)
. Solamente la fuerza es capaz de hacer recular la violencia. Pero, remacha esta idea: antes de comprometerse en una guerra, en una batalla militar, es preciso saber qué vamos a hacer después de derrotar al enemigo. Lo que exige distinguir la táctica (cómo) de la estrategia (para qué).
.  Preguntado sobre el “me-too” en el ejército, balbucea un poco. Dice que, hay un techo de cristal para las mujeres para llegar a la cúspide del poder (apunta levemente a la maternidad) y que las relaciones chicos /chicas en un ambiente gran crispación, sobre todo cuando hay acciones fuertes, son muy complicadas.
. Preguntado sobre si cabe volver a la “mili universal” responde que es muy difícil para bien encuadrar a 800.000 jóvenes: por problemas de dinero, de alojamiento y de mandos preparados.
. Distingue el manager de una empresa que busca la “performance”, de un jefe (un “chef”), que busca además de la victoria, el honor, la pasión por la patria y su defensa.
. Una frase: “la ética es la estética del corazón”

Mi impresión.

El general de Villiers ama el ejército y, más que probablemente, lo edulcora: el ejército es una gran familia, rehace al joven, inserta socialmente al problemático, se vive “la obediencia de la amistad” etc., etc. Pero tiene un discurso bien construido que vale pena escuchar. Josep Piqué en su libro “El mundo que nos viene” (Deusto, 2018), cuya lectura tengo muy avanzada, insiste en la importancia de los ejércitos en la geopolítica planetaria. De Villiers no abunda en esos temas (porque la entrevistadora tampoco se lo planteó) pero da una imagen, para mi desconocida, del mundo interno del ejército y, sobre todo, de la misión que tiene en su país, según el que fuera el jefe de su mando supremo.

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